Reseña a la película "Proxima" de Alice Winocour, protagonizada por Eva Green y Matt Dillon.
Desde niña, Sarah (Eva Green) quería convertirse en astronauta y ver la tierra desde su punto más alto. Ya de adulta insistió en su sueño y lo hizo realidad logrando ser elegida por el programa espacial de su país para una misión. En un futuro cercano volará a la estación espacial internacional ISS con un astronauta estadounidense (Matt Dillon) y un cosmonauta ruso (Aleksey Fateev) y vivirá allí durante un año. Sarah está físicamente lista y siente que también lo está mentalmente.
Pero en las semanas previas a la gran partida, se hace cada vez más evidente que la joven hija de Sarah, Stella (Zélie Boulant), no está realmente preparada para dejar que su madre se embarque en esta aventura. Aunque estará bien cuidada con su padre, ella quiere y necesita a su madre. Mientras Sarah se prepara para su misión en Rusia y Kazajstán, de alguna manera trata de ser la mejor madre posible desde lejos, pero no es una tarea fácil.
Proxima, es un drama en donde la relación de madre e hija es la base principal. La dificultad de combinar la maternidad y la carrera profesional bajo un mismo techo, o en este caso bajo un casco de astronauta, se presenta de manera creíble, sin caer en ningún momento en el aburrimiento.
Alice Winocour ( “Maryland” ) muestra en su película lo difícil que puede ser lograr el balance maternal. Pero con su coautor, el documentalista suizo Jean-Stéphane Bron ( Mais en el Bundeshaus ), han elegido un ejemplo extremo: los astronautas se someten a un duro entrenamiento antes de sus misiones y a veces se ponen en cuarentena durante varios días. En estas situaciones en en donde vemos la resistencia física y mental de Sarah. Winocour describe todo desde la perspectiva de su protagonista, aunque su película tiene enfoques diversos, utiliza a Sarah para crear un discurso de empoderamiento sin caer en el romanticismo. Ser madre no es tarea fácil, pero ¿qué pasaría si tus sueños se ven de frente con la maternidad?
Por supuesto, esto puede tener la intención de retratar a Sarah en ambos lados de un espectro. Winocour muestra que el apego de Sarah a su hija no estaba en sus planes de niña cuando soñaba con tocar las estrellas. Sentimos la ansiedad de separación de Sarah cuando Stella no está presente en algunos momentos importantes previos a la misión. El punto flojo en la presentación de la relación, es la facilidad y frecuencia que presenta el guión para los encuentros, cuando madre e hija están en diferentes países, su contacto constante y los frecuentes viajes de Stella para visitar a su madre le roban a la película cualquier sensación de cómo Sarah podría reaccionar ante el verdadero aislamiento.
La omnipresencia de la hija también socava el profesionalismo de Sarah hasta el punto en que cuestionamos el por qué no es retirada de la misión dada su incapacidad evidente para manejar psicológicamente una separación de un año. Pero después de todo ¿qué madre lo estaría?
No obstante, la película de Winocour permanece en el suelo debido a su narrativa pausada, lo cual es un punto agregado a su dirección, este ritmo es necesario para poder conectar con los sentimientos de ambas partes. Lo que Proxima presenta al público es un testimonio bien documentado, respaldado por imágenes tomadas gracias a la contribución de las agencias espaciales internacionales, de lo que es ser una mujer y madre en un mundo gobernado por hombres.
Eva Green presenta a una mujer decidida en, pero a la vez frágil e insegura, cuya racionalidad gradualmente deja espacio para un lado muy humano, casi a merced de los instintos y emociones más básicos que, ante la perspectiva de un viaje, se vuelven más apremiantes. Proxima escrita por Alice Winocour tiene corazón y en realidad lleva al espectador a conectar con el sentimiento de ese vínculo único entre madre e hija, las promesas rotas, las discusiones, la sobreprotección... todos estos inevitables sentimientos que nublan la razón y conquistan el corazón de la maternidad, es lo que las hace especiales.
