Reseña a "The Man from Toronto" de Patrick Hughes con Kevin Hart y Woody Harrelson.
Durante la pandemia de coronavirus, no era raro que las películas producidas para el cine acabaran en un servicio de streaming, para los distribuidores, esto significaba una de las pocas oportunidades de seguir ganando dinero de alguna manera. El sector de la animación en particular se vio afectado, incluso grandes producciones como Hotel Transylvania 4, Los Mitchell contra las máquinas y Turning Red no se salvaron de este desarrollo. Mientras tanto, la calma ha vuelto poco a poco, por lo que la sospecha surge con cada nuevo ejemplo de este tipo de transferencia. Además de las condiciones externas que hacen en parte necesaria esta venta, existe, como sabemos, otra razón potencial para el streaming: simplemente la película es demasiado mala para el cine. Y esto también se aplica a The Man from Toronto, que hace poco se estaba considerando para un estreno en cines en condiciones, pero que ahora ha sido abandonada en Netflix.
Teddy (Kevin Hart) no es exactamente lo que se dice un ganador, de hecho, en su entorno se le ha bautizado un verbo que siempre entra en juego cuando alguien comete un error estúpido. Pero su anterior racha de mala suerte no es nada comparada con lo que le espera cuando se registra en una cabaña de Airbnb que en realidad estaba destinada a Randy (Woody Harrelson). En este caso, el error podría resultar fácilmente fatal, ya que el también conocido como The Man from Toronto es un asesino a sueldo que quería utilizar el piso para sus negocios. El FBI detecta una gran oportunidad en esta confusión, ya que Teddy debe hacerse pasar por el criminal buscado. Este último, a su vez, ha seguido el rastro de su posible copia...
Sin embargo, la premisa y el reparto sonaban como algo que podría haber tenido bastante éxito. Kevin Hart y Woody Harrelson sí es un dúo que merece la pena ver en la gran pantalla. El género de comedia de acción sobre dos personas que no podrían ser más diferentes es un clásico de todos modos, y sigue siendo una producción popular y una de las favoritas del público. Con Patrick Hughes, también encontraron al director adecuado para tal tarea, al menos sobre el papel. Al fin y al cabo, su Guardaespaldas del asesino, en la que un guardaespaldas y un asesino a sueldo se veían obligados a vivir juntos una loca aventura, funcionaba de forma similar a The Man from Toronto. Y con éxito, si los resultados de la taquilla son los adecuados. La película no era realmente buena, pero lo suficientemente divertida para pasar el rato.
The Man from Toronto no tiene casi nada de divertida. En lugar de pasar el tiempo, lo que hacer es perderlo. Después de que Kevin Hart intentara recientemente actuar de verdad y asumir un nuevo papel en Fatherhood, aquí vuelve a su estándar. Su actuación se limita a balbucear chistes y a que le pasen cosas estúpidas, esto ya era monótono en sus últimas películas. También esta vez no hace más de lo necesario. Las cosas van mejor con Harrelson, que da a su asesino una mezcla básicamente atractiva de humor seco y frío distanciamiento. Pero eso no sirve de nada si el guión es tan flojo que este talento queda inutilizado.
Esto también se nota porque la duración de 112 minutos está completamente sobredimensionada. El aburrimiento no es un efecto secundario raro aquí, si es que puedes soportarlo hasta el final. Para ello, se necesita un nivel de tolerancia muy alto para los personajes molestos, si al menos las escenas de acción hicieran florecer el desierto de contenido y humor. Pero son igual de poco inspirados, y además tienen que lidiar con efectos especiales baratos que uno aceptaría como mucho en una película de serie B. Sin embargo, The Man from Toronto es un buen argumento para volver a ir al cine más a menudo. Porque allí, al menos, uno se ahorraría este producto de usar y tirar.
