Ríe, y el mundo reirá contigo. Llora, y llorarás solo
No es fácil conciliar ideas tan contradictorias como la risa con el suicidio. Reír. Morir. No es una película de Bergman lo que provoca tal reflexión, sino un especial de comedia de Netflix. Inside es una obra magníficamente escrita, fotografiada, editada, protagonizada y dirigida por un humorista que extrae gracia de sus propias vulnerabilidades y de las de todos: Bo Burnham, aquel que nos trajo Eighth Grade. Realizado durante la pandemia, con el comediante encerrado en su casa por obra del gran villano mundial de estos últimos años, este ensayo cómico está constituido de pasajes cortos que van desde números musicales satíricos, secuencias autocontenidas que reflejan aspectos de la comunicación contemporánea (bloggers, gamers, instagrammers) hasta monólogos melancólicos sobre la creación del especial. Ya hemos visto comediantes que revelaban fuerte angustia y dolor en sus textos: se me ocurren Richard Pryor, Robin Williams y Patton Oswalt, por mencionar tres populares (ya que la depresión es bastante frecuente en la carrera del humorista), pero lo cierto es que Burnham jamás evitó abordar el asunto cuando este aparecía en alguno de sus espectáculos (Make Happy, por ejemplo).
La diferencia por aquí, tal vez, es que al poseer la libertad de no tener que hacer reír a sus espectadores cada 30 segundos, Bo se permite experimentar con la forma y el ritmo de su especial, creando una estructura que, si bien parece saltar de un lado a otro sin rima o razón, se vuelve sorprendentemente efectiva. Pero el tema principal de Inside es el dolor del proceso artístico, la necesidad de rasgarse uno mismo para representar las vísceras emocionales a un público que desea primordialmente reír y divertirse, y no es irrelevante el hecho de que Bunrham eventualmente termine desnudo y totalmente expuesto ante nuestra mirada. Así, el título representa no solo el limitado espacio físico impuesto por la pandemia, sino el interior del propio realizador, que es forzado a buscar en si todo lo que gustaría dejar “no abarcado”. Un zambullón que Bo quiere evitar, pero que, por otro lado, se acaba tornando su salvavidas en un período tan doloroso, triste y angustiante. De los mejores “contenidos” que he tenido la ¿suerte? de ver en este mundo pandémico.