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Critica a «El Rey León» (2019) de Jon Favreau

Este remake de El Rey León tiene el mismo comienzo que su versión original, y esta imitación pudiera ser el mayor de sus desaciertos.

El film inicia con la secuencia del Círculo de la Vida con magníficas imágenes que nos trasladan a la sabana africana, donde por segunda vez somos testigos de la reunión de los animales en la Roca Real para rendir homenaje al hijo recién nacido Mufasa, el Rey León. Una impresionante secuencia de poderosas imágenes y sublime partitura musical que nos proporcionan una magnífica  apertura comparable a  una brillante puesta de sol. Así fue en 1994, cuando El rey León conquistó la gran pantalla por primera vez, y así es hoy, 25 años después, cuando Disney relata esta historia de nuevo, por tercera vez y es que algunos olvidamos que hace unos 10 años, Disney relanzó la misma película de 1994, con  escenas un poco más extensas.

El director Jon Favreau,  está pretendiendo con este film un enfoque diferente,  al menos desde una perspectiva más tecnológica, aprovechando los recursos disponibles en la actualidad de la realidad virtual para darle vida al mundo de El Rey León.

Al igual que en su remake de The Jungle Book, que tenía al menos un actor principal humano, el director Favreau  crea secuencias generadas por computadora con estética de acción real, como si estuviéramos viendo un documental de animales de National Geographic.

El resultado son secuencias que nos trasladan a paisajes de ensueño, especialmente cuando la luz del sol dora la jungla. En este sentido, el  Rey León nos sorprende y nos da una idea de las posibilidades casi ilimitadas de este tipo de cine de realidad virtual. Tan pronto como el camarógrafo Caleb Deschanel (The Passion of the Christ, The Patriot) abre un panorama, nuestros ojos se despliegan y somos testigos de magia. Pero pronto también atestiguamos un vacío aterrador en dichas secuencias, que siempre se esfuerzan por abrumar, pero al final pierden toda imaginación.

El Rey León se adhiere meticulosamente a la narrativa de la original, resulta ser un ejercicio agotador para el espectador que conoce ya la historia. Los remakes de Disney de los últimos años estaban principalmente enfocados ​​en preservar los sentimientos nostálgicos, en lugar de apostar a nuevas ideas y situaciones inesperadas.

La versión de Favreau no sigue esta tendencia de los remakes y rompe con sus exigencias visuales. Aunque los animales a veces se escabullen con secuencias realmente asombrosas- La pelea final entre Scar y Simba es impresionante- , la chispa nostálgica nunca se despertó y lo que nos  queda al final es una película fría y sin alma.

Durante el film nos cuesta acostumbrarnos al rediseño de Scar, el oscuro pero poderoso león que se convierte aquí en el esqueleto de un animal, que no tiene ninguna posibilidad en un posible combate físico, el cual queda descartado desde su primera aparición. Sin embargo, el cambio de este personaje sigue siendo uno de los pocos aspectos interesantes del filme.  Esta nueva  versión del Scar antagonista y avaricioso encaja bien con la figura física del mismo, al menos en su propósito.

Es impresionante lo que los artistas de computación han creado. En muchos momentos  hay que  mirar con mucho cuidado para darnos cuenta de que no estamos realmente viajando en África. Pero este compromiso con el realismo también tiene sus desventajas, la renuncia a los antropomorfismos del modelo de conducta conduce al hecho de que los animales  permanecen  más distantes, no muestran expresiones faciales y  por lo tanto, tampoco trasmiten sentimientos.

Cuanto más realista resulta  el aspecto o la imagen de Simba y sus secuaces, más irreal se notan al hablar y cantar. Tan pronto como los animales en El Rey León abren la boca, surge la impresión de que la banda sonora está ligeramente desplazada o posiblemente se origina en un universo completamente diferente. Las animaciones se entremezclan ligeramente  entre sí, solo por cortos momentos las voces se sienten como si realmente pertenecieran a esas figuras que se mueven a través de escenas realistas y artificiales.

Donald Glover es Simba, mientras que Beyoncé lo apoya como Nala.- entre ellos se nota cierta química mientras entonan una de las tantas melodías. James Earl Jones da en el centro de nuestros corazones con su inconfundible voz como Mufasa y Chiwetel Ejiofor  presenta la amenazadora voz  de Scar y se percibe  a veces impredecible.  Luego están Billy Eichner y Seth Rogen, quienes, como Timón y Pumba, son los mejores personajes recreados, su nueva energía no nos hace extrañar las voces originales de Nathan Lane y Ernie Sabella.

El Rey León al igual que todos los remakes de Disney, en última instancia, no supera la original. Carece del poder expresivo que nos enamoró cuando conocidos por primera vez esta historia. Aun cuando en nuevas versiones existe la posibilidad de que los artistas aporten sus propias visiones y se pueda lograr éxito al tener la posibilidad de explotar el espectro de colores, en este film, sin embargo, los artistas son tan rígidos para tratar de mantenerse entre las líneas del dibujo,  que resulta un film apagado.

No me mal interpreten, la película es entretenida. La historia, que recuerda a los viejos dramas de Shakespeare, sigue siendo una de las más oscuras de las grandes películas de Disney. Y, por supuesto, la popular banda sonora, cursi, nos va a hacer cantar las ya conocidas melodías. Una vez más, estos aspectos en sí pueden  proporcionar un éxito de taquilla, porque logra complacer a los fanáticos y por su demostración impresionante de tecnología.

Acerca del Autor

Ruben Peralta Rigaud

Rubén Peralta Rigaud nació en Santo Domingo en 1980. Médico de profesión, y escritor de reseñas cinematográficas, fue conductor del programa radial diario “Cineasta Radio” por tres años, colaborador de la Revista Cineasta desde el 2010 y editor/escritor del portal cocalecas.net. Dicto charlas sobre apreciación cinematográfica, jurado en el festival de Cine de Miami. Vive en Miami, Florida.

4 Comments

  • Entiendo tu punto de vista, pero obvio si es animación live action, será como en la vida real. Los animales son reales, y se verá diferente.
    Pero eso no quiere decir que será un desastre, ahora decir que la banda sonora es «cursi», no estoy de acuerdo. La banda sonora de Hans Zimmer es una de las mejores de Hollywood, es más él se inspiró en su padre cuando creó la banda sonora. Llamar cursi a una música q ganó premios aunque haya sido de un dibujo animado q en sí es la obra maestra de Disney, es indignante. Habs Zimmer es un gran compositor de grandes películas, y no me gustó para nada q a su música la llames curso. Ya q él es uno de los compositores más queridos del mundo.

  • Les aseguro algo. Esta nueva versión sera un exito, Disney no nos puede complacer y nosotros no somo quien para pedir gusto. Revivir esta historia sera algo que todas las personas amaran pues es una historia que marco nuestra infancia y al hacerla Disney en un nuevo live action ya es mucho por que veremos en la pantalla grande de nuevo a nuestro querido Mufasa, Sarabi, Simba, Nala, Timon, Pumba, Zazu y nuestro malvado Scar junto a sus malvadas secuaces. Para mi esta pelicula es la mejor!!!

    • La película esta hecha para los fans incondicionales. Como dije, es la misma historia al calco de la original. Eso es lo que no me gusta. No hay riesgo en cambiar algo o una visión diferente.