Cuando miraba películas en TV con mi abuelo los sábados por la tarde, un día se me ocurrió preguntarle cuál era su favorita. Su respuesta fue El Hombre Quieto (A Quiet Man). Aquella película de 1952, dirigida por maestro John Ford y protagonizada por el icónico John Wayne se destacaba, entre otras cosas, por celebrar ciertos individuos nacidos bajo un mismo cielo: Irlandeses...todos borrachos, agregaría mi abuelo, casi con envidia sonriente. End of Sentence no va de Irlandeses, tampoco de borrachos, pero si de una muy bonita historia paterno-filial que toma forma de road movie en los maravillosos paisajes y lugares de la hermosa Éire.
Sean (Logan Lerman) acaba de salir de prisión por robo de autos, y tras el reciente fallecimiento de su madre a causa de un cáncer, su padre Frank (John Hawkes) solo desea cumplir junto a su hijo, la promesa a su difunta esposa de que sus restos serán esparcidos en un lago irlandés. El joven Sean no quiere saber nada al principio (hay asperezas aún no resueltas), pero no tardará mucho en aceptar el pedido de su padre, con la condición de que no lo tendrá que ver más luego del ritual funerario. En el camino se encontrarán con una bella joven que cautivará a ambos hombres (además de a todo un pub de borrachines, como tiene que ser en cualquier irish story), una fotografía del pasado que traerá dudas en la misión de Frank y un poco aventura y humor entre autos y las cenizas de la difunta (con algún intento de escena de acción que no funciona tan bien, todo sea dicho).
End of Sentence funciona gracias a la tierna historia de cariño, lazos de sangre y redención que nos cuentan Elfar Adalsteins (director) y Michael Armbruster (guionista), pero sobretodo, la película es un vehículo (sin intención de bromas) para esos buenos actores que son Logan Lerman (saliendo de su imagen de chico decente) y John Hawkes (gran secundario del cine independiente que aquí tiene más espacio para brillar). El resto, para la felicidad de mi abuelo, lo dan los Irlandeses...no tan borrachos, pero tan irresistibles y pintorescos como siempre.