Durante el casting de Superman (Richard Donner, 1978), Sylvester Stallone fue considerado para el papel entre cientos de actores. Finalmente, el entonces desconocido Christopher Reeve fue elegido para lo que se convirtió en un papel emblemático tanto para él como para las películas de superhéroes. Ahora, el papel de Stallone en Samaritan lo trae de regreso al universo de Superman más de 40 años después.
En Samaritan, Stallone interpreta a Joe Smith, un modesto basurero que esconde un gran secreto al mundo. A raíz de una serie de sucesos, un niño descubre que Joe es en realidad el superhéroe conocido como Samaritan, desaparecido hace décadas.
El nivel de fuerza sobrehumana e invulnerabilidad recuerda a Superman, aunque Joe, en su vejez, es algo más susceptible a las lesiones y al dolor. Si bien la identidad de Joe como Samaritan no establece un paralelo entre él y Kal-El, es la curiosa coincidencia con el Hombre de Acero, junto con el hecho de que Stallone encabeza una película de superhéroes con similitudes a Rocky y Rambo.
Stallone podría haber sido el último hijo de Krypton. A sus 78 años de edad, Stallone no ha mostrado signos de desaceleración. Sus créditos cinematográficos recientes incluyen The Suicide Squad, donde puso la voz a King Shark, así como las dos primeras películas de Creed, en las que retomó uno de sus papeles más famosos como el boxeador Rocky Balboa. Junto con Samaritan, las próximas películas de Stallone incluyen The Expendables 4 y Guardians of the Galaxy Vol 3.
¿Qué le intrigaba de este universo al que abre la puerta Samaritan?
Bueno, la atmosfera de la película es casi un reflejo de lo que está pasando en la actualidad. Una parte importante para ser un héroe es cuidarse a sí mismo para poder cuidar a los demás. Así que es una especie de cuento con moraleja, que cuando a menudo te deshaces de tu héroe, a veces lo necesitas de vuelta, porque simplemente no estás preparado para asumir la responsabilidad. Pero en este caso particular, mi personaje tiene un asunto muy personal: no puede afrontar los hechos. Creo que toda esa duda sobre qué significa ser un héroe, es lo que me atrajo a este proyecto.
También lo hizo la razón por la que Joe desaparece y decide hacer el trabajo anónimo del mundo, un basurero. Nadie presta atención a estas personas. Sin embargo, cuando se piensa en la labor que hacen, sin ellos, estamos en un gran problema. Así que hay todas estas metáforas en la historia.
Antes de ser actor y director, usted tuvo muchos trabajos no muy comunes, ¿pudo conectar con estos sentimientos en el momento de crear Samaritan?
No estás muy lejos de la verdad, en Samaritan hay algo de mi experiencia de estar sobre el terreno. He sido de todo, desde portero hasta camarero, pasando por cortador de pescado, he trabajado en jaulas de leones y acomodador de cine donde llevas el mismo esmoquin por semanas. Entiendo cómo funciona todo el proceso. Y tienes que ser un poco humilde y hacer tu parte del trabajo con humildad, para superar todo esto. Pero aprendes, realmente aprendes.
Ahora disfruto más de actuar que cuando tenía 30 o 35 años. Cuando eres joven crees que lo sabes todo y no sabes nada. Creo que el punto blando en la cabeza de un hombre no se endurece hasta los 41 años. Mientras estás aprendiendo. Crees que lo tienes bajo control, pero no es así, nunca se tiene todo controlado.
En este proyecto hay algunas secuencias de acción intensas. ¿Puede hablar del proceso de entrenamiento y de algunas de las secuencias en el plató? ¿Cuáles son las que realmente disfrutó?
Hay un momento en el que dices, ´no puedo hacer el Rambo de 29 años`, porque también tienes que honrar a quien eres en la edad actual. Esa es la parte en la que ya no eres quien eras, pero sigues estando ahí. De hecho, hay una línea en la que empiezas a desmoronarte cuando dejas de preocuparte por todo, es decir, por la vida, por ti mismo, por todo. Así que pensé que en este personaje su rasgo característico sería su resolución. Y, aunque Joe todavía tiene un gran poder físico, no está saltando por el aire. Ya no es ese tipo de hombre.
Joe es un individuo muy poderoso que vive en la realidad. No puede volar, puede ver a través de las paredes, pero el fuego no sale de su boca. Es una especie de superhéroe único, casi como un Hércules moderno, el tipo de héroe mítico. Y creo que son aquellos con los que te puedes identificar, con los que son eternos.
¿Por qué decidió que un superhéroe iba a ser su próximo papel en Hollywood?
Odio decirlo, pero en cierto modo nos convertimos en una marca o un producto. Y cuando el público quiere verte y quieres que te vean. Un superhéroe es una razón por la que verán esta película. Algunos actores son únicos, puede ser superhéroes y luego ser nominados a premios, son actores de carácter, y son realmente buenos en eso. Y pensé, vale, la gente me ve como Rambo, como Rocky, como Demolition Man, así que por qué no agarrar ese nuevo personaje, uno muy bueno, y añadirle algo de todos ellos.
¿Qué le hizo arriesgarse con un joven director como Julius Avery?
Bueno, yo también he dirigido algunas cosas, y es como si te sacaran el bazo por la nariz con un tractor (risas). No es divertido, es un trabajo duro. La gente dice ´oh, es tan glamuroso`, y no lo es, es brutal. Tiene un peaje en tu vida privada, olvídate de dormir. Respondes a ocho mil preguntas al día. Es duro. Y luego tienes la postproducción, así que no tienes vida, y sé que hay un cierto punto en el que no estoy para esos trotes [risas], Y los directores jóvenes, tienen hambre, están ansiosos, viven para estas cosas. Están es su momento, la testosterona les sale por las orejas, se van a quedar despiertos hasta altas horas de la noche y van a cumplir. Si vas a hacer ese tipo de película, necesitas ese tipo de energía. Lo he hecho de la otra manera y no ha funcionado muy bien.
¿Qué le diría a los fans de los superhéroes sobre lo que pueden esperar de Samaritan?
Puedes esperar un héroe que será muy irregular y hace cosas irregulares. Eso es lo que es. No es como si Rocky fuera un superhéroe, es un personaje que vive a pie de calle. La película no está ambientada en un universo súper fantástico, más bien lo está entre ladrillos, hormigón y situaciones identificables que vemos en todos los barrios en los que vivimos. Eso es lo que me gustó.
¿Cuál fue su enfoque al explorar esto a través de su personaje y su actuación? ¿La lucha entre el bien y el mal?
La batalla entre el bien y el mal es eterna, siempre se da dentro de cada persona, somos engañosos, podemos ser el más alto de los ángeles y el más bajo de los demonios y todo en el mismo cuerpo. Siempre nos estamos preguntando ¿cómo nos criaron?, ¿cuál es nuestra ética?, ¿qué nos excita y qué nos rompe el corazón?
Joe (el personaje) encuentra objetos rotos en la basura, lo que es simbólico para él. Los intenta arreglar porque puede arreglarlo todo, excepto a sí mismo. Entonces llega un niño y lo arregla de inmediato, sin saber cómo, pero lo arrastra a la luz. Joe se da cuenta de que el niño es muy vulnerable, que necesita un padre y que lo ha adoptado a él como adulto. Y no tiene otra opción. Ahí sale el héroe.