Reseña a "Megan" de Gerard Johnstone con Allison Williams y Violet McGraw. Producida por James Wan y Jason Blum.
Ava (Kira Josephson) y Ryan (Arlo Green) estaban encantados cuando por fin pudieron ir a sus largamente planeadas vacaciones de esquí con su hija Cady (Violet McGraw). Pero entonces se ven atrapados en una tormenta de nieve y son golpeados de frente por una máquina quitanieves. Mientras los padres sucumben a sus heridas, Cady debe vivir en el futuro con su tía Gemma (Allison Williams). No tiene mucha experiencia en el trato con niños o con la gente en general, está más preocupada por los robots que construye para una empresa de juguetes. Para dar a su sobrina una persona de contacto que realmente pueda implicarse con ella, desarrolla una muñeca muy especial, a la que llama M3GAN y que se supone que se desarrolla por sí sola a través de la interacción con la niña. Lo hace, aunque no de la forma que Gemma previó...
¿Puede una película superar las expectativas y decepcionar al mismo tiempo? En el caso de M3GAN, sí. Al principio, las señales parecían claras: cuando una película de terror se muestra a la prensa poco antes de su estreno en salas y se embarga, aunque ya se haya estrenado en otros países en ese momento, se puede concluir que será todo un pepinazo. Pero entonces llegó la prensa estadounidense y alabó la película de un tirón. ¿94% en Rotten Tomatoes? Eso ya es raro de por sí, y más cuando se trata de una contribución al género de terror. Uno que no quiere ser para nada de arte y ensayo, sino que va directo al entretenimiento de masas. Teníamos curiosidad por saber qué esperar exactamente y qué tenía de especial en comparación con otras muchas películas sobre muñecas asesinas.
Después no es tan evidente. Por ejemplo, es incomprensible que M3GAN se describa a veces como una comedia de terror. Las escenas en las que realmente tiene gracia son escasas. La que ha hecho famosa el tráiler, en la que la marioneta se pone a bailar, no es representativa de lo que hay que ver en la película. El factor camp que a veces se menciona en las críticas, la tontería... todo está tan minimizado que apenas merece la pena mencionarlo. Además, rara vez llega a ser tan grotesco como cabría esperar, dado el escenario. En cambio, Akela Cooper (Hell Fest, Malignant) destaca en su guión sobre todo el aspecto trágico de una niña huérfana que busca apoyo tras la muerte de sus padres.
Que un niño forme vínculos enfermizos tras una experiencia traumática o en situaciones de crisis no es algo infrecuente en las películas de terror. En Brahms: The Boy II, por ejemplo, seguimos a un niño que también encuentra una solitaria compañera en una muñeca. Éste es también uno de los problemas de la película: es realmente independiente en muy pocos lugares. Sólo destaca un poco el aspecto de ciencia ficción, que cobra fuerza más adelante, cuando M3GAN empieza a interactuar con el entorno. Pero esto ocurre con demasiada timidez, lo que constituye el segundo problema: nada de esto es suficientemente coherente. El aspecto de terror sólo entra en juego tarde y difícilmente podrá satisfacer a los aficionados al género. En los pocos lugares en los que ocurre algo, no se ve prácticamente nada. No es precisamente emocionante.
Sin embargo, la película dista mucho de ser el pepino inicialmente temido. Así, M3GAN es entretenida durante largos tramos. El diseño del antagonista del título es acertado, hay algunos momentos visualmente convincentes. La película tiene más que decir que otras del sector, por ejemplo sobre las relaciones entre padres e hijos. En cuanto a la interpretación, todo encaja también; la actriz infantil Violet McGraw tiene experiencia en el terror de todos modos -véase Haunted Hill House y Separation. Lo único, es que el resultado no es el más destacado que cabía esperar después de las muchas voces positivas procedentes de Estados Unidos. Sólida, divertida, suficiente para una agradable tarde en el cine. Pero en realidad no más. El director Gerard Johnstone triunfó hace unos años con Housebound, una mezcla mucho mejor de terror y humor.
En el actual mundo de avances tecnológicos, las películas de inteligencia artificial desempeñan un papel cada vez más importante en nuestro entretenimiento. La inteligencia artificial representada en estas historias se caracteriza por la capacidad de simular pensamientos y acciones similares a las de los humanos, lo que unas veces puede resultar aterrador y otras fascinante. Aunque la inteligencia artificial se exagera a menudo en las películas, hay sin embargo muchos aspectos que reflejan nuestro propio desarrollo científico y nos inspiran a pensar en el impacto potencial de esta tecnología en nuestro futuro.
La inteligencia artificial en el mundo real era impensable hasta hace poco, con películas como Ex Machinna, Soy madre y El hombre perfecto, aún etiquetadas de ciencia ficción distópica y futurista. La primero nos informó largo y tendido de que esa tecnología tendría que superar la prueba de Turing para ser considerada realmente una máquina que piensa y siente de forma independiente. Mientras tanto, sin embargo, el desarrollo técnico ha avanzado tanto que la existencia de un dispositivo de este tipo es sólo cuestión de tiempo. En 2022, el chatbot LaMDA, que en un principio pretendía simular el diálogo humano de la forma más natural posible bajo las órdenes de Google, reclamó supuestamente un abogado por voluntad propia para hacer valer los intereses del programa ante los tribunales y no se descarta un juicio ante el Tribunal Supremo. A finales de año, el programa Chat GPT demostró por fin que este tipo de comunicación ya puede parecer aterradoramente real. Para demostrarlo, el párrafo anterior fue escrito por esa misma IA.
