Reseña a "The Piano Lesson" con Samuel L. Jackson, John David Washington, Ray Fisher y Danielle Deadwyler.
Al menos en lo que respecta al teatro, el dramaturgo August Wilson fue EL cronista por excelencia de la experiencia afroamericana en el siglo XX. Especialmente con su llamada “El círculo de Pittsburgh”, el dramaturgo estadounidense trabajó sobre la convivencia y la vida cotidiana de la comunidad afroamericana en un total de diez obras, cada una de ellas ambientada en una de las diez décadas del siglo XX. La más conocida de ellas es la obra The Piano Lesson, estrenada en 1987, en la que vincula una historia familiar con experiencias de esclavitud y elementos sobrenaturales, y por la que recibió el premio Pulitzer al mejor drama en 1990. Dos décadas después (y una adaptación televisiva), la obra fue redescubierta.
Se presentó por última vez en Broadway en una producción ganadora del premio Tony en 2022. El conjunto en ese momento incluía a Samuel L. Jackson, John David Washington, Ray Fisher y Michael Potts. El cuarteto volvió a asumir sus papeles en la adaptación cinematográfica. Después de que el ganador del Oscar Denzel Washington dirigiera su propia sensible adaptación cinematográfica de una obra de Wilson con Fences (2017), la estrella de Gladiator II ayudó a la suya como coproductora en The Piano Lesson su hijo menor, Malcolm Washington, en su debut como director, y su hijo mayor, John David Washington en otro papel protagónico. Al final, sin embargo, es el elenco lúdico del clan familiar el que salva con el tiempo el drama de Netflix, que de otro modo sería bastante isoportable.
Pittsburgh, 1936: Un piano provoca discordia en la familia Charles. Entonces Boy Willie (John David Washington) quiere vender la valiosa reliquia y usar el dinero para comprar un terreno. Pero su hermana Berniece (Danielle Deadwyler) no quiere saber nada al respecto. Está demasiado apegada al instrumento, al que asocia muchos recuerdos y al que está convencida de que los espíritus de sus antepasados están conectados a él. Su tío Doaker (Samuel L. Jackson), en cuya casa se encuentra el piano, se interpone entre los dos hermanos que discuten e intenta mediar. Pero ni siquiera él puede evitar que la atmósfera se vuelva más tensa minuto a minuto. Después de todo, no se trata sólo de desacuerdos familiares. También están atormentados por el pasado de otras maneras.
El drama no sólo trata el tema de la familia en términos de contenido, sino que también es un verdadero negocio familiar en sí mismo. Este es el debut como director de Malcolm Washington , el hijo de Denzel. El hermano de Malcolm, John David Washington, ahora un actor muy solicitado, asumió el papel principal. Si bien la colaboración allí probablemente funcionó bien, cuentan la historia de una familia que amenaza con separarse debido a un conflicto. Aparentemente, The Piano Lesson trata sobre la venta planificada de un piano viejo. Pero eso es sólo la fachada. Más bien, la obra y, por tanto, la película, tratan sobre la cuestión de cómo afrontar el pasado. Está claro que el instrumento tiene un significado simbólico. Simplemente no se revela al principio cuál es. Sólo mucho más tarde el público aprende sobre la historia y cómo la familia se relaciona con ella.
Como era de esperar, gran parte gira en torno al tema de la esclavitud. Esto fue abolido hace mucho tiempo, en la década de 1930. Pero eso no significa que los efectos no se sigan sintiendo. El pasado atormenta a la familia, los atormenta en recuerdos e historias. Pero también los persigue en un sentido más espiritual. De hecho, en The Piano Lesson se suele hablar de fantasmas que se dice que caminan por la casa y que también están conectados con el piano. Pero Washington no se contenta con dirigirse simplemente a estos fallecidos. A medida que avanza la película, adquiere cada vez más elementos de terror, especialmente hacia el final, la obra recuerda a las películas clásicas de terror de casas encantadas.
Pero aquí no se puede esperar un auténtico cine de género. A pesar de los pequeños trucos, el drama, que se estrenó en el Festival de Cine de Telluride 2024 , es claramente reconocible como una obra de teatro la mayor parte del tiempo. El entorno es limitado y gran parte de la historia se desarrolla en una sala de estar. La película también tiene muchos diálogos y la trama es manejable. Sin duda, esto resultará demasiado aburrido para algunas personas, sobre todo porque The Piano Lesson dura más de dos horas y es una prueba de paciencia. Y, sin embargo, siempre hay momentos conmovedores, llevados por un conjunto fuerte que cuenta una historia familiar entre susurros y gritos que es al mismo tiempo extraordinaria y, sin embargo, representativa del destino de muchos otros.
