Desde su primer fotograma, "The Abandon" nos sumerge en el caos de una guerra no especificada. La escena inicial presenta al soldado Miles, interpretado por Jonathan Rosenthal, en medio de explosiones, sangre y carnicería. No sabemos mucho sobre el contexto de la batalla, solo que es un escenario marcado por su brutalidad. Cuando una bomba detona cerca de Miles, una luz brillante y sobrenatural lo envuelve, y de repente, la escena cambia dramáticamente.
De este campo de batalla chocante, encontramos a Miles despertando en una habitación vacía, de cuatro paredes. Aunque está desprovista de fuentes de luz visibles, la habitación está misteriosamente iluminada. Jonathan Rosenthal ofrece una actuación hipnotizante como un soldado solitario que lucha por entender su nueva realidad.
El misterio se profundiza cuando Miles, armado con su equipo pero sin respuestas claras, recibe una comunicación por radio de una voz misteriosa que puede ser amistosa. Esta comunicación ofrece una pizca de esperanza pero también agrava el enigma, sumergiendo al espectador en un estado de incertidumbre constante.
Uno de los aspectos más notables de "The Abandon" es su dependencia en la habilidad de Jonathan Rosenthal para llevar la película casi completamente sobre sus hombros. En una estructura narrativa que recuerda a películas como "Buried", la actuación de Rosenthal es una obra maestra de profundidad emocional y psicológica. Esta singular concentración en un solo personaje en un espacio confinado requiere una narrativa excepcional. La interpretación de Rosenthal captura la esencia de la soledad y la lucha desesperada por comprender en medio de eventos surrealistas. La habitación se convierte en un personaje en sí mismo, una fuerza silenciosa pero omnipresente que amplifica el predicamento de Miles.
A pesar de su duración de 97 minutos, la película puede sentirse frustrantemente lenta, como si durara 137 minutos. Estar confinado a ese espacio cúbico todo el tiempo no ayuda, ya que la habitación se vuelve repetitiva en sus trucos, y no hay mucha urgencia en lo que está sucediendo. Sin embargo, las actuaciones son comprometidas y cautivadoras dentro de una narrativa que, si bien no es la más emocionante de ver, presenta un misterio moderadamente intrigante.
El descubrimiento de pequeños giros y vueltas es intrigante, especialmente cuando la situación se transforma en, de todas las cosas, una complicada ecuación matemática. Uno se pregunta si los procedimientos habrían sido más estimulantes visualmente si la película también se hubiera centrado en la perspectiva de otra víctima o si hubiera hecho un mayor esfuerzo por profundizar en los flashbacks en lugar de tener a los personajes monologando sobre ellos o enojándose convenientemente para la trama.
A diferencia de otras películas de "cubos", esta no es un slasher, sino más bien un rompecabezas que necesita ser resuelto. La dirección del escritor Dwain Worrell y el director Jason Satterlund toman una premisa muy usada y la manejan de manera refrescante. Permiten que el público trabaje en el rompecabezas al mismo tiempo que los personajes, lo cual es intrigante. Me encontré preguntándome qué haría en esa situación, buscando frenéticamente en la pantalla cualquier pista y escuchando cualquier indicio de lo que estaba ocurriendo.
El guion es ajustado, y las sorpresas y revelaciones llegan en el momento justo. Jonathan Rosenthal hace un trabajo increíble siendo el personaje principal en la mayor parte del tiempo, manteniendo el foco de la película y llevándola con perfección. Desde el momento en que Miles despierta en la caja hasta el final, la película me mantuvo envuelto en su misterio.
El diseño de producción de JC Molina es vibrante, las texturas y colores de los trajes de Shiona Turini brillan, y el maquillaje y peinado de Jose Zamora y Claudia Humburg, respectivamente, son estelares. Sin embargo, poco se dice realmente aquí. De hecho, eliminar el episodio 6 podría haber hecho una serie mucho más aguda en su conjunto. No siempre estaba seguro de que lo que Har’el intentaba fuera efectivo, pero la serie es audaz de una manera que pocas series intentan ser.
A medida que la historia vincula el racismo y el antisemitismo, con imágenes de la esclavitud y referencias al Holocausto, "Lady in the Lake" es una serie fácil de impresionar. Pero en algún lugar del camino, la historia, cualquiera que sea, se pierde. A diferencia de la heroína de "Lessons in Chemistry", un ejemplo menos matizado de una trama muy similar, Maddie no se supone que simplemente entre en una sala de redacción y sea natural simplemente por hablar con la verdad. Pero hay una diferencia entre tratar su sueño como algo no convincente y tratarlo como un pensamiento posterior en la trama.
En resumen, "The Abandon" es una película que, a pesar de sus repetitivas limitaciones espaciales, ofrece una experiencia única y profundamente emocional a través de la brillante actuación de Jonathan Rosenthal. Es una exploración intrigante de la soledad, el misterio y la condición humana que mantiene al espectador pegado a la pantalla, buscando respuestas y empatizando con el viaje solitario de Miles.