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Critica a «La Sociedad de la Nieve» (2023) de JA Bayona

Reseña a "La Sociedad de la Nieve" de JA Bayona, producida y en streaming en Netflix.

Cuando un avión chárter despega de Uruguay el 12 de octubre de 1972, nadie a bordo sabe lo que le espera. A bordo viajaban 45 personas, en su mayoría miembros del equipo de rugby Old Christians, que debían disputar un partido amistoso en Chile. Pero no es así, debido a un devastador error de navegación, el avión se estrella en la cordillera de los Andes. Doce personas mueren durante el accidente o inmediatamente después, y otras no sobreviven a la primera noche. El resto escapó con un susto, pero se enfrentó a un problema: ¿cómo bajaría de la montaña? Inmediatamente después del accidente, se envían aviones para buscar el avión y a los supervivientes, pero sin éxito. Así que los demás tienen que recurrir a medios desesperados para salir con vida de la situación.

Viajar en avión se considera una de las formas más seguras de viajar. A veces no hay accidentes, que suelen ser devastadores. Uno de los ejemplos más famosos es el de este equipo de rugby uruguayo y su accidente en los Andes en 1972. La historia no sólo fue espectacular e impactante. También se ha adaptado varias veces. Ha habido varias obras de teatro y libros. Y, por supuesto, las películas. Hubo una primera versión llamada Viven! de México en 1976, seguida de una versión estadounidense con el mismo título en 1993. En 2007 se rodó un documental. Ahora llega una tercera versión cinematográfica llamada La sociedad de la nieve, que se estrena en Netflix. Con una historia que está tan firmemente anclada en el conocimiento común y que se ha contado tantas veces, surge naturalmente la pregunta: ¿realmente necesitamos otra versión cinematográfica?

No es una pregunta fácil de responder. Una ventaja de la nueva versión es, por supuesto, que las posibilidades técnicas han aumentado considerablemente en los últimos 30 años. La Sociedad de la Nieve también sabe aprovecharlas, y la escena inicial en la que el avión se estrella tiene una puesta en escena impresionante. El director español J. A. Bayona, que aquí se encuentra en una escala algo menor después de sus grandes producciones Jurassic World: El reino caído y El Señor de los Anillos: Los anillos del poder, no sólo da a los pasajeros un buen meneo durante el accidente. El público también tiene mucho a lo que acostumbrarse aquí. Que el cineasta procede originalmente del género de terror y sepa crear momentos emocionantes le juega a su favor. Por otra parte, se muestra muy comedido en las impactantes escenas en las que los supervivientes se ven obligados a comerse a los muertos.

El componente emocional de la película también no es menos impresionante. Bayona ya ha demostrado anteriormente que sabe contar destinos humanos de forma cautivadora. Es responsable del sobresaliente drama Lo Imposible, en la que ya tematiza una catástrofe real, concretamente los tsunamis de Tailandia de finales de 2004. En aquella ocasión, sin embargo, utilizó a una sola familia para ilustrar el desastre, lo que le permitió profundizar en la psique de sus personajes.

 En La sociedad de la nieve, se abstiene de hacerlo y prefiere rendir homenaje a las 45 personas que estuvieron presentes en el accidente. Por una parte, esto es loable, ya que a menudo resulta desconcertante cómo se margina a las víctimas en este tipo de historias para permitir que los individuos tomen el protagonismo. Pero significa que nadie conoce realmente a nadie en profundidad y no se puede conocer mejor a los personajes. Es cierto que los nombres aparecen con regularidad. Sin embargo, esto no sustituye a la caracterización real; las personas siguen siendo desconocidas. Como Bayona también decidió no utilizar actores y actrices conocidos, el valor de reconocimiento es bajo.

Aunque a primera vista el canibalismo parece ser el tema más espectacular de esta historia real, Frank Marshall no dedicó mucho espacio a comerse a los muertos en su película de 1993 ¡Viven!. Tampoco lo hace el director J.A. Bayona. Sí muestra un poco más que Marshall, como huesos roídos, pero su película también se centra en los vivos de la historia, no en los muertos. Mientras que la película de Marshall se basaba en un libro de no ficción, Bayona utilizó como modelo una novela de Pablo Vierci, amigo de algunos de los supervivientes; también realizó sus propias entrevistas con ellos y con familiares de las víctimas. La cercanía que Bayona ha construido con las personas y los acontecimientos es evidente en cada escena de La sociedad de la nieve.

El director español no quiere escandalizar ni juzgar, sino observar. En casi todo momento, se acerca a sus protagonistas con su cámara, mostrando sus rostros deformados por el miedo, sus cuerpos maltratados y sus miradas vacías con una intensidad que se mete involuntariamente en su piel. Esto se contrasta eficazmente con amplias panorámicas que muestran a personas diminutas frente a la poderosa e inflexible naturaleza que les rodea. Bayona utiliza la fuerza expresiva de sus actores para contar la historia de unas personas a merced de un paisaje hostil casi sin diálogos. Ninguno de los actores, poco conocidos en este país, destaca realmente; todo el conjunto ofrece una interpretación impresionante. Aun sabiendo que la historia termina con una nota feliz, la tensión y el miedo que pesan sobre cada uno de los supervivientes se transmiten con rotundidad.

Porque la muerte puede venir de muchos lados en esta situación casi desesperada: Las heridas, el hambre, la enfermedad y la propia naturaleza helada de la alta montaña son peligros constantes. Bayona también capta con éxito este aspecto en su película. Los dilemas morales a los que tienen que enfrentarse los hombres y mujeres a bordo del avión estrellado son retratados con contención por el director, pero esto crea una conexión emocional aún más fuerte entre el público y los protagonistas. La pregunta "¿Qué habría hecho yo?" queda sin respuesta.

El drama de supervivencia, que se estrenó como película de clausura del Festival de Venecia 2023, seduce con impresionantes imágenes de los gélidos paisajes de montaña. Los diversos intentos de liberarse de la situación, por ejemplo mediante repetidas expediciones, son apasionantes y transmiten la desesperación mientras los hombres corren contra una muerte segura. En cuanto a la interpretación, tampoco hay nada que objetar. El elenco sudamericano, formado principalmente por debutantes, hace un trabajo decente. El resultado es incluso superior al de la conocida película estadounidense, por lo que esta producción puede recomendarse al público que aún no conozca la historia.

Por eso "La sociedad de la nieve" muestra sus debilidades sobre todo al público que ya conoce la historia. Porque aquí no hay nada realmente nuevo que la adaptación cinematográfica de Marshall no ofreciera ya, aunque Bayona recurra menos al patetismo que la producción hollywoodiense de hace 30 años. Pero la historia real es demasiado clara en su desarrollo, demasiado inequívoca como para revelar aspectos hasta ahora desconocidos. El sufrimiento de los supervivientes habla por sí solo, no hay lugar para especiales actos heroicos o vergonzosos. Incluso si Bayona utiliza un ingenioso truco de textos en off para mostrar algunas situaciones bajo una luz diferente y comentar la muerte y el sufrimiento de una manera tranquila, casi desapasionada. A pesar de la duración de casi dos horas y media, la película J.A. Bayona consigue crear un himno a la voluntad de supervivencia de las personas y a su fortaleza ante una muerte casi segura. Y eso siempre merece la pena verlo.

Acerca del Autor

Ruben Peralta Rigaud

Rubén Peralta Rigaud nació en Santo Domingo en 1980. Médico de profesión, y escritor de reseñas cinematográficas, fue conductor del programa radial diario “Cineasta Radio” por tres años, colaborador de la Revista Cineasta desde el 2010 y editor/escritor del portal cocalecas.net. Dicto charlas sobre apreciación cinematográfica, jurado en el festival de Cine de Miami. Vive en Miami, Florida.