Críticas de Cine y Artículos Festivales Festival Internacional de Toronto (TIFF)

TIFF 2023: Critica a «Next Goal Wins» (2023) de Taika Waititi

Reseña a la pelicula de Taika Waititi "Next Goal wins" estrenada en el Festival internacional de cine en Toronto protagonizada por Michael Fassbender.

Basada en el documental homónimo de Mike Brett y Steve Jamison de 2014, sobre la modesta selección de fútbol de Samoa Americana y la quijotesca búsqueda de su veterano entrenador holandés-estadounidense Thomas Rongen para clasificarse para la Copa del Mundo de 2014 una década después de su infame derrota por 31-0 contra Australia.

Los samoanos con los que se encuentra Rongen (Michael Fassbender) al bajar del avión son deístas, sonríen todo el tiempo y se disculpan por sí mismos; son dulcemente sobre emocionales e infaliblemente educados, infantilmente devotos, parándose en seco a rezar, y silenciosos como la hora de la siesta. El equipo es demasiado torpe para realizar un baile Manu Siva Tau coordinado antes del partido.

Son paletos poco sofisticados cuya isla tiene una tienda, un restaurante y un coche de policía cuya sirena no funciona. Lo primero que hacen cuando se registran en un hotel tras un viaje de 35 minutos en avión es tirarse en las camas. Son demasiado tontos para saber cuándo alguien se está burlando de ellos. Están ansiosos por agradar. Son pequeñas mascotas tontas.

Fassbender, al que se le ha dado un peinado rubio exactamente del mismo tono que su piel, es quizá el actor más inadecuado de la historia en este papel, aunque no debería tener la culpa de ello. No muestra ninguna facilidad real para la comedia en pantalla, pero Thomas es también un personaje imposible cuyo comportamiento varía enormemente de una escena a otra, desde la estupidez a la rabia, pasando por la sensibilidad y la tontería. Cuando es recibido por un equipo de cámara local a su llegada al aeropuerto su respuesta es hacer una parodia del discurso de "habilidades especiales" de Taken. Es tan aleatorio y sin gracia, un non sequitur tratando de tomar la forma de una broma, y mientras Fassbender trata de hacer que funcione, el único intérprete que parece que podría haber sido capaz de navegar es, bueno, el tipo que lo puso en el guión.

Thomas se hace cargo del equipo y, aunque al principio hay enfrentamientos y malentendidos, empiezan a trabajar juntos, y él acaba beneficiándose de la experiencia tanto como los jugadores, que persiguen el modesto objetivo de marcar un solo gol en los próximos partidos de clasificación del Pacífico. Waititi no se aparta de esta fórmula, pero apenas establece sus elementos básicos. El entrenamiento, en la medida en que tiene lugar, se limita a uno o dos montajes. De las pocas jugadoras que se distinguen del resto del equipo, una es lo que los samoanos llaman fa'afafine: una mujer trans llamada Jaiyah (Kaimana) que tiene que capear el temporal con la intención de marcar un gol.

Cool Runnings (1993), de Jon Turteltaub, es otra película deportiva de David contra Goliat, para sentirnos bien, con chistes cursis y una narrativa manipuladora del mínimo común denominador. Pero al menos está hecha para niños de verdad, no para un público adulto al que el director trata como a niños.

Su decisión de vender en exceso los elementos cómicos caricaturescos hace que resulte aún más extraño que eligieran a Fassbender, el actor conocido por su seriedad de rostro pétreo que lucha por hacer frente al circo absurdo que le rodea (el hecho de que su ex mujer esté interpretada por una Elisabeth Moss de aspecto perdido, otra actriz asociada más con la oscuridad que con la luz, es casi la broma más divertida de la película, aunque totalmente involuntaria). El entrenador borracho de Fassbender es el encargado de entrenar al equipo de incompetentes para que marquen su primer gol en un partido oficial, y la película sigue una fórmula familiar a medida que van de mal en peor, pero el duro trabajo que implica esta transición se nos transmite de forma descuidada, la mayor parte del tiempo pasado perezosamente en un montaje.

No se dedica tiempo a tratar de desarrollar al equipo como individuos y sólo uno de ellos, Jaiaya, interpretado por el actor no binario Kaimana, tiene un arco argumental. Como mujer trans que se enfrenta a un equipo de hombres, sus escenas son las más convincentes desde el punto de vista dramático y su química con Fassbender la más eficaz. Las dificultades de la aceptación y la tristeza de saber que, una vez realizada la transición completa, ya no podrán jugar con el equipo, proporcionan los únicos momentos de auténtica emoción de la película.

El final del partido culminante de la película se narra a posteriori a un personaje que se perdió la segunda parte. No es más que un carrete de lo más destacado, sin crear suspense, saltando de clímax en clímax, cada uno cerrando un arco para los personajes que hemos conocido. Está descrito de forma tan pausada, sus acontecimientos son tan poco creíbles, que parece inventado para mantener nuestra atención. (Es Waititi en microcosmos: un cineasta que, en el momento, dice o hace lo que cree que te hará sentir bien. Así es como controla el encuentro. Así es como mantiene su poder.)

Acerca del Autor

Ruben Peralta Rigaud

Rubén Peralta Rigaud nació en Santo Domingo en 1980. Médico de profesión, y escritor de reseñas cinematográficas, fue conductor del programa radial diario “Cineasta Radio” por tres años, colaborador de la Revista Cineasta desde el 2010 y editor/escritor del portal cocalecas.net. Dicto charlas sobre apreciación cinematográfica, jurado en el festival de Cine de Miami. Vive en Miami, Florida.