En el 2016 Netflix aposto por una idea de una mini serie creada por los hermanos Duffer. La idea era buena, diferente y refrescante. La historia cerraba con broche de oro y hacia honor a su nombre con un final tan agridulce como los que George RR Martin quiere para su saga de libros.
Will salía del Upside Down pero vomitaba una especie de gusano del otro mundo. Mike vivía pero estaba dolido por la pérdida de alguien a quien acababa de conocer y tal vez se haya enamorado. Eleven se sacrificaba por esas nuevas personas que acababa de conocer. Nancy se quedaba con su novio pero había perdido a su mejor amiga para siempre. Jonathan, el hermano de Will quedaba sin la chica pero vivo. Y Steve, Hopper, Dustin, Lucas y Joyce quedaban marcados por una aventura que casi les cuesta la vida.
Sin embargo la popularidad (y Netflix) llevo a los hermanos Duffer a crear otra temporada, la cual tenía muchas cosas buenas (Eleven vivía, mas mitología del Upside Down, un nuevo enemigo, mas retro estilo) pero muchas bien malas y amargas (personajes poco desarrollados como Max o Billy, improvisaciones, historias de otros personajes con poderes que no sirvió para nada, formula repetida). Esta vez el fandom fue parcializado pero Netflix empujo para otra temporada, esta vez dándoles oportunidad a los hermanos Duffer a desarrollar mejor sus ideas y gracias a esto ha llegado una tercera temporada mejor que la segunda pero peor que la primera.
Primero tenemos que alabar a los hermanos Duffer al darse cuenta de las químicas de ciertos personajes y obviamente, por haberse arriesgado a desarrollarlas incluyendo nuevos elementos. Hablamos del duo Dustin-Steve que es divertido y elocuente. Ahora tienen la inclusión de Robin (Maya Hawke) y Erica (Priah Fergunson) logrando darle un toque surrealista a las aventuras de estos dos personajes.
Segundo, aplaudir que en esta temporada dejaron de poner personajes que solo llenan pantalla y no tienen nada que aportar ni en la trama ni como personajes o al menos, al desarrollo de otros, como tuvimos que aguantar en la segunda temporada (la hermana de Eleven, Bill y Max, Bob). Aquí todos los personajes tienen algo que aportar y quien tenga menos que aportar pues no se le da demasiado tiempo en pantalla.
Stranger Things se va a lo directo y rápido. El guion acude a su fórmula de siempre: los niños están en su día a día hasta que el monstruo aparece y ellos empiezan a descubrir poco a poco que va sucediendo en el “aburrido” (nótese las comillas) pueblo de Hawkins. La historia no busca ser trascendental o crear una especie de duda existencial en el espectador. Esto no es DARK. La serie es puro entretenimiento, y nos lo dejan claro con esa escena del publico aplaudiendo al terminar de ver Back to the Future. Y los Duffer saben eso, asi que se dan la tarea de mezclar las historias de ciencia ficción de los 80´s, con drama familiar, acción, un gran contenido de referencias (Duro de Matar, Terminator, El Resplandor, 2001: Odisea Espacial, Red Dawn, Platoon, Brazil, 007: A View To Kill, entre otras) cine experimental y madurez. Si, madurez, porque saben que los niños crecieron, los fans crecen y la historia debe crecer.
Pero los hermanos Duffer ni Netflix (principalmente ellos) se libran de los errores y aquí el villano es uno de los errores más sonados. Tenemos a los comunistas, que a inicio se nos venden como los principales villanos (sin gracia) de esta temporada con un Terminator que pasa a un segundo plano. Luego tenemos a las bestias que suelen ser manejadas a dependencia del guion. En un capitulo es una ente inteligente pero en otro es una simple bestia que come y mata. Mientras el propósito del Demogorgon era matar porque era una especie de bestia que se escapo de un mundo paralelo, ¿Cuál es el propósito de esta? ¿En la segunda temporada no nos decían que era unificar los dos mundos? ¿No que había una bestia madre poderosa e inteligente? Por último es utilizar a un personaje, que en su segunda temporada no destilaba carisma pero si interés, como es Billy para usarlo como un villano de turno que funciona como un “mayordomo” de la bestia. ¿Era necesario?
Dicho esto, pueda sonar extraño que digamos que la temporada funcione, pero si, funciona y mucho. Porque la serie ha creado las bases necesarias para establecer entretenimiento al mejor nivel y que no responde a una narrativa especifica. Puede jugar con todo y funciona. Sea serio o no.
Pero si se toma la serie como un completo, se siente como la entrada antes del plato fuerte. Los Duffer han dejado más preguntas que respuestas y ellos están consientes de eso. Stranger Things Temporada 3 es una delicia a la nostalgia y un entretenimiento obligatorio. La serie está más viva que nunca y da para una o dos temporadas más. ¿Tendremos un verdadero final agridulce? Creo que sí, que el verdadero final de esta serie, será tan agridulce como Jonathan le dice a Nancy: “la vida es una mezcla de felicidad y tristeza” o como se menciono en la primera temporada: “ser feliz es un trauma”.