Reseña a "Ava" (2020) del director Tate Taylor, con Jessica Chastain, Colin Farrell y John Malkovich.
Ava trabaja como asesina a sueldo para una organización secreta, su especialidad es la eliminación de objetivos de alto rango en todo el mundo. El día en que recibe información errónea, una de sus misiones sale mal, es puesta en descanso y decide visitar a su familia con la esperanza de volver a unir las piezas de una relación familiar rota. Pero su misión fallida sigue persiguiéndola. Para la organización, todos los rastros deben desaparecer y es así que Ava se convierte en el principal objetivo y, además de salvarse, debe proteger a su familia.
Con esta premisa, y el fuerte enfoque que se le da a la familia, creeríamos que estamos viendo un mediocre drama familiar, pero en realidad, es un thriller, una película de acción. Desgraciadamente. Lo que vemos es una directa inspiración de las historias de Luc Besson, una enésima película con un solo nombre (femenino) en la que escenificamos no un héroe, sino una anti-heroína impulsada por varios motivos, entre ellos, falta de testosterona y un pasado doloroso y difícil que iremos descubriendo poco a poco.
Los villanos son una misteriosa organización que parece extender sus tentáculos por todo el mundo y que se reconoce por los números codificados. ¿Un asesino a sueldo que se toma sus misiones demasiado a pecho queriendo saber por qué tiene que matar y lo hace interrogando a sus futuras víctimas? Giros y vueltas, traidores o no, un padre sustituto, una madre y una hermana abandonadas, un antiguo amante... se supone que arrojan nueva luz sobre el comportamiento de Ava, por qué está aquí y por qué ha decidido volver a su casa. Ah, no olvidemos un antro de apuestas clandestino, pero que también es un salón de baile con una jefa asiática que tiene una disputa con Ava. Obviamente el director pretende humanizar a la mujer que parece no ser más que una máquina de matar. Demasiados personajes e innecesarias subtramas.
Tate Taylor no es lo que uno llamaría un gran director, pero Ava al menos parece haber sido montada por alguien que sabe cómo hacer una película, a pesar de la completa falta de energía o urgencia de la narración. No es ni ingeniosa ni emocionante en absoluto, y Taylor, en particular, no muestra ninguna capacidad de inyectar, con ningún tipo de ingenio, diversión o incluso brutalidad, ni una sola de las escenas de lucha de la película o los tiroteos en el ámbito familiar. Se siente como si a Ava se le hubiera dado la mínima responsabilidad de dirigir algo, y casi como si fuera la ocupación de alguien que trabaja lo suficiente para no ser despedida. Con la excepción de la lucha climática entre el héroe y el villano, Ava es tan excitante y dura de golpear como pagar impuestos
Al final, es una película de acción banal, llena de clichés del género y que se vuelve terriblemente pesada por su dimensión dramática, queriendo iluminar a Ava con una luz benéfica, pero la llama es muy poca dentro del ventorrero túnel.