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Critica a «Phanthom Thread» (2017) de Paul Thomas Anderson

Reynolds Woodcock (Daniel day Lewis) nunca se ha casado, pero está rodeado, e incluso obsesionado con dos mujeres: su hermana, que hace las funciones de su conciencia y mano derecha, y su madre, que aunque fallecida, creó en él un sistema de valores muy arraigados y una disciplina incesante y perfecta por el trabajo, hasta el punto de la obsesión. Reynolds crea diseños para adultos, y para realizar un proyecto, frecuenta y se hace amigos de sus clientes, personalizando cada una de sus creaciones, que tiene valor para él solo en la medida en que quienes las usan lo hacen, respetando el trabajo creado.

El modisto está obsesionado con el subtexto que puede ocultar una prenda, cada uno de sus vestidos pueden esconder un sello de secreto o, un cable oculto (Fantasma de rosca o como su título original Panthom Thread), una escritura secreta, que sólo conoce el diseñador. Como fruto de una casual reunión que alterará la existencia del Creador, éste conoce a Alma (Vicky Krieps). Sin ser su esposa, se instalará en la casa del Maestro, para disgusto de la hermana y también de Reynolds, para quien el silencio, la tranquilidad, el respeto a los hábitos y ciertas reglas son esenciales y vital.

Alma es todo lo contrario a su compañero y no puede hundirse en el molde que se le propone. Por defecto, ya que no hay ni siquiera un molde, el lugar que sostiene o le gustaría tener no está planeado y Alma llega a ser impredecible y incontrolable.

Vemos una relación casi sadomasoquista, de amor-odio, pero también la construcción de una identidad femenina al prejuicio del poder masculino. El director entreteje así otro lienzo, el que llevará al diseñador a la trampa de una relación de consentimiento. Sin duda, también es una de las películas más bellas de amor y creación, desde hace mucho tiempo.

Desde Visconti, el color de las telas, satén, el crujido de la seda, la caída de las faldas, rara vez habían sido filmados tan bien. El vestido que viste a una mujer la esculpe. Cuando Alma se queja de sus medidas y de su pequeño escote, Reynolds responde: "Depende de mí hacerte uno". Woodcock no se contenta con rechazar a estas mujeres, es un creador con hilos y agujas, con seda y perlas, da forma al cuerpo, las moldea, les da talla y las pliega a su voluntad. El "Phanthom Thread" del título podría ser el de los secretos y los malos hechizos diseminados, de la ausencia de una madre con el vestido andrajoso, el fantasma de un vestido que tomó tanto esfuerzo para alejar la maldición Woodstock.

La película trabaja y teje su propia perfección, cuyo requisito lleva consigo la exigencia de los planos, la luz y la textura del trabajo. Paul Thomas Anderson (There Will Be Blood, The Master) escucha el susurro de batas, cortinas y las brillantes telas. Las vibraciones, la inflexión, y la melodía de vestidos, danzan en perfecta armonía a la par de una perfecta e impresionante banda sonora de Jonny Greenwood (The Master, There Will Be Blood).  Paul Thomas Anderson mira de cerca y utiliza la cámara para centrarse en los detalles. Él mismo filmó el guión y la cinematografía. La dirección de actores y el casting están magistrales: y es que Paul Thomas Anderson y Cassandra Kulukukis (Magnolia) fueron cuidadosos y selectivos en los papeles secundarios (Vicky Krieps o Lesley Manville están impecables). Ya sea atrapado en un plano frontal o relegado al fondo, la presencia de Daniel Day Lewis cautiva, captura los ojos, es de "intensidad insoportable" (como leí por ahí). Su Woodcock es un artista totalmente esclavo del arte, de los patrones y la costura, instituyó sus propias reglas y las impuso en toda la casa. Él orquesta su gineceo con elegancia y autoridad.

La belleza de la película radica tanto en el tema, el cuidado en la puesta en escena y en esta sorprendente pareja que juega con los códigos, buscando contrarrestar las convenciones mediante un confuso juego de amor donde todos dominan a su vez a su compañero. En un espíritu puro de amor, buscan salvarse unos a otros. Hasta entonces, Reynolds convirtió en fantasmas a aquellos que se enorgullecían de querer vivir a su lado. Necesitaba una mujer a su medida, una mujer con medidas perfectas. Él la encuentra con Alma, de la que cada centímetro y cada curva están sobre papel, medido y anotado.

El ojo del cineasta se encuentra a través de una mirilla que escudriña el desfile y acaricia con una mirada de connivencia y festeja la silueta de la mujer amada. Ella se dobla, se casa con los pliegues, arrugó su cuerpo para él, pero también invierte el juego y se recupera en momentos tiernos arrancados de su arte… robado, podríamos decir. Obviamente, "Phantom Thread" es un trabajo de importancia. Por un lado, marca la despedida del gran Daniel Day-Lewis, quien abandona el mundo del cine maravillosamente bien con esta película, gracias en particular a la magnífica conclusión ofrecida por Paul Thomas Anderson. El actor es increíblemente intenso con un carisma fascinante. Es sorprendente ver como Vicky Krieps, de treinta años, se las arregla para enfrentarse a este tamaño. Mejor aun, ella logra ser completamente creíble gracias a su dulzura de doble filo. Es una obra de carácter imbuida del estilo de su director. Es un trabajo complejo que todavía esconde muchos misterios: "Cosas que solo yo sabía que existían". Secretos ", dice Reynolds Woodcook. Yo escojo quedarme con las dudas que los adornan.

Phantom Thread (Official Trailer #1) HD 2017 from Movie Deputy on Vimeo.

Acerca del Autor

Ruben Peralta Rigaud

Rubén Peralta Rigaud nació en Santo Domingo en 1980. Médico de profesión, y escritor de reseñas cinematográficas, fue conductor del programa radial diario “Cineasta Radio” por tres años, colaborador de la Revista Cineasta desde el 2010 y editor/escritor del portal cocalecas.net. Dicto charlas sobre apreciación cinematográfica, jurado en el festival de Cine de Miami. Vive en Miami, Florida.