A mediados de la década de 1960, el estudiante de fotografía Danny (Mike Faist) se une a los Chicago Vandals. Está planeando un libro sobre el club de motociclistas, con fotografías y entrevistas. Entonces Kathy (Jodie Comer) le cuenta sobre la vida con el motociclista Benny (Austin Butler), con quien se casó. El joven rebelde es famoso por su valentía en el club de Johnny ( Tom Hardy ). No obedece ninguna norma de tráfico y se sienta impasible en un bar con el escudo del club en el chaleco. Se produce una pelea en la que a Benny casi le cortan el pie. Johnny hace que sus motociclistas quemen el lugar, el departamento de bomberos mira intimidado. A lo largo de los años, a los antiguos miembros como Brucie (Damon Herriman) y Zipco (Michael Shannon) se les unen otros nuevos que han traído consigo un trauma desde Vietnam. La moral se está volviendo más dura, Johnny quiere ceder el liderazgo a Benny, Kathy está harta del club. Benny tiene que tomar una decisión.
La cultura de la motocicleta en Estados Unidos expresa un sentimiento de libertad que se adentra en el reino utópico del anhelo. El director y guionista Jeff Nichols ( Midnight Special ) se inspiró para su largometraje en el fotolibro homónimo de Danny Lyon de 1968 sobre el Chicago Outlaws Motorcycle Club. También hay algunas tomas con miembros individuales en los créditos. Nichols ideó historias para algunos de los personajes, basándose también en las entrevistas de Lyon. Hubo grabaciones de audio con Kathy, quien sigue al personaje cinematográfico del mismo nombre. Puedes ver a la divertida joven, interpretada excelentemente por Jodie Comer, hablando repetidamente con el fotógrafo. Luego, la acción sigue sus historias inteligentes e incorruptiblemente frívolas sobre Benny y los otros hombres en flashbacks.
Nichols cita dos clásicos del cine como puntos de referencia de la cultura pop, que también cita en su largometraje: The Wild One con Marlon Brando de 1953 y Easy Rider de 1969. Johnny, que lleva una vida de clase media como padre de familia y camionero. , está involucrado en la fundación de los Vandals inspirándose en una escena de la película con Brando. Al principio, Johnny solo corría motocicletas con algunos amigos, pero el club pronto ofrece a sus crecientes miembros una sensación de grupo completamente nueva. Kathy experimenta su poder por primera vez como pasajera de Benny en un viaje en el que los vándalos conquistan la carretera rural en masa con sus rugientes máquinas. Los Vándalos surgieron antes de la era del flower power, pero su espíritu fuera de la ley, que de ninguna manera es no violento, apunta a la inminente agitación social. Austin Butler interpreta a Benny, el personaje principal real, pero a menudo sólo en segundo plano, como un gran personaje silencioso. Con su pose ligeramente melancólica, evoca recuerdos de la leyenda del cine James Dean, que en los años 50 simbolizaba el inconformismo juvenil.
El director Nichols captura la década de 1960 como una época de cambios graduales en la pantalla grande. La vida en el Medio Oeste parece rígida; no hay aceptación para los motociclistas que aparecen vestidos de club como una pandilla de bebedores de ocio. Pero los tipos con chaquetas de cuero y Harleys usadas reconvertidas dejan boquiabiertos a los buenos ciudadanos. El novio de Kathy se entrega silenciosamente a Benny, quien simplemente espera frente a la casa con su máquina. Cuando la justa Kathy quiere sacar a su Benny de la esfera de influencia de Johnny, él le hace saber que pronto se irá de todos modos.
Tom Hardy interpreta al líder del club, Johnny, como un hombre con un gesto frío y machista, pero que parece cada vez más preocupado. Debe mantener el orden y, si es necesario, defender su autoridad con los puños o con un cuchillo. Muchos motociclistas parecen salvajes, algunos incluso andrajosos como Zipco, interpretado por Michael Shannon, pero también pueden ser sorprendentemente mansos en la comunidad. Cuando se escuchan canciones de pop y rock'n'roll en la película, lo hacen sin ninguna pretensión de inflarlas con un volumen triunfante. Más bien, parecen llegar desde cierta distancia. Refuerzan la atmósfera nostálgica con la que Nichols rinde homenaje a la época dorada de la cultura motociclista estadounidense en esta hermosa película.
