Críticas de Cine y Artículos

Crítica a «El Rey» (2019) de David Michôd

Reseña a la película "El Rey" dirigida por David Michôd, con Timothée Chalamet,, Robert Pattinson y Joel Edgerton.

Hace cuatro años, Justin Kurzel retrató la historia de Macbeth (2014) con muy buen resultado. Su adaptación shakesperiana impresionó sobre todo con sus abrumadoras secuencias que le dieron al drama una dimensión única. La primera toma de El Rey revela un vistazo a la inmensidad del campo de batalla, mientras el sol brilla en el horizonte. Lo bello y lo cruel se unen en este momento, antes de que la película nos introduzca en la historia y sus personajes, crónica en la que los ideales se venden y el barro devora el alma de la gente, el director nos deja saber que estaremos siendo testigos de una historia ambigua.

Además de la adaptación cinematográfica de Laurence Olivier, que conjuró a Enrique V como un icono de autoconfianza  y de su espíritu de lucha a la sombra de la Segunda Guerra Mundial, y la adaptación de Kenneth Branagh, que rompió este ícono modernamente a través de una sombría puesta en escena y tuvo más en cuenta el nivel de crítica popular del original, El Rey es una inteligente propuesta , que enriquece la historia cinematográfica de "Enrique V.”.

Todo comienza con un Rey que ha llevado a su país al caos y ha vuelto a su propio pueblo en su contra. Enrique IV (Ben Mendelsohn) está sentado muriendo en su trono y le precede un horrible legado de sangre y violencia. No es de extrañar que su hijo mayor, Hal (Timothée Chalamet), se haya alejado de él y lleve una vida lejos de la casa real. Bajo ninguna circunstancia quiere seguir los pasos de su padre. El destino, sin embargo, le proporciona exactamente este camino, lo que revela una oportunidad única: Hal, asciende al trono como Enrique V, teniendo el poder de iniciar una nueva era y unir a Inglaterra. Pero la unificación sólo es posible frente a otra guerra, esta vez contra el enemigo común, Francia. 

Por lo tanto, no pasa mucho tiempo antes de que el joven protagonista se enfrente a los límites de su idealismo. En realidad, quiere evitar el derramamiento de sangre, pero no es un santo, escondiéndose profundamente en su explosivo carácter, sino también en la arrogancia hacia la casa que evitó durante años. A veces Hal da la impresión de que es simplemente un niño mimado que nunca ha tenido que tomar una decisión importante en su vida. Al mismo tiempo, la actuación de Timothée Chalamet (Beautiful Boy, Lady Bird) también revela los rasgos de carácter del personaje, porque en el fondo Hal no anhela nada más que un futuro pacífico para escapar del legado destructivo de su padre. 

Cada fibra de El Rey está dedicada a este dilema. David Michôd (Animal Kingdom, The Rover) resuelve especialmente la soledad resultante en una tranquila y melancólica puesta en escena, cuando la luz cae escasamente en los cuartos oscuros y deja que los traidores hagan planes en los rincones, es en ese momento que vamos conociendo nuestra atmósfera. Sólo en una figura Hal encuentra consuelo: Falstaff (Joel Edgerton). Un borracho héroe de guerra que sólo abre la boca cuando realmente tiene algo que decir. Sólo su presencia irradia fuerza, pero su apariencia también va acompañada de una peligrosa falta de fiabilidad. En la hora más desesperada, sin embargo, es él quien demuestra ser el apoyo más leal del monarca. La fiel impredecibilidad de Falstaff contrasta directamente con el sabio asesor William Gascoigne (Sean Harris), el jefe encargado del poder judicial en Inglaterra.

Ambos personajes tienen una influencia considerable en el desarrollo de Hal. Sin embargo, nadie puede prepararlo para la aparición de Robert Pattinson (High Life, The Lighthouse) como el príncipe francés Delfín, quien hace perder la paciencia del nuevo Rey y ofrece un espectáculo que, a primera vista, parece provenir de un mundo paralelo. El tono sombrío y serio está completamente desbordado por la agradable y provocativa actuación de Pattinson. Su Delfín actúa como la prueba final para que Hal despegue del suelo después de todas las discusiones sobre los diferentes puntos de vista de sus asesores. ¿Cuánto tiempo puede el joven rey mantener la calma? Hasta cierto punto, El Rey se asemeja a una sola prueba de paciencia, que al final llegará a una aterradora conclusión.

El guión, escrito por el actor de Joel Edgerton (Warrior, Boy Erased) en colaboración con el director David Michôd, crea en Falstaff el consejero perfecto de Hal, con frases como “los reyes tienen seguidores y enemigos, pero no amigos”, creando un contraste con el drama original de Shakespeare, aquí no es Falstaff quien busca proximidad a Enrique y es rechazado, sino que Henry se aprovecha de la vieja amistad de Falstaff para aliviar la aterradora soledad del poder en el primer gran desafío de su reinado. Incluso antes de que Enrique aterrizara en suelo francés, las primeras cabezas ya habían rodado en Inglaterra para eliminar a los cortesanos cuya lealtad eran dudosas. Probablemente no es el tipo de realeza que Hal tenía en mente.

El movimiento más impresionante de la película es, por lo tanto, el de una narrativa en progresiva decadencia. De repente, el niño, que una vez soñó con paz, se sumerge en el barro y la suciedad de Azincourt. Aunque Hal deja el campo de batalla como vencedor: Al final es él quien -sin darse cuenta- traiciona sus ideales. Una lágrima trágica que se despliega en impresionantes tomas, sin duda el elemento más fuerte de El Rey. Junto con el camarógrafo de Macbeth Adam Arkapaw y el compositor Nicholas Britell, que recientemente sorprendió con su magistral partitura de If Beale Street Could Talk y permite que la película se escabulla a través del siglo XV como un fantasma.

Michôd y Edgerton convierten el material histórico, cuya percepción está fuertemente influenciada por Shakespeare, en una película sobre la peligrosa estancia del poder, que siempre amenaza con convertirse de un medio para un fin y ser un fin en sí mismo - una forma muy fresca y contemporánea de interpretación. En consecuencia, la película no sólo prescinde de los versos de Shakespeare en favor de un lenguaje moderno, sino que también hace varios otros cambios en el original que fluyen de manera natural dejando al final un muy buen resultado de un cineasta poco apreciado por estos lados.

Acerca del Autor

Ruben Peralta Rigaud

Rubén Peralta Rigaud nació en Santo Domingo en 1980. Médico de profesión, y escritor de reseñas cinematográficas, fue conductor del programa radial diario “Cineasta Radio” por tres años, colaborador de la Revista Cineasta desde el 2010 y editor/escritor del portal cocalecas.net. Dicto charlas sobre apreciación cinematográfica, jurado en el festival de Cine de Miami. Vive en Miami, Florida.