Ambientada en 1982, "Las niñas bien" inicia presentando a Sofía (Ilse Salas), una rica ama de casa que vive con su esposo, el empresario Fernando (Flavio Medina) y sus dos hijos. Sofía es una “niña bien” para su círculo de amigas ricas. Cuando la crisis financiara de la década del ochenta golpea a México, las finanzas de la familia se van abajo. A medida que el mundo de Sofía se desmorona, debe lidiar con su disminuida influencia social. "Las niñas bien" es un retrato fascinante de una mujer de clase alta y de cómo se maneja en un claro declive.
Tuve la oportunidad de conversar brevemente con la directora Alejandra Márquez Abella acerca de la producción de la película y de algunos aspectos que me llamaron la atención.
El filme es basado en un libro, ¿Qué me puedes decir de esta adaptación?
Sí, es basado en el libro “Las Niñas Bien”, en una de las historias que cuenta. Los productores de la película habían comprado los derechos del libro y estaban buscando un director que hiciera la adaptación y dirigiera la película, y es así como llego al proyecto. El libro es una compilación de historia que Guadalupe Loaeza público en la década del ochenta, donde hablaba de esta elite a la que ella pertenencia y como reaccionaron estas personas de dicho nivel social a la crisis del momento.
El personaje de Sofía, es el más consistente en el libro. Para mí era esencial contar la historia desde la vista desde un personaje, me parecía más lógico.
Algo que me dio mucha curiosidad en tu película, es que retratas a estas personas con una inocencia financiera que preocupa. ¿fue esto a propósito?
En esa época, se había descubierto un yacimiento importante de petróleo en el país y el presidente decía que había que aprender a administrar la abundancia. Era también un país que no supo manejar esto y no vio que la crisis venía de frente y que precisamente es por esa inocencia económica fue que le pego tan fuerte.
En la época pasaron muchos suicidios, mayormente por la gente envuelta en descalabro, pero en tu película, apenas lo mencionas, ¿es por algo en especial?
No, es que la película esta vista desde la perspectiva de Sofía, y lo quise tratar, desde como una persona como ella lo vería y como reaccionaria ante esto.
Siguiendo con Sofía, el tratamiento que le das no es solo emocional, si no que también es físico. Ella quiere aparentar un estilo de vida que no es real, algo parecido a mucha gente en redes sociales.
SI, Ilse Salas se inspiró directamente en muchas “influencers” de Instagram. No se cuales en especifico, pero creo que si te fijas bien, te resultaran muy conocidas.
Es que creo también que allá afuera, hay muchas mujeres que quieren ser como Sofía, y eso me aterra. Mayormente en países latinoamericanos, tristemente, hay un rezago de la conquista, todo el mundo quiere pertenecer a la elite, pero en nuestros países estamos condenados a un sistema de castas que pone a unos por encima de otros, y parece que estamos en una competencia para ver quién es el opresor de quien, y para mi es importante echar ese discurso. No creo que la mayoría de estas mujeres sean felices, por eso algunas se refugian en religiones y otras cosas, para ocultar baja autoestima.
El material del libro es una sátira desde su inicio, y siento que la sátira puede redimir demasiado a los personajes, y yo quería tener un punto de vista más severo.
Algo que me agrada mucho de tu película es el diseño de arte y vestuario, sin abusar de la música. Con estos dos departamentos nos ambientas perfectamente esa época ¿Cómo fue la investigación y la coordinación de representación?
Fue una investigación exhausta. Annaí Ramos es la diseñadora de vestuario y Claudio Ramirez Castelli, es el director de arte. Un acuerdo que teníamos también con la directora de fotografía Daniela Ludlow era no caer en lo clásico de los ochenta, lo que buscábamos era retratar una época en específico y tratar de llevar al espectador a dicho momento, y no como si estuviéramos haciendo un homenaje a la época.
Hablando de la fotografía, usaste muchos primeros planos para retratar los sentimientos de Sofía, y es extraño, eso de “retratar sentimientos”, pero es que así lo sentí. ¿Cómo trabajaste esto con tu directora de fotografía?
Lo acabaste de decir, a través de los primeros planos se puede decir mucho de esto que no se puede decir con palabras, la busca de la representación visual de los sentimientos, de la metáfora visual y de narrar de todo lo que no se está diciendo a través de los diálogos. El enfocarnos en donde van las miradas fue algo muy importante para nosotros.
La película es una fantástica sátira social. Aquí puedes leer mi critica. Este filme es el segundo largometraje de Alejandra, su primera película se llama "Semana Santa" (2015).