Reseña a "Father of the Bride" de Gaz Alazraki, con Andy Garcia, Gloria Estefan y Adria Arjona.
En la Father of the Bride original, la película seguía a un padre que estaba tratando de lidiar con todos los preparativos necesarios para asegurarse que su hija tuviera un buen día de boda. No solo tuvo que hacer frente a los costos de la boda y los problemas de planificación de última hora, sino que también tuvo que activar el encanto para familiarizarse con sus futuros suegros. Aunque este padre encontró todas estas cosas estresantes, resultó que el quid de su problema se reducía al hecho de que no estaba listo para dejar ir a su pequeña niña convertida en mujer.
La nueva versión de 2022 se basa en esta trama colocándola en el contexto de una gran familia cubanoamericana. También es interesante ver cómo los matices de la sociedad actual, es decir, las redes sociales, la tecnología y la cultura pop, distinguen aún más este reinicio de las películas anteriores.
Es difícil creer que esta historia debutó por primera vez en los cines en 1950. En aquel momento, la película original presentaba a Spencer Tracy y a una joven Elizabeth Taylor, que fue un gran éxito y obtuvo varias nominaciones a los premios de la Academia.
Luego, en los años noventa, la película se filmó con el famoso comediante ganador del premio Emmy, Steve Martin, y la actriz ganadora del premio de la Academia Diane Keaton. Si bien la película no obtuvo ninguna nominación al Oscar, fue un éxito de taquilla que finalmente llevó al proyecto a recibir una secuela (y un cortometraje de Father of the Bride Part 3 (ish) en Netflix).
En esta nueva versión, dirigida por Gary Alazraki, escrita por Matt Lopez y protagonizada por la realeza de Hollywood latino, Father of the Bride toma el concepto de la película con la que comparte su nombre y crea una historia tan profundamente arraigada en las dinámicas y tradiciones familiares latinas que se convierte en algo completamente nuevo.
En la película, la pareja de casados desde hace mucho tiempo, Billy (Andy García) e Ingrid (Gloria Estefan), se sorprenden cuando su hija mayor, Sofía (Adria Arjona), regresa a la casa en Miami. Extremadamente exitosa y con dos ofertas de diferentes bufetes de abogados, es la luz de los ojos de su padre. Pero las sorpresas siguen llegando cuando anuncia un nuevo novio, Adán (Diego Boneta), de quien no tenían idea que existía antes de que la cena familiar esté lista; su prometido y ellos planean una boda rápida para que puedan comenzar una nueva vida juntos en México, de donde es la familia de Adán. Pero con un matrimonio a punto de comenzar, Billy e Ingrid realmente no pueden anunciar que el suyo está por terminar.
A pesar de oponerse a la boda, Billy se deja llevar por la tradición de que él, el padre de la novia, hará todo lo posible para que esta boda sea exactamente como él quiere que sea. Billy, un destacado arquitecto y hombre de familia, siente que su éxito y la dedicación a su herencia cubana le otorgan el derecho a tomar las decisiones.
Pero su postura como patriarca es impulsada directamente por el padre de Adán, Hernán (Pedro Damián), quien pronto llega con sus propias tradiciones mexicanas y el orgullo familiar a cuestas. Lo que comenzó como una hija empujada por su padre para ver las tradiciones a su manera termina con ambos padres, que tienen una voluntad de hierro, compitiendo para hacerse cargo de las nupcias a través de juegos de superioridad.
Un hombre sabio me dijo una vez que los funerales sacan lo mejor de las personas, pero las bodas sacan lo peor. Hay conflictos inevitables sobre qué tradiciones deben honrarse, encuentros incómodos con personas que nunca antes habíamos conocido y que de repente son parte de nuestra familia, y un maratón de eventos y obligaciones relacionados con el enlace. Las bodas pueden generar algunos momentos estresantes, pero es casi seguro que se conviertan en una película entretenida y con la que se pueda relacionar.
El secreto del inminente divorcio de los padres de la novia reemplaza algunos de los elementos de la trama de las versiones anteriores, poniendo más énfasis en los conflictos entre Billy e Ingrid. Se salta la comedia vergonzosa de la caída de Steve Martin en la piscina de los suegros o la dulce fantasía del sueño de ansiedad de Spencer Tracy, y omite uno de mis momentos favoritos en cualquier película, la cara de Spencer Tracy cuando Elizabeth Taylor le dice por qué quiere cancelar la boda. Su cambio continuo de la preocupación al alivio, a la comprensión y al profundo amor paternal, mezclado con la melancólica realización de todas las lecciones de amor que la joven pareja tiene por delante, es una clase magistral de actuación. La versión de la escena en la película protagonizada por Steve Martin es casi igual de buena.
En conclusión, hay algunas transiciones incómodas que sugieren posibles reediciones para mantener a Billy e Ingrid en el centro de la historia y hay demasiada Natalie y no suficiente Cora. Pero García y Estefan y todos nuestros sentimientos acerca de las bodas aportan tanta calidez y buen humor a la película que exige un ´sí` en la confirmación de asistencia.
