Reseña a "How to have sex" (2023) de la directora Molly Manning Walker presentada en Festival de Cannes 2023.
En los primeros minutos de How to Have Sex, tres chicas de secundaria se van de vacaciones de primavera a un complejo turístico del Mediterráneo para divertirse. La ópera prima de la directora británica Molly Manning Walker forma parte de la selección Un Certain Regard del Festival de Cannes 2023. La cineasta ya se hizo notar durante la Semana de la Crítica de la edición de 2020 con su cortometraje Good Thanks, You?
Esta ópera prima, que también compite por la Cámara de Oro, está protagonizada por Mia McKenna-Bruce, Samuel Bottomley y Lara Peake en la historia de tres amigas británicas ilusionadas por pasar las mejores vacaciones de su vida. Las jóvenes vienen sólo para emborracharse y tener sus primeras experiencias sexuales, pero para una de ellas, Tara, no todo es tan de color de rosa en estas vacaciones.
El talento de Molly Manning Walker es palpable, ya que consigue con una facilidad disparatada escenificar estas fiestas. La palabra clave de la película es naturalismo. Uno casi podría pensar que está viendo una película de Abdellatif Kechiche, ya que la cineasta se toma su tiempo para crear una atmósfera, la de estas fiestas estudiantiles que duran hasta el amanecer, y en las que uno acaba durmiéndose borracho en cualquier lugar y en cualquier parte.
How to Have Sex es una bofetada en la cara, un drama lacrimógeno. Y, sin embargo, no es en absoluto el drama patético que uno podría imaginar.
Durante 45 minutos es una película de bandas, de fiestas. Nos reunimos, bebemos, bailamos, nos domamos unos a otros. Y apenas unas horas de sueño después, y el nivel de alcohol en sangre bajo, volvemos a empezar. La primera mitad de la película es una gran fiesta. Bueno, casi.
Empiezan a aflorar los celos de Skye, que no puede soportar que Tara atraiga la atención de los dos chicos. Pequeñas indirectas, una mirada. Todo ello con gran sutileza y naturalidad, como ocurrirá con todo lo que sigue.
No desvelaremos lo que ocurre después de esta primera mitad, aunque podemos adivinarlo. Pero lo que sucede ante la cámara de Molly Manning Walker, cuya primera película, es increíblemente precisa, contiene las debilidades de un debut, pequeñas ingenuidades, que resultan casi conmovedoras. Porque además, nos asombra la escritura de todos estos bichos raros. Por los diálogos, y la dirección de casting -una gran revelación para Mia McKenna-Bruce, que interpreta a Tara-. Y por su temática.
Porque How to Have Sex es ante todo una reflexión sobre la cultura de la violación, sobre su impacto en hombres y mujeres. Sobre el consentimiento y lo que implica. Sobre esa zona gris que no lo es tanto. Sobre la negación y la culpa, bueno, la autoculpabilidad. Sobre la hermandad, a veces maltratada pero esencial. Sobre la mayoría de edad, el aprendizaje, el ritual de iniciación de crecer, potencialmente, a veces demasiado rápido.
Es una gran pequeña película, una expresión demasiado utilizada, pero que aquí adquiere todo su significado.
También porque, como mujer joven, no puedes hacer nada bien. No puedes ser una zorra, pero tampoco puedes ser virgen, al menos eso es lo que piensa la Tara de McKenna-Bruce. Puedes participar en juegos idiotas y atragantarte con la cerveza que te echan en la boca, ´estilo mamada`, pero no puedes decir "no" cuando las cosas van a más. Tal vez porque aquí nadie sabe realmente cómo practicar el sexo y no se dan el tiempo para aprender, ni siquiera para hacer preguntas. Espero que algún día las chicas, o simplemente las adolescentes, ya no sientan la necesidad de complacer a nadie más que a sí mismas. Y que algunos de estos escenarios predecibles y desagradables desaparezcan, al igual que las fiestas vestidos de blanco.
