Reseña a "The Photograph" (2020) con Issa Rae y Lakeith Stanfield dirigida por Stella Meghie.
A lo largo de nuestras vidas, experimentamos el amor en diferentes formas, pero a menudo hay un amor especial que nunca olvidamos. No es fácil enamorarse; tratar de comprender nuestros propios sentimientos ya es algo complicado, sin saber cuánto y qué decir, y preguntarnos si la otra persona siente lo mismo no lo hace más fácil. En The Photograph conocemos a dos parejas, una en el presente y otra en el pasado, quienes luchan por ser abiertas y honestas y por construir una relación fuerte y duradera. Es el tipo de amor que nos persigue por el resto de nuestras vidas, especialmente cuando lo dejamos escapar. ¿Qué sucede cuando envejecemos y nos arrepentimos? Cuando una mujer sucumbe ante una enfermedad, busca arreglar las cosas con su pasado, incluida la relación con su hija.
The Photograph, es una oda al amor en su forma más pura.
Antes de su fallecimiento, la fotógrafa Christina Ames (Chanté Adams), deja una carta para su hija Mae (Issa Rae), con una relación tensa la mayor parte de su vida, la carta y su contenido le llega por sorpresa. En ella, Christina explica su historia y se abre sobre su misterioso pasado. Casi de la noche a la mañana, la percepción de Mae sobre su madre cambia y todo lo que ella cree saber es cuestionado. Christina, famosa por su arte, se enfocó en su trabajo y aunque era muy talentosa, sus aspiraciones profesionales a menudo se interponían en el camino de sus relaciones personales.
Mientras tanto, el periodista Michael (Lakeith Stanfield), hace un viaje a Louisiana para completar una historia sobre Isaac (Rob Morgan), quien tiene un pasado interesante, así como algunas fotografías relevantes. Isaac, antiguo pescador, recuerda las elecciones que hizo y la relación que perdió. La aparición de Michael lo lleva de regreso a Mae, donde los dos llegan a conocerse bien.
The Photograph es una interesante historia de amor que tiene lugar entre dos períodos de tiempo; la película sigue el floreciente romance de Mae y Michael y narra la relación de Christine e Isaac en los años ochenta. Cada historia es una que demuestra las elecciones que tenemos que hacer entre nuestros sueños y el amor. Sabiendo que deseaba ser tan buena en el amor como en su trabajo, Christine finalmente eligió su carrera por encima de su relación con Isaac. En el presente, Michael y Mae tienen una lucha parecida.
La narrativa se desarrolla lenta y a menudo en silencio, con una fabulosa musicalización basada en piezas de jazz que parece enfatizar el estilo suelto y algo aleatorio de la narración, salta de un romance a otro, conectando las dos historias de amor y los cuatro personajes por sus desafíos y sus errores, mostrando la atemporalidad de los problemas que enfrentan estas relaciones.
Desafortunadamente los personajes hacen que la película se sienta más incómoda de lo esperado. Stanfield se muestra extremadamente cohibido, y su estilo profesional de periodista entrevistador lo hace menos atractivo. Rae se siente increíblemente incómoda en su papel, su sonrisa nunca llega a sus ojos, y la química de los personajes simplemente no está presente, haciendo que su historia de amor no se sienta como algo natural y fácil.
Si bien la actuación de los protagonistas es mediocre, los actores secundarios son los que llevan la película al siguiente nivel. A pesar de su breve tiempo frente a la pantalla, Rob Morgan roba todas sus escenas como Isaac, es emocional y pensativo, dando el rendimiento más fuerte de la película. Chanté Adams está efectiva como Christina, e Y'lan Noel se presenta muy bien junto a ella cuando era un joven Isaac. Lil Rel Howery trae el momento cómico como el hermano de Michael, Kyle.
Dulce y sofisticada, The Photograph se desarrolla como muchos dramas románticos. La trama de la película es fácil de seguir y predecible, pero deja un buen sabor. El romance que centra la película no está contaminado por el trauma, aunque es una pieza interesante dentro de la narrativa. La falta de química entre sus protagonistas modernos, es sin duda el punto más bajo de la historia, pero no le resta mucho al predecible resultado final.
