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Critica a «Queen & Slim» (2019) de Melina Matsoukas

Reseña a la película "Queen & Slim" de Melina Matsoukas protagonizada por Daniel Kaluuya y Jodie Turner-Smith.

Queen & Slim se sumerge en un mundo de injusticia y cuenta la conmovedora y trágica historia de dos personas que se enamoran mientras huyen. Todo comienza con una fecha poco significativa,  pero cuando la abogada Angela (Jodie Turner-Smith) y el vendedor Ernest (Daniel Kaluuya) se encuentran con un control policial, su primera noche juntos toma un giro fatídico.

De la situación no surge un dilema moral; Matsoukas escenifica claramente el incidente mortal como un acto de autodefensa, que no pudo ser percibido como tal en las cámaras del interior del coche de policía, ya que fueron incapaces de representar plenamente la escena del crimen. A este respecto, debería ser fácil simpatizar con las dos víctimas de las circunstancias que fueron erróneamente buscadas como asesinos de policías. Después de todo Queen & Slim apela a la igualdad de trato y a la justicia.

Queen & Slim siempre se mueve entre dos polos diferentes. Por un lado, está la amarga realidad de la violencia policial y el racismo institucional. Un mundo en el que las personas son sistemáticamente oprimidas y desfavorecidas, y en la historia que aquí se cuenta, incluso perseguidas. El guión de Lena Waithe de manera consciente traza paralelismos con nuestro presente, aunque la película a veces parezca un cuento de hadas caído en el tiempo. En este punto sale a la luz la otra cara de la historia, que es soñadora, con tendencia a lo fantástico y lo surrealista. Una avalancha de música e imágenes: en estos momentos, Melina Matsoukas se inspira de manera impresionante en su experiencia como directora de videos musicales.

Como muchos de sus colegas, la directora Melina Matsoukas comenzó como directora de publicidad y de videos musicales. La ventaja de esto es que los cineastas con este trasfondo suelen poseer un sentido de la estética muy especial, aunque, como en el caso de Michael Bay, esto no siempre va automáticamente de la mano de la finura narrativa. Matsoukas, responsable de clips musicales de Beyoncé y Rihanna, entre otros, ahora también pone en primer plano la puesta en escena en su debut cinematográfico,  Queen & Slim, alineando una esperanzadora escena icónica tras otra. Habría sido tarea de la guionista Lena Waithe apuntalar esta actitud de estilo sobre sustancia de su colega con un guión igualmente ambicioso, pero Queen & Slim no se ha convertido en más que una variación de Thelma & Louise o Bonnie & Clyde,  sólo que con dos protagonistas negros en el centro, sino todo lo contrario. La  road movie que denuncia los agravios socioculturales generales en los Estados Unidos persigue una agenda muy clara. Hasta ahora, y en vista de la ira translúcida de la directora, es comprensible. Sin embargo, sobre el enfoque de dejar que el odio y el racismo hablen por sí mismos, Matsoukas olvida algo como es el dibujo de personajes y la dramaturgia.

A veces la película se pierde en los momentos. Pero son estos los que hacen que el viaje sea tan valioso y crean los recuerdos que permanecerán. Porque lo que queda es lo que Queen & Slim se preguntan más que nunca sobre su fuga. Confrontados diariamente con el hecho de que una vida puede extinguirse en una fracción de segundo, se hace evidente que el gran anhelo es el dejar un legado. Ser alguien que permanece, aunque ya no esté: Melina Matsoukas da como respuesta a esta pregunta una historia de amor que cada vez se hace más patente, aunque en los primeros minutos de la película parecía como si nunca fuera a suceder.

Queen & Slim nunca niega la catarsis de los personajes en su deprimente situación, es más la película cuenta lo contrario, sobre la forma de vida en un ambiente deprimente, sobre la esperanza de que hay algo bueno en la gente que los conecta. Al final, se trata de la libertad y la conexión que sólo podemos descubrir en los peores momentos. Y eso es lo que hace de esta historia, a pesar de todo el horror de su contenido, una película sobre la esperanza, sobre la lujuria por la vida y la belleza que se puede descubrir en la diversidad cultural.

Pero el llamado asociado a la resistencia contra el siempre presente desequilibrio racista también se procesa a través del viaje de los personajes. Los protagonistas aparecen aquí como símbolos, como chispas que pretenden evocar un futuro mejor. Desde un punto de vista simbólico, esto es muy poderoso, pero también se convierte en el problema de la película. El simbolismo y el subtexto que la acompaña son a menudo el único foco de atención de la historia. Las tramas de caracteres comprensibles se tratan sin importancia.

Slim (Daniel Kaluuya) and Queen (Jodie Turner-Smith) are on the run in Queen

Slim (interpretado por Daniel Kaluuya) dijo una vez que no cree en la coincidencia, sino sólo en el destino. La película también sigue este credo, y siempre trata de llegar a un cierto objetivo ajustando los eventos y las tramas de los personajes, sacudiendo así el desarrollo orgánico de la historia. Es ciertamente comprensible que los personajes no actúen racionalmente dentro de una situación extrema, pero Queen & Slim sobrecarga la suspensión de la incredulidad una y otra vez. Esto también tiene efectos negativos en el sonido de la película. 

De vez en cuando Queen & Slim salta a reinos humorísticos, que no quieren encajar en el resto de la historia en absoluto. Sin embargo, la historia sigue siendo algo especial, aún cuando el contenido la película podría haber sido un poco más redondo.

Esta historia de amor no sólo está impulsada por el anhelo, sino también por la ira, el odio y la desesperación. Una contradicción, que Queen & Slim envuelve en un desafiante montaje, en el que la lujuria y el amor se encuentran con la violencia y el miedo, en otras palabras, ambas partes de la película están unidas en un remolino de emociones cada vez mayores. Melina Matsoukas no siempre tiene éxito en este acto de equilibrio, pero su sentimiento de composición pictórica nunca la decepciona. Especialmente no cuando la película se retira a lugares meditativos que cobran vida sólo a través de sus colores y sonidos, a veces en el brillo de luces borrosas en la noche, a veces en la cara del sol brillante. Una poderosa experiencia cinematográfica llena de baches.

Acerca del Autor

Ruben Peralta Rigaud

Rubén Peralta Rigaud nació en Santo Domingo en 1980. Médico de profesión, y escritor de reseñas cinematográficas, fue conductor del programa radial diario “Cineasta Radio” por tres años, colaborador de la Revista Cineasta desde el 2010 y editor/escritor del portal cocalecas.net. Dicto charlas sobre apreciación cinematográfica, jurado en el festival de Cine de Miami. Vive en Miami, Florida.