Disney+ estrena este viernes la ficción basada en uno de los relatos autobiográficos más exitosos de Hernán Casciari, con Alan Sabbagh como protagonista principal
Hulu y Disney + nos trae una nueva serie que promete conectar profundamente con nuestras emociones: El Mejor infarto de Mi Vida. Con una combinación única de drama y comedia, esta historia aborda temas universales como el amor, la familia y las segundas oportunidades desde una perspectiva fresca y divertida. La serie, protagonizada por Alan Sabbagh y Olivia Molina, se centra en dos personajes cuya conexión inesperada transforma sus vidas y nos recuerda que, incluso en los momentos más complicados, hay espacio para el humor y la esperanza.
En una reciente entrevista exclusiva, los actores principales, Alan Sabbagh y Olivia Molina, compartieron detalles sobre sus personajes, el proceso de filmación y la esencia de esta emotiva producción.
Una historia de encuentros inesperados
La sinopsis oficial de la serie señala: El mejor infarto de mi vida relata la historia de Ariel, un escritor fantasma de humor ácido, frustrado y con una vida muy desordenada que entra en crisis cuando es abandonado por su mujer y sufre un infarto mientras se encuentra en una casa de alquiler temporario en otro país, junto a una chica a la que acaba de conocer. Este suceso no sólo resignificará su vida, sino también la de muchas personas que están a su alrededor".
Y así, es cómo comienza una historia que dará mucho de qué hablar. Llena de diversión remarcando las costumbres argentinas, es una trama repleta de realidad que busca escapar del drama que conlleva con su costado humorístico. La esencia de "argentinidad al palo" no se pierde y se combina con un dinamismo que se enfoca en desestimar cualquier tipo de dramatismo exagerado. A su vez, Alan Sabbagh hace un papel sublime.
La serie mezcla momentos de profunda reflexión con situaciones cargadas de humor, creando una narrativa ágil que mantiene a los espectadores enganchados. Según Sabbagh, el objetivo era encontrar un equilibrio que no resultara ni demasiado melodramático ni excesivamente cómico: “La vida real está llena de momentos agridulces. Queríamos reflejar eso, mostrando que incluso en las situaciones más difíciles, siempre hay algo que te puede hacer reír”.
El mejor infarto de mi vida está inspirada en hechos reales, que sucedieron hace casi una década y que fueron adaptados para ser contados narrativamente en formato audiovisual. El paso al lenguaje audiovisual, lejos de quitarle brillo a la historia verdadera, termina consolidando la potencia humana de la original, con una estructura narrativa que asume en los distintos capítulos el punto de vista de cada uno de los personajes alrededor de ese infarto, que a priori se produjo en el momento menos oportuno (de viaje, con una compañía recién conocida, en una casa alquilada) pero que los hechos demostraron que no podía haber tenido mejores condiciones para superarlo.
El actor Alan Sabbagh se pone en la piel de Casciari, bajo el nombre de Ariel en la ficción, un escritor frustrado que se gana la vida escribiendo libros para otros. Su madre (Rita Cortese) no parece ser la mujer más adecuada para contenerlo afectivamente. Además lo acaba de abandonar su esposa (Eleonora Wexler). El viaje a Montevideo, acompañado por una mujer que recién conocía (Olivia Molina), terminó en ese infarto que tuvo la suerte de toparse con los dueños de la casa que alquilaba, Javier (Rogelio Gracia) y Alejandra (Romina Peluffo), que reaccionaron rápido y humanamente para que Ariel pudiera contarla. Una situación dramática, con final feliz, que Casciari dejó asentado en una reseña en Airbnb que se viralizó por lo graciosa y real.
La serie, filmada en Argentina, Uruguay y España, fue creada por Pablo Bossi, quien también la dirige junto a Mariana Wainstein, con guion de Lucas Figueroa y la producción a cargo de Pampa Films y Tandem Films.
Con un elenco que incluye a Olivia Molina, Rogelio Gracía, Romina Peluffo, Brian Maya, Imanol Arias, Rita Cortese y Eleonora Wexler, la serie busca destacar la importancia de las segundas oportunidades y de todo lo bueno que puede ocurrir después de hacer un bien, por más que se trate de un desconocido.
En la serie y en la vida real pasan cosas completamente distintas, pero la depresión, el tabaquismo, el sobrepeso, la resignación y la pulsión de muerte son iguales. También, cuando ocurre el infarto, todo lo que pasa después es la pura verdad, todo.