Reseña a "Reptile" de Gran Singer, estrenada en el Festival Internacional de Toronto 2023, distribuida por Netflix.
Reptile comienza con tal promesa que es una verdadera lástima que el tercer acto se desmorone tan completamente. Ciertos elementos se exageran, las decisiones fuertes son reemplazadas por otras malas y el acto final es un desastre. Si todo hubiera sido un poco más normal, habría sido un procedimiento común y corriente. Es la personalidad inicial la que hace que te ilusiones, algo que la película no puede mantener durante sus más de dos horas de duración.
Definitivamente hay dos películas diferentes en juego en Reptile, ambas son procedimientos policiales, algo extraña y esotérica de lo que cabría esperar. Esa película es una inclusión adecuada en el Festival Internacional de Cine de Toronto. La otra es una película mucho más genérica, en la que los personajes se comportan de forma extraña sólo para justificar los puntos de la trama. Estas dos películas diferentes se enfrentan aquí, y si bien la mejor gobierna el primer acto, el segundo acto es un empate, y la película más pobre se hace cargo al final. Termina siendo una mezcla, en el mejor de los casos, pero algo que se siente un poco decepcionante.
La película comienza mostrándonos la vida de los agentes inmobiliarios Will Grady (Justin Timberlake) y Summer Elswick (Matilda Anna Ingrid Lutz). Will y Summer son una pareja, con los altibajos esperados. Un día, Will va a una casa que están mostrando, después de que Summer le pidiera que fuera, y la encuentra brutalmente asesinada. Los investigadores del caso son Tom Nichols (Benicio Del Toro) y su socio Dan Cleary (Ato Essandoh), bajo la supervisión del capitán Robert Allen (Eric Bogosian) y el jefe Marty Graeber (Mike Pniewski). Tom es un detective excelente, aunque peculiar, que se mudó a este pequeño pueblo de Filadelfia después de negarse a delatar a su último socio. Las primeras señales apuntan a Will, pero, por supuesto, nada es lo que parece inicialmente.
En casa, Tom tiene a su esposa Judy (Alicia Silverstone) siempre dispuesta a ayudar y compartir ideas. En el trabajo, es cercano a su capitán, aunque mira a otros policías como Wally (Domenick Lombardozzi) con un poco más de escepticismo. Mientras investigan a nuevos sospechosos como Sam Gifford (Karl Glusman) y Eli Phillips (Michael Pitt), se descubre más cosas sobre la vida y el pasado de Summer, así como sobre la familia Grady.
El director de vídeos musicales, Grant Singer, está tan interesado en el crimen como en la vida de este policía, y observa a Tom en el trabajo y en casa. Del Toro aporta una intensidad tranquila a cada escena (Tom es especialmente hábil para hacer hablar a los sospechosos), pero este detective también exhibe algunas peculiaridades de personalidad divertidas. (Por un lado, su apodo es Oklahoma porque baila muy bien). Casado con la joven Judy (Silverstone), a quien le gusta molestar a su marido, Tom confía en ella como caja de resonancia para el caso, convirtiéndola prácticamente en un Watson para él, su Holmes. Ya sea que esté extrañamente obsesionado con un nuevo y elegante grifo para el fregadero de su cocina o dando consejos románticos no solicitados a su compañero Dan (Ato Essandoh), que tiene fobia al compromiso, es una figura estoica y burlona que es difícil de leer, y del Toro deja que las contradicciones del personaje sean un acertijo divertido para que el público lo resuelva.
Desafortunadamente, pocas de las actuaciones secundarias son igualmente impresionantes. Silverstone irradia la cantidad justa de actitud de haberlo visto todo como la astuta Judy, la única persona que puede presionar los botones de su imperturbable marido. (Por supuesto, eso es un poco más fácil considerando que a Tom le preocupa que ella esté teniendo una aventura con alguien del equipo de construcción que renueva su casa). Al interpretar al socio más joven de Tom, Essandoh dramatiza hábilmente la pérdida de confianza de Dan una vez que comete un grave error en el campo. Eric Bogosian solo puede hacer mucho como el estereotipado capitán de policía endurecido que no tolera a los tontos, pero Timberlake no está bien elegido para interpretar a Will.
En teoría, Timberlake debería ser ideal para interpretar a un hombre de negocios superficial nacido en una exitosa familia de agentes inmobiliarios, la tristeza por perder a su amada pareja se disipa rápidamente una vez que otras mujeres atractivas llaman su atención, pero aporta poca profundidad al personaje cobarde, lo que demuestra ser un gran inconveniente. después de que Tom aprende sobre elementos de los antecedentes de Will.
Uno de los aspectos más interesantes de Reptile es que supone el debut como guionista de Del Toro (coescribió el guión junto a Singer y Benjamin Brewer). Tiene todo el sentido del mundo, ya que el personaje de Tom Nichols aprovecha todos los puntos fuertes de Del Toro como actor, lo que resulta en su interpretación más emocionante y convincente desde la primera película de Sicario. Es evidente que domina a la perfección la naturaleza melancólica y astuta de su personaje, pero también es increíblemente hábil en los pocos momentos de humor negro de la película. Este es exactamente el tipo de papel para el que Del Toro fue puesto en este planeta.
Probablemente puedas adivinar lo que encontraremos en el camino. Hay personas que parecen estar a salvo pero no lo están. Hay sospechosos que parecen culpables pero no lo son. Hay personas que guardan rencor contra el difunto y personas con vínculos románticos que pueden haber existido o no. Hay tiroteos y persecuciones. Hay policías que siguen pistas cuando les dicen que dejen pasar las cosas. Hay drogas que desaparecen del armario de pruebas. Hay policías con relojes más caros de lo que deberían poder permitirse, estas dos últimas cosas podrían estar relacionadas).
Todo esto se desarrolla con paradas y comienzos, en escenas provocadoras pero truncadas, en fragmentos melodramáticos. El modus operandi de Singer parece ser comenzar una escena, indicar la sección de cuerda que pica para que sepas que nos dirigimos a un momento importante y luego terminar la escena prematuramente, pero con uno o dos acordes gigantes y fatales flotando en el aire, (el compositor Yair Elazar Glotman puede hurgar en la lista de reproducción de cine negro y hace gran parte del trabajo pesado aquí).
Se trata de contar historias en fragmentos, dando a la audiencia suficiente información y estímulo para saber que algo está sucediendo, pero retrocediendo para que no lo descubran por sí mismos. Con el tiempo, la mala dirección se resolverá por sí sola, más o menos, pero en Reptile la densidad es menos satisfactoria que irritante. Un buen thriller puede ir en muchas direcciones diferentes, pero nunca debería ser tan aburrido.
