Antonio Banderas cita a Maquiavelo mientras su imperio criminal se desmorona en The Clean Up Crew, una acción-comedia disparatada que nunca logra encontrar su equilibrio. La película, con un aire a lo Guy Ritchie, presenta una narrativa forzada llena de ladrones torpes, policías corruptos y un cuarteto de limpiadores de escenas del crimen que se ven atrapados en un absurdo plan de robo. A pesar de sus intentos, The Clean Up Crew apenas logra arrancar unas cuantas risas con su humor exagerado y su enfoque deliberadamente excesivo.
La historia gira en torno al gánster español Gabriel Barrett, interpretado por Banderas, quien ha controlado despiadadamente el crimen en Irlanda desde su llegada tres años antes. Sin embargo, su reinado está lejos de ser estable, y algunos de sus subordinados, cansados de trabajar por las migajas que les da, deciden tomar medidas drásticas. Danny y Jack, un par de ineptos matones contratados por Barrett, optan por robar una maleta llena de dinero en lugar de entregársela al agente de la Agencia de Crímenes Especiales, un policía corrupto que trabaja para Barrett. Como era de esperar, el robo no sale según lo planeado, lo que desencadena una serie de eventos caóticos.
Después del fallido robo, la policía llega para inspeccionar la escena del crimen, pero no logra encontrar el botín. Aquí es donde entra en acción The Good Life Cleaners, una peculiar empresa de limpieza de escenas del crimen, que es llamada para encargarse de la sangrienta tarea. La compañía está dirigida por Siobhan, interpretada por Melissa Leo, quien entrega una actuación sólida con un impecable acento irlandés. Siobhan es una mujer dura, constantemente quejándose de sus empleados, sus hijos adoptivos y su insatisfacción general con la vida.
Para el trabajo matutino, Siobhan llama a la pareja Alex y Meaghan, interpretados por Jonathan Rhys Meyers y Ekaterina Baker, respectivamente. La relación entre Alex y Meaghan es tensa; aunque se aman, no logran ponerse de acuerdo sobre su futuro juntos. Meaghan ha estado deseando casarse y abrir una funeraria, un sueño que Alex no comparte. La tensión entre ellos es palpable mientras se embarcan en la tarea de limpiar la escena del crimen. Junto a ellos está Charlie, interpretado por Swen Temmel, un adicto a las drogas con un temperamento explosivo que Siobhan mantiene bajo control. Charlie es un personaje peculiar que, inexplicablemente, se desmaya cada vez que se le pasa el efecto de las drogas.
El equipo de limpieza se pone sus trajes rojos de materiales peligrosos para enfrentarse a una escena espantosa, pero se llevan una gran sorpresa cuando descubren algo inesperado en la chimenea: el botín robado. Lo que sigue es una serie de eventos que ponen a prueba las lealtades del equipo. Alex y Meaghan ven en el dinero una oportunidad única para cambiar sus vidas, casi como si hubieran ganado la lotería. Sin embargo, Siobhan, más pragmática, sospecha correctamente que quien haya perdido el maletín seguramente lo buscará y pondrá en peligro la vida de todos. La tensión crece dentro del equipo mientras debaten qué hacer con el dinero. Charlie, en uno de sus raros momentos de lucidez, se alinea con Alex y Meaghan, dispuesto a luchar por su parte del botín.
La película se esfuerza por combinar la comedia con la acción, pero a menudo se siente desarticulada. El humor, que se supone que proviene de la exageración deliberada y de los personajes caricaturescos, rara vez logra hacer reír. La dinámica entre los personajes principales es extraña y a veces roza lo absurdo, lo que podría haber funcionado mejor si la película hubiera sido más coherente en su tono. El director parece tener dificultades para equilibrar los elementos de la comedia y el thriller, lo que resulta en un producto final que no termina de encajar.
The Clean Up Crew tiene momentos de ingenio, y algunos podrán encontrar entretenimiento en sus personajes excéntricos y situaciones ridículas. Sin embargo, la película no logra mantenerse a la altura de sus aspiraciones. La narrativa se siente forzada y desordenada, lo que hace que el espectador pierda el interés en la trama central y en los destinos de los personajes. A pesar de las actuaciones sólidas, especialmente la de Banderas, la película no alcanza el nivel de otras obras del mismo género.
En última instancia, The Clean Up Crew es un intento fallido de combinar la acción y la comedia de una manera que podría haber sido más eficaz si hubiera habido un enfoque más claro y una mejor ejecución. Aunque la película intenta seguir los pasos de éxitos como los de Guy Ritchie, termina siendo una mezcla confusa de ideas y estilos que no logran cohesionar. Para aquellos que disfrutan de la acción exagerada y el humor negro, puede que haya algo aquí que les entretenga, pero para el espectador promedio, The Clean Up Crew será una experiencia olvidable.