Reseña a "Brittany corre un Maratón" de Paul Downs Colaizzo con Jillian Bell. Producida por Amazon films.
La extrovertida y siempre divertida neoyorquina Brittany Fogler es aparentemente querida por todos, excepto por ella misma¸las numerosas noches de fiesta, el subempleo constante y las relaciones tóxicas de la joven de 27 años tienen un precio. En lugar de una receta para Adderall, regresa de una visita al médico con la recomendación no deseada de una vida más saludable; Brit carece del dinero para ir al gimnasio y es demasiado orgullosa para pedir ayuda. Ella no sabe qué hacer, hasta que Catherine, su vecina, la convence de calzar sus tenis y correr alrededor de la manzana. Al día siguiente ya serán dos vueltas y de pronto cubre su primer kilómetro y medio, estableciendo un objetivo aparentemente inalcanzable.
Cuando se trata del autodescubrimiento moderno, operamos en un sistema muy orientado al capitalismo: la auto-superación es la palabra del día. No importa si es en deportes, yoga, ordenar o leer libros o incluso ver series; todo tiene que ser ordenado, rápido, controlado y, sobre todo, adecuado para las masas (en relación con Instagram, etc.).
Con todo un mundo en el que nos perdemos cada vez más, las cosas importantes de la vida se escapan. Porque cuando el médico le pide a una drástica pérdida de peso a Brittany debido a su porcentaje de grasa corporal, nos encontramos rápidamente en el área de frases superficiales y mensajes cliché. Sin embargo, hay más detrás de la película con la extremadamente encantadora Jillian Bell; entre las galletas de la fortuna y los obstáculos de la vida, Brittany Runs a Marathon también tiene un resplandor inspirador que no se puede negar.
En el caso de Brittany corre un Maratón, el título se distribuiría rápidamente, el drama independiente fue comprado por 14 millones de dólares por Amazon Studios, por el director y autor Paul Downs Colaizzo (basado en la historia de su compañera de cuarto en la universidad) y se puede insertar en este esquema al menos en muchos lugares.
Sin embargo, Paul Downs Colaizzo a menudo comete el error de repetir ciertas convenciones de género clásicas al principio del filme: existe el viaje de autodescubrimiento inicial debido a un evento dramático, una pequeña historia de Cenicienta en la forma del príncipe que aparece (y todavía parece inalcanzable) y en términos de peso, una y otra vez escenas y diálogos apuntan a que este es el problema central de la vida y la desgracia de Brittany. Sólo mucho después, Brittany corre un Maratón presenta los sentimientos internos de la protagonista que le dio el título, su pasado, sus esperanzas, sueños y deseos, y lo más importante, su miedo. Su miedo a abrir nuevas puertas, dejar que las personas entren en su vida y abrirse a sus emociones. Lo que sigue es, por un lado, un conjunto de secuencias encantadoras de entrenamiento y un mensaje aún más encantador de lucha por los pequeños objetivos. Que es apropiado, incluso esto se comunica en la película en el sentido de que todos te fallan en la vida en algún momento. Desafortunadamente, lo que se muestra rara vez es dramático. Por ejemplo, cuando Brittany se enfrenta a su propio reflejo y se empuja a restricciones sociales, la maratón en sí solo sirve como un comodín.
La primera vez que Brittany logra correr alrededor de la manzana es un triunfo personal, el primero de muchos, cuanto más corre, más parece controlar su vida. Otros también la perciben como una mujer más atractiva y activa, lo que también contribuye a una mayor confianza en sí misma. Hasta que se convierte en una ilusión y la lucha por el control revela lados feos. Brittany corre un Maratón lo deja claro aquí: el deporte puede hacerte una persona más saludable, pero no necesariamente te hace una mejor persona.
Eso es obvio, pero a menudo se pasa por alto en películas motivadoras. Brittany corre un maratón, por otro lado, aboga simplemente por echar un vistazo más de cerca, más preciso en los demás, pero también más de cerca en uno mismo. Lo que parece superficial no tiene que ser un cambio necesario, comienza desde adentro, no afuera. Todos sabemos que, por supuesto, Colaizzo no intenta ir por caminos completamente nuevos. Pero se las arregla para recordarle a la audiencia y demostrar cuán mucho más complejas son la vida y las personas. Aquí no solo hizo una película sobre un logro deportivo, sino sobre cómo encontrar significado y apoyo, también con la ayuda de otros.
Esta situación es bastante divertida porque Jillian Bell tiene un extraño talento y no teme mostrarse desde un lado desfavorable. Y, sin embargo, la película no se burla de su personaje, sino que toma en serio sus problemas y debilidades. Y por si acaso está Utkarsh Ambudkar, que proporciona un poco de ligereza como un curioso interés amoroso. Pero, sobre todo, Brittany corre una maratón se siente como una historia personal, te hace emocionar un poco, reír y empatizar cuando un perdedor finalmente encuentra su camino de vuelta. Una verdadera película para sentirse bien, que puede no inspirarte a correr, sino quizás a otros proyectos y actividades, o al menos a percibir a las personas con las que pasamos todos los días como personas.
Jillian Bell lleva gran parte de la película en sí, por lo que no importa que usen elementos típicos de Hollywood para hacernos sentir bien. Lo que queda es una comedia cálida, inspiradora, a veces tambaleante, pero siempre adorable sobre el caos de la vida.
