Reseña a "Quiz Lady" de Jessica Yu, con Awkwafina y Sandra Oh, pelicula estrenada en el Festival Internacional de Cine en Toronto.
Awkwafina interpreta a Anne, una tonta tímida que trabaja en un cubículo y está obsesionada con un concurso parecido a Jeopardy llamado Can't Stop the Quiz (presentado por Will Ferrell, en uno de sus mejores papeles en años). El programa y su viejo perro (Mr. Linguini) son los únicos puntos brillantes de su vida. No es una desgraciada, es sólo una tonta con mala postura y pantalones de chándal grises hasta el pecho.
Una serie de travesuras de la trama la pone de nuevo en contacto con su salvaje y alocada hermana mayor Jenny, Sandra Oh, que es muy divertida como la envejecida chica fiestera. Ella es más que el hombre recto para las payasadas de Anne. En cualquier caso, su madre (que está en Macao) tiene una deuda de juego, así que la mafia secuestra al simpático Sr. Linguini. Si no consiguen una cantidad de miles de dólares inmediatamente, no volverán a ver al perro. (¡Los vídeos muestran que los villanos que se lo llevaron han estado mimando al perro! ¡No querrá volver! Esto no sólo es un punto argumental absurdo, sino que habla del elemento "nada demasiado pesado" de esta película).
El resto de Quiz Lady ve a Jenny y Anne en una situación disparatada tras otra. El camino está plagado de payasadas y rarezas, como Holland Taylor en el papel de una vieja vecina incapaz de distinguir entre Alan Cumming y Paul Reubens (un momento desechable con un desenlace mucho más impactante de lo que tiene derecho a ser), y Tony Hale como el susceptible propietario de una posada temática de Ben Franklin que carece de compromiso con su interpretación de la época colonial. Oh es la que tiene más problemas para encajar en el tono descentrado de la película, su chillona interpretación adopta un enfoque de perdigones donde otros disparan con precisión. En sus momentos más débiles, la película se hunde a este nivel, metiendo la obligada, pero nunca divertida secuencia de drogas y el plano a cámara lenta en el que se grita para salvar la vida mientras un coche da vueltas de campana. A favor de esta última, se justifica con un sólido argumento sobre el racismo contra los conductores chinos y el problemático impulso de sus objetos a esgrimirlo como mecanismo de defensa fácil.
Hay momentos en los que los enfrentamientos entre los hermanas pueden ser divertidos, pero la guionista Jen D'Angelo no profundiza lo suficiente en la ira persistente entre los dos personajes para producir suficientes chispas cómicas. Tampoco ayuda que Oh interprete a la exasperante Jenny con tanta amplitud, reduciéndola a una caricatura en lugar de dar cuerpo a esta agitada hermana mayor que tiene tan poco en su vida como Anne. Quiz Lady tiene más éxito en subvertir los estereotipos asiáticos que en desarrollar un frágil vínculo entre estas hermanas tan diferentes.
Dicho esto, la película encuentra algunos momentos agradables cerca del final, una vez que Anne consigue por fin estar en el programa. Jason Schwartzman resulta agradablemente molesto en el papel de Ron, el zalamero campeón actual de Can't Stop The Quiz, mientras que Ferrell suaviza su personalidad enérgica para retratar al genial presentador, que tiene un intercambio desarmantemente dulce con la nerviosa Anne. La película encuentra una manera inesperada de llegar a su final feliz, pero en última instancia, Quiz Lady es una premisa divertida que busca una ejecución más aguda, y que, a diferencia de la brillante Anne, Yu y su elenco no tienen todas las respuestas.
