Reseña a "Motherless Brooklyn" dirigida y protagonizada por Edward Norton, le siguen Bruce Willis, Willem Dafoe y Alec Baldwin.
En Nueva York en 1954, el Rey de Brooklyn Frank Minna (Bruce Willis), es asesinado. El detective Lionel Essrog (Edward Norton), que tomó trabajos no muy legales para Minna, está tratando de resolver el asesinato. El investigador padece del síndrome de Tourette y, por lo tanto, sufre contracciones musculares involuntarias, acompañado de palabras fuera de lugar, lo que le hace ser particular en la fuerza policial.
Edward Norton dirige, escribe y protagoniza esta película Noir, que reubica la historia de la novela homónima desde los años noventa hasta los años cincuenta. Así que el filme se desarrolla en una atmósfera llena gente con gabardinas y sombreros. Sin embargo, el investigador privado de Norton es un héroe interesante con su síndrome de Tourette, y los paralelos con la gentrificación, el racismo y los juegos de poder hacen que el protagonista de Motherless Brooklyn sea un personaje de género encantador.
Con su segunda película en el asiento del director, Norton (Keeping the Faith, 2000) retrata muy bien la década de 1950, donde la gente conspiraba contra sus enemigos, con aire de ritmo lento y pausado en sus acciones, y donde todos escuchaban jazz, incluso la música subyacente consiste en una trompeta juguetona en las escenas más discretas.
El estilo de la película también es como un viaje de regreso a la era del Noire en Nueva York, con una voz en off persistente en el fondo, narraciones lentas y hombres misteriosos acechando en las esquinas. Los detalles del filme evocan la era, particularmente en los trajes bien diseñados de Amy Roth y el diseño de producción por Beth Mickle. La cinematografía magistral de Dick Pope (The Illusionist, Mr. turner) crea una perfecta atmósfera de cine negro mezclado con la sobriedad de la clase trabajadora mientras las luces de neón y las nubes humeantes de los clubes de jazz celebran las distintas comunidades y vecindarios que le dan sabor a una ciudad tan rica como Nueva York. Motherless Brooklyn es el tipo de película bellamente diseñada y relevante que el público maduro ve muy raramente en estos días.
La trama enrevesada seguramente deslumbrará a algunos espectadores, pero es un componente clave de todos los misterios con inflexión noir. Los libros centrales del género se escribieron alrededor de la Segunda Guerra Mundial a través de la Guerra Fría, e ilustraron un mundo enloquecido, donde el protagonista nunca podía confiar en la palabra de otro, y siempre había más información crucial oculta de lo que se informaba. La sensación de desorientación que acompaña a las novelas y películas de las películas del género es una característica, no un error.
El ritmo narrativo de Motherless Brooklyn es gradual y Norton se pierde como su protagonista en los clubes de jazz, en lugar de avanzar en la historia. Además, las revelaciones hacia el final no son exactamente grandes sorpresas, sino incluso anti-climáticas. Sin embargo, encaja bastante bien con la película, en la que no todo fue concebido de manera operística, sino que también debido a la condición del héroe es un desenlace que le aporta más a él como personaje, más no mucho al resultado del filme. Aunque lleva un tiempo acostumbrarse al Essrog de Norton rara vez abusa de las condiciones del trastorno. Alec Baldwin, Gugu Mbatha-Raw y Willem Dafoe están correctos, mientras que Bruce Willis una vez más solo aparece por un corto tiempo y no tiene tiempo de brillar.
Para los fanáticos de las películas Chinatown (Roman Polanski, 1974) y otros clásicos del cine negro como El halcón Maltés (John Huston, 1941) o Jungla de Asfalto (John Huston, 1950) tendrán varias referencias a ellas, y lo notaran. Aunque Motherless Brooklyn no llega nunca llega a la clase de estas películas, el filme funciona para el público más paciente. Es el tipo de película donde el estado de ánimo influye mucho en tus sentimientos finales. La trama en sí podría haberse contado a medio tiempo, y tampoco es terriblemente complicada, pero visitamos varios lugares en el Nueva York de la época y conocemos a personajes diversos, todo eso lleva tiempo, pero si eres de los que saben esperar, tendrás una buena recompensa.