Críticas de Cine y Artículos

Qué pasará con la cultura después de la pandemia

Escrito por Marivi Aguado

“Cultura porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz. No sólo de pan vive el hombre”, Federico García Lorca.

Soy consciente de que en la situación que nos encontramos en todo el planeta, lo primero es salvar vidas y cuando acabe la cuarentena, que no la pandemia, habrá que seguir salvando vidas, porque la economía mundial va a quedar hecha un desastre y es de esperar  y desear que nadie quede atrás, entre las muchas cosas que nos está enseñando esta etapa es que había muchas cosas que ya estaban mal antes de esto.

El único debate en el que hay que saber  dónde estar es el que muchos lanzan entre economía y salud. No tengo dudas, salud. En todo lo demás no hay debate, todo contribuye a la salud, la sanidad, la alimentación, la educación, la justicia social y sobre todo contribuye todas las personas que en estos ámbitos están trabajando para cuidarnos.

También la cultura. Ni la más mínima duda tengo en estos momentos de todo lo que el amplio mundo de la cultura está haciendo para cuidarnos en estos momentos, en todos los lugares, en todos los idiomas, todos los días; de manera gratuita en muchos casos, lo que habla de la generosidad de este mundo. 

Museos, bibliotecas, fundaciones, monumentos han abierto sus contenidos gratuitamente en internet;  talleres de ilustración, de escritura (novela, guion, poesía, relato), de pintura, editoriales y escritores presentando libros en redes sociales y, no solo, liberando muchos de sus libros, también; obras de teatro en directo; conciertos a diario;  series, todas las que hay, en todas las televisiones y plataformas, de pago, gratuitas, compartidas. Y películas, muchas, más de las que vamos a poder ver, en canales de televisión, en plataformas, en salas de cine que abren sus puertas virtuales, en cinematecas, en distribuidoras, en festivales, en filmotecas, en productoras, hasta directores que estrenan sus películas el mismo día que iba a ser estrenada, como ha sido el caso de Xavier Dolan y su Matthias & Maxime, previo pago en muchos casos, gratis en muchos otros, que no en todos los hogares hay la misma disponibilidad.

No puedo mentirme a mí misma, hay días que la oferta me parece excesiva, pero es aquí como ciudadanía podemos elegir en libertad, la poca que tenemos en estos  momentos, qué ver, qué hacer, qué disfrutar. No estamos obligados a nada más, salvo quedarnos en casa para cuidar y cuidarnos.

Por eso  me molesta mucho y me entristecen las críticas y el desprecio hacia el mundo de la cultura en estos momentos, no solo desde algunas personas y  fuerzas políticas, también desde algunas instancias que tiene que velar por las políticas en este ámbito. ¿De dónde piensan que vienen las canciones que cantamos en los balcones, los libros que nos ayudan a viajar y conocer otras vidas, las películas y series que nos distraen en estos tiempos? ¿Acaso no son parte del tejido laboral y empresarial de nuestros países? ¿Es que todas las personas que forman parte de este mundo no comen, no viven, no tienen familias? Solo desde una profunda falta de educación, incultura y soberbia moral, se puede despreciar lo que está aportando este sector en estos difíciles momentos. Es más, es un sector imprescindible para la recuperación del día después, cuando llegue ese día.

Todo lo que durante estos días recibamos desde los distintos ámbitos de la cultura nos va a servir para empezar a reconstruir y reconstruirnos como personas y como sociedad;  nos va ayudar a seguir caminando por un mundo que no sabemos cómo será; nos habrá convertido en personas con más conocimientos, más saber, más anécdotas que contar y compartir. Nos habrá llevado a reír, sonreír, llorar, pensar, en definitiva, a vivir y reconocernos.

He escuchado en la radio estos días como en España, un taller de costura que hace vestuario de películas, se está dedicando a coser batas y mascarillas para el personal hospitalario, pero es que además han donado gran parte de los vestuarios disponibles y que pueden ser reutilizados. Imagino que esto está sucediendo en muchos otros lugares.

También tengo conocimientos que en muchos países hay medidas de apoyo a la cultura entre las medidas económicas que se están tomando, sin duda alguna, esos países saldrán adelante más rápido y mejor, ojalá en el mío (España) también fuera así, aunque no lo parece, dado que no sólo no hay prevista ninguna ayuda de momento, provocando un fuerte enfado en el sector, sino se les intenta denigrar llamándoles titiriteros, como si los títeres no fueran un arte.

No sé, llamadme rara, pero yo prefiero quedarme con todo lo bueno que en estas circunstancias nos aportan desde el mundo de la cultura. Muchas gracias a vosotras y vosotros también, sois muy necesarios para sanar por dentro. La cultura es un bien esencial.

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Marivi Aguado