¿Qué nos hace humanos? Esta pregunta se extiende a través del trabajo de Alex Garland. En los lugares remotos de este mundo, que a veces incluso son incomprensibles, él siente que la 
humanidad cada día carece más de su propósito como ser y es allí donde fabrica más preguntas que respuestas. Con “Annihilation”, el director y guionista, que hace unos años presentó a “Ex Machina”, su opera prima, en esta ocasión se relaciona perfectamente con sus motivos anteriores, tal vez entregando su visión más atrevida.
En “Ex Machina” (2014) hace una buena contribución al género sobre las posibilidades y peligros de la inteligencia artificial y su capacidad de despertar emociones. La adaptación cinematográfica de la novela homónima de Jeff Vandermeer actúa como una profundización de este tema en un nivel diferente. Además de eso, la novela de Vandermeer es solo el comienzo de una trilogía de libros.
Pero "Annihilation" también trata de evolución. Solo que no a un nivel artificial, sino a un nivel puramente biológico. En su nivel muy celular, los genes vegetales, animales y extraterrestres se combinan para formar criaturas y formas de vida completamente nuevas. Lo que suena fantástico es también muy peligroso. Una evolución que está jugando un juego completamente nuevo y rápido, que amenaza a todas las formas de vida anteriores.
La película nos introduce al soldado Kane (Oscar Isaac) quien no tiene un recuerdo palpable del pasado año. A través de unos flashbacks conocemos a la esposa de Kane, Lena (Natalie Portman) que descubre que su esposo y su unidad viajaban en un área contaminada donde cosas extrañas están sucediendo. El fue el único que pudo regresar y no dejó rastro del resto de la tropa que le acompañaba. Entonces Anya Thorensen (Gina Rodríguez), Cass Shepard (Tuva Novotny), Josie Radek (Tessa Thompson) y la Directora, la Dra. Ventress (Jennifer Jason Leigh) conforman un equipo de mujeres científicas que deciden intentar llegar al fondo del rompecabezas.
El objetivo es un faro. Este salvavidas, que debería mostrar a los marineros perdidos el camino, es la meta de toda la expedición, ya que allí se reporta que inició todo.
Es importante ser claros: estas mujeres buscan el origen de este fenómeno para evitar daños mayores. En el camino encuentran cocodrilos agresivos y osos monstruosos, pero el mayor desafío, sin embargo, es la cohesión del grupo. Debido a la influencia del área en donde están caminando, la que presenta cierta transformación en ellas, hay conflictos en un nivel psicológico, en el que las personas en situaciones excepcionales se ven obligadas a convertirse en sombras de sí mismas. Todo esto suena emocionante, y el “Shimmer” (resplandor) también podría serlo. Pero desafortunadamente, los personajes carecen de un ingrediente importante: profundidad.
La mayor debilidad de “Annihilation” es que la película quiere permanecer dudosa y misteriosa por mucho tiempo. ¿Será que la evolución siempre significa peligro o simplemente belleza pura? ¿Cuál es el significado de esta nube? El espectador permanece con preguntas. No hay espacio para la ubicación de los eventos, que duran más de dos horas. Es un viaje eterno al centro del Shimmer.
Cuanto más se adentra el grupo de mujeres en el resplandor, más abstractas se vuelven sus experiencias y percepciones, así como el lenguaje de la película, que al final se rinde por completo al movimiento de los cuerpos y su creación. Lo que queda es la incertidumbre sobre la experiencia y la duda sobre la propia supervivencia en un mundo en el que todo puede cambiar. Pero eso es humano.
A diferencia de muchos grandes dentro de la ciencia ficción, que equiparon el futuro principalmente con estados de ánimo sombríos, la película también se destaca a través de su esquema de color. El color aquí, es protagonista. Un paraíso en la tierra, levantado en un aura sobrenatural, una extraña pesadilla en verde, adornada con amistosas y surrealistas cuasi figuras. Y solo para el final, el viaje ha valido la pena de todos modos, incluso si esto ni siquiera intenta responder muchas preguntas.
En ese sentido, "Ex Machina" tenía mucho más para ofrecer. Y es que “Annihilation” es más interesante que un escenario hipotético. Aquí es necesario sentarse, disfrutar de las consecuencias inusuales, entrar en un mundo en el que todo se disuelve lentamente, cada certeza, cada regularidad. Porque eso también es parte de eso: secretos, mentiras, ambigüedad. Cuando las personas ya no son ellas mismas, todos desconfían de todos, y ni siquiera queremos creer en la protagonista de forma adecuada. Es un horror que va más allá de las bestias que muerden, lo más peligroso es aquello que no vemos, aquellos que no conocemos, creo que es la base de todos los miedos y la base de esta película, el terror esta allí, lo que pasa es que es invisible.
