Reseña a la película "Un hermoso dia en el vecindario" con Tom Hanks y Matthew Rhys, dirigida por Marie Heller.
Una de las películas más populares del año pasado fue un documental. Will You Be My Neighbour? resultó ser ganador de múltiples premios, en este cuenta la historia de Fred Rogers, quien fue anfitrión de su propio programa de televisión en los Estados Unidos de 1968 a 2001. El barrio del Sr. Rogers estaba dirigido a los niños, enseñándoles cualidades personales como el compartir y la tolerancia, así como a manejar sus propios sentimientos, presentando también algunas preguntas sobre la vida. Rogers era un ministro presbiteriano que estaba lejos de la pantalla chica y decidió personalmente ejemplificar todo lo que abogó en su ministerio en un programa de televisión. También fue excepcionalmente popular, no sólo con el público joven de su programa, sino también con los padres. Su atractivo casero cruzó generaciones.
Un hermoso dia en el vecindario está protagonizada por Tom Hanks como el querido presentador del programa de televisión infantil Fred Rogers y Matthew Rhys como Lloyd Vogel, un talentoso pero malhumorado periodista que debe entrevistar a Rogers para Esquire Magazine. El filme está co-escrita por Micah Ritzerman-Blue y Noah Harpster y dirigida por Marielle Heller (Can You Ever Forgive Me?, 2018).
A finales de los años 90, el Sr. Rogers seguiría siendo un nombre muy conocido en los EE.UU. por el mencionado programa infantil, su programa de corte semanal seguiría siendo conocido por su sabiduría y sentido común, así como por títeres y canciones que él mismo compone, componentes únicos y que le dieron su sello único. El periodista Lloyd Vogel acaba de ser padre y ha retomado su trabajo como articulista, cuando su editor está trabajando en un reportaje sobre héroes estadounidenses, la única persona que aceptará ser entrevistada por él es Fred Rogers, por su fama de ácido. Inevitablemente, a Lloyd no le gusta la idea -no es su estilo- pero debe aceptar el encargo, descubriendo que hay algo más en la persona de Rogers que en su personaje. También el trabajo se vuelve personal, ya que se enfrenta a sí mismo y a la fracturada relación con su padre.
Y es la dinámica padre/hijo lo que está en el centro de la historia, no sólo la de Lloyd, aunque esta ocupa gran parte de la película, sino que también hay una cierta percepción de la relación de Rogers con sus dos hijos, lo que nos abre los ojos. Esta no es una habitual película biográfica: está puntuada por escenas en Filadelfia y Nueva York, pero todas ellas presentadas como maquetas, basadas en las utilizadas en el programa de televisión. En la construcción de la narrativa, Heller ha hecho el inteligente movimiento de poner a un cínico en el centro de la acción, alguien que no compra la imagen de Mr. Rogers en lo más mínimo. Y lo intrigante es que, al final de la película, Rogers sigue siendo una especie de enigma.
Al cabo de poco más de dos horas, deberíamos sentir que tenemos que conocerlo bastante bien, pero en un solo gesto demuestra que hay una gran parte de él que se mantiene oculta al mundo exterior, incluso a los más cercanos a él. No hay duda de que es notablemente perceptivo cuando se trata de otras personas, pero cuando se le hacen preguntas personales, las esquiva con maestría.
Hanks, no hace falta decir, es excelente como Rogers, brillante, gentil, disfrazando su astuta mente y talento para la comunicación con una voz suave y hogareña. También es bueno ver a Chris Cooper de vuelta como el padre de Lloyd y ser lo opuesto a lo que Rogers representa - ruidoso, borracho, pero con el mismo corazón. Y es curioso que haya algo más que un poco de similitud en sus rasgos, casi como si fueran las dos caras de la misma moneda. Hay un elemento de eso, pero hay algo más profundo, más reflexivo, que puede animarte a mirar de nuevo tus propias relaciones. Como lo hizo conmigo.
Un hermoso dia en el vecindario se basa en tonos yuxtapuestos de positividad y negatividad, también conocido como vida real. Lloyd, al escuchar que su nueva tarea no es un periodismo de investigación duro, sino un artículo sobre un presentador de un programa para niños, se enoja bastante; sin darse cuenta de que esto cambiará su vida para siempre. A veces las cosas que resistimos, son las que nos convienen.
La historia es increíblemente poderosa ya que los escritores nos llevan magistralmente a los mundos de Lloyd y Rogers con una gran facilidad. En un momento nos reímos a carcajadas, y en el siguiente, las lágrimas corren por nuestros rostros con alegría y a veces con tristeza. Completan todos los rangos emocionales que somos capaces de expresar. Describir escenas como la del metro o las escenas donde Vogel sueña con su padre y un conejo, estropeara tu diversión, así que sólo te alertaré de ellas.
Las interacciones entre Lloyd y su padre Jerry (Cooper) revelan de dónde proviene la ira de Lloyd y nos dan una idea clara de su pasado y de lo que debe superar. Es durante estos recuerdos dolorosos y las interacciones actuales que escuchamos un tinnitus o sonido agudo que bombardea a Lloyd, enviándolo a su mundo real donde es malhumorado e insoportable. En ese lugar donde se cree feliz.
El filme Un hermoso dia en el vecindario es una brillante y sensible historia, con un Tom Hanks que captura el corazón, el alma y la esencia de Fred Rogers. No se equivoquen, esta es la historia de Vogel, Fred es solo un encargo, pero aun así, la química que emana de estos dos actores es parte de su encanto. Heller narra un cuento infantil para adultos traumados, llena de una ingeniosa imaginación y creatividad que me mantuvo enraizado en el mundo de Fred mientras caminamos en los zapatos de Lloyd, experimentando una empatía con este personaje como ningún otro, esperamos que en última instancia cambie. Es la metamorfosis de un personaje y quizá incluso de nosotros como espectadores.
Un hermoso día en el vecindario demuestra que está bien ser simple y evitar la complejidad para ser felices. Es refrescante ver una película centrada en alguien tan genuino, sin agenda y tan auténtico como lo fue Fred Rogers. Claro, el filme es sentimental, pero ¿qué tiene de malo? Es, sin duda, la película perfecta para esta época, rompiendo la dura cáscara del cinismo que es tan popular en este momento. Y recordando que no hay nada más curativo que el perdonar.