Little fires everywhere es la última serie de Hello Sunshine, compañía encabezada por Reese Witherspoon. La productora se ha caracterizado por adaptaciones de best sellers con puntos de vistas femeninos. Entre sus proyectos más notables se encuentran Big Little Lies (HBO) y las películas Gone Girl (2014) y Wild (2014). En esta ocasión lleva a la pantalla chica la aclamada novela de Celeste Ng publicada en el 2017.
La historia se desenvuelve a finales de los 90 en Shakers High, un suburbio en las afueras de Cleveland. El primer episodio nos muestra una casa en llamas y nos introduce al personaje de Elena Richardson (Reese Witherspoon) una mujer adinerada y visiblemente destrozada mientras observa el fuego que consume su sueño americano. Sus tres hijos, quienes se encuentran a salvo en un carro, cuestionan a quien le echará la culpa de tal desastre. Con esta escena se enciende la mecha de una misterio que se desenvolverá en 8 episodios de una hora. La serie vuelve cuatro meses atrás para mostrarnos el desarrollo de los hechos.
Shakers High es un suburbio idílico donde el mayor problema es evitar que el pasto crezca a más de 6 pulgadas. Elena, es una ama de casa dedicada a su familia y trabaja como reportera en el periódico local. Es sobre protectora con sus hijos, meticulosa y del tipo de persona que hace alarde en cada momento de sus pequeños logros y de que tan “woke” se considera. Inesperadamente llega a su vida, Mia Warren (Kerry Washington), una artista afroamericana y nómada quien se muda a Shaker con su única hija Pearl. Elena, quien maneja una propiedad familiar, le alquila una casa a Mia. Durante este encuentro notamos que una es la antítesis de la otra. Pearl, la hija de Mia, se hace amiga de Moody el hijo menor de Elena, relación que la hace pasar más tiempo en casa de los Richardson. Cuando Elena, a modo de ayuda y en calidad de salvadora blanca, le ofrece a la desempleada Mia un puesto en su casa como “manager de hogar”, eufemismo de empleada domestica, Mia acepta la oferta a pesar de la incomoda situación , pues de esta manera puede cuidar mas de cerca de su hija.
Entre los momentos incómodos; la obvia rivalidad; explosivos desacuerdos de Elena y Mia, la serie logra ser entretenida, si obviamos los momentos más predecibles de la historia. Los tres primeros episodios sirven para introducir la narrativa y esbozar los personajes principales. El tercer episodio es el más débil, pues resulta novelesco y extremadamente predecible. A partir del cuarto podemos conocer más el pasado de Elena y Mia, revelando más detalladamente el comportamiento de estas mujeres y las decisiones que las han llevado a ese momento de sus vidas. A medida que la serie avanza se torna melodramática, logrando un efecto adictivo en detrimento de la calidad del material. Las microagresiones entre los personajes principales se van acumulando, y subrayando lo que ya sabemos: la mujer blanca, privilegiada que no se considera racista, no se lleva con la mujer negra liberal.
Little fires everywhere, presenta dos madres que vienen de mundos distintos y explora qué ocurre cuando estos dos mundos se cruzan. Las actrices hacen un buen trabajo, a pesar de las debilidades del guión. Reese interpreta un personaje del cual ha hecho carrera, hemos visto versiones parecidas en sus trabajos anteriores. Elena comparte ADN con Tracy Flick de Election (1999) y mas recientemente con Madeline Mackenzie en Big Little Lies (HBO). Todos ellos tienen en común personalidades fuertes, obsesivas, meticulosas, y perfeccionistas. Al principio de la serie el personaje de Elena puede resultar casi una caricatura, pero Reese logra salvarlo en los últimos dos episodios, demostrando una actuación centrada y firme a pesar del caos que ocurre a su alrededor. Por otro lado, Kerry Washington y sus acostumbrado tics faciales, arrastra consigo muchos manierismos característicos de su icónico personaje de Olivia Pope en la serie Scandal. Su rostro resulta, en ocasiones, demasiado expresivo bordeando en la sobre actuación. Sus mejores momentos son los que comparte con su hija Pearl, interpretada por la joven actriz Lexi Underwood. El resto del elenco secundario es bueno, y dan un buen soporte a la historia. La música que acompaña la historia incluye grandes éxitos de los 90, algunos en covers y otros en versión original.
Como dije anteriormente Little Fires Everywhere logra ser entretenida y adictiva. Las dos actrices tiene excelente momentos y confrontaciones que resultan emocionantes. Sin embargo, el material se vuelve predecible y melodramático. Los diferentes temas que abarca, entre ellos sociales, políticos y raciales, se interponen entre si y se vuelven caóticos. Resultando en una pérdida de sutiliza y enfoque. La serie mantiene la intriga hasta culminar en un explosivo final. Pueden verla en Hulu y en Amazon Prime Video.
