Entrevista con el productor Deal Altit.
En el vasto panorama del cine contemporáneo, el género de terror ha evolucionado más allá de los clichés convencionales para convertirse en un vehículo poderoso de crítica social y emocional. Rebirth: Home Sweet Home, la nueva producción del experimentado productor Dean Altit, es un ejemplo elocuente de esta transformación. En una entrevista exclusiva para nuestro canal, Altit comparte las motivaciones y desafíos detrás de una obra que combina el horror psicológico con un comentario social profundo, invitando al espectador no solo a sentir miedo, sino a reflexionar.
Dean Altit no es un nombre ajeno al cine independiente. Con una trayectoria que abarca thrillers, dramas y producciones de género, su enfoque siempre ha estado marcado por la pasión por las historias humanas. En Rebirth: Home Sweet Home, esta sensibilidad se acentúa con una narrativa que entrelaza el trauma personal, el aislamiento y las fracturas sociales que se esconden detrás de la aparente normalidad de la vida cotidiana.
La historia sigue a Jake, un oficial de policía estadounidense que, mientras está de vacaciones con su familia en Tailandia, se ve envuelto en un mundo sobrenatural tras interrumpir el ritual de un asesino en masa que abre las Puertas del Infierno. Cuando los demonios escapan y poseen a las personas en las calles, la ciudad cae en el caos. Para salvar la ciudad y a su familia atrapada, Jake debe aliarse con un misterioso monje novicio y embarcarse en un viaje a través del mundo sobrenatural de The Hindrance para cerrar las Puertas del Infierno .
Durante la entrevista, Altit destaca la importancia de utilizar el cine de terror como una herramienta de exploración emocional. “El miedo conecta con nuestros impulsos más primitivos, pero también con nuestras realidades más íntimas. Rebirth no trata solo de sobresaltos, sino de las heridas que no sanan y que, si no se enfrentan, pueden devorarnos desde dentro”, comenta el productor. Esta declaración resume la esencia del filme, que apuesta por un horror más atmosférico y simbólico, alejándose del efectismo barato y abrazando una estética introspectiva.
Visualmente, la película se sostiene sobre una dirección de arte que acentúa lo inquietante desde lo cotidiano. Las casas, las calles vacías, los rostros inexpresivos: todo contribuye a una sensación de incomodidad que crece en paralelo al arco emocional de su protagonista. El diseño sonoro y la música juegan un papel esencial, sumergiendo al espectador en un entorno enrarecido que recuerda a clásicos como The Wicker Man o Hereditary, pero con un enfoque más íntimo.
Altit también reflexiona sobre la relevancia actual del terror como género de resistencia. En un mundo cada vez más polarizado y ansioso, el cine de horror permite exponer ansiedades colectivas sin necesidad de enunciarlas de forma explícita. “A veces, lo que más nos asusta es lo que ya conocemos”, afirma, subrayando el subtexto social que atraviesa Rebirth: Home Sweet Home.
La entrevista completa, disponible en nuestro canal de YouTube, ofrece una mirada enriquecedora sobre el proceso creativo y las intenciones detrás de la película. Para los amantes del cine de terror que buscan algo más que sangre y sustos, y para quienes creen que el cine debe conmover tanto como inquietar, esta conversación con Dean Altit es una invitación a repensar los límites del género.