"Anton Yelchin" le digo a un amigo crítico. "¿Quién?" me pregunta rápidamente. "El que actuó en Green Room, aquella de los rockeros y los skinheads, ¿te acordás? Le comento. "Pah, no, no me acuerdo...o sea...si de la película...pero no de él" me contesta. "Bueno, bien, es el rusito de las ultimas Star Trek..." agrego. "Ah, si, ahora me acuerdo...pero espera...¿murió?
Si, lamentablemente Anton Yelchin no tiene un rebelde sin causa como James Dean o un Idaho privado como River Phoenix, pero a sus tempranos 27 años de vida (el club de los malditos), su carrera terminó en un raro accidente domiciliario allá por 2016.
Love Antosha de Garrett Price, nos sumerge en la vida de un artista profundamente sensible y polifacético, como era el joven Yelchin. Hijo de inmigrantes soviéticos que se dedicaban al patinaje artístico, Anton era un muchacho que creció lleno de amor, amistad, cariño, arte y nunca dejó de volar hacia arriba.
La gran cantidad de material fílmico grabado por el propio actor en su niñez y adolescencia es de un rarísimo y logrado interés, y nos dan un vistazo interior al que tenía todas las señales y el talento suficiente para ser un verdadero gran artista.
El conmovedor testimonio de sus padres, sumado a una emocionadísima Jennifer Lawrence, unos nostálgicos Chris Pine, Willem Dafoe y Simon Pegg, o un muy dolido Martin Landau (que consideraba a Anton "un alma vieja") son solo algunos de los entrevistados que enriquecen esto pequeño pero valioso documental.
Punto aparte se merecen las anotaciones y los diarios personales que la película explaya para el espectador, adornada con la icónica voz en off de Nicolas Cage tomando los escritos de Yelchin.
Nunca sabremos cual hubiera sido el futuro de su carrera. Quizás el estrellato con algún rol como Dean o Phoenix, o continuar dotando de gran sensibilidad a pequeños personajes secundarios que humanizaba con solo su mirada, o si se hubiera decantado por la dirección, como varias de sus filmaciones, análisis fílmicos y pensamientos señalaban.
Muchos no reaccionarán ante el nombre, pero para ellos y todos los demás:
Love Antosha