Thanos (Josh Brolin) ha provocado que la mitad de todos los seres vivos del universo se conviertan en polvo. Los Vengadores restantes están devastados y tratan desesperadamente de mantener
la compostura. Mientras Iron Man (Robert Downey Jr.) y Nebula (Karen Gillan) están atrapados en una nave especial en el lejano espacio, Capitán América (Chris Evans) y Black Widow (Scarlett Johansson) están localizando a Thanos para obligarlo a revertir los eventos. Reciben un apoyo inesperado de la Capitana Marvel (Brie Larson), que en realidad es la única que podría desafiar al villano. Pero al final se requerirán fuerzas combinadas, que incluyen a Ant-Man (Paul Rudd), Thor (Chris Hemsworth) y Hulk (Mark Ruffalo), acompañados de mucha paciencia, antes de que se abra una primera oportunidad para eliminar los eventos del pasado.
Desde que Robert Downey Jr. apareció por primera vez como Iron Man en el 2008, el universo cinematográfico Marvel se ha convertido en el proveedor más prolífico del cine comercial. Después del final del año pasado con Avengers: Infinity War, (y, por lo tanto, la variante más grande del universo cinematográfico) nos envían a su ronda final. Luego que se les permitió a los hermanos Joe y Anthony Russo ocupar un lugar en la silla de director de su predecesor Joss Whedon, se les concedió la puesta en escena de este último capítulo. Con 182 minutos de tiempo de metraje, "Avengers Endgame" tiene la duración más larga de todas las películas anteriores. De hecho, los hermanos Russo muestran aquí de manera impresionante cómo se puede tener éxito por tres horas sin un solo momento de respiro.
Especialmente en la primera mitad, Avengers Endgame pertenece al estante superior de todo su universo. En particular, el coraje de construir un silencio y trabajar hacia la línea final vale la pena en cualquier caso. La película ofrece, de formas muy diferentes, muchas sorpresas. El equilibrio entre la sinceridad y el humor funciona tan bien como rara vez en esta fase. Por lo tanto, la verdadera tragedia y el absurdo se alternan, sin dirigir la película a algo irregular. En la segunda mitad, donde (por supuesto) tendremos mucho más acción, esta no baja el ritmo, y de la pasividad anterior se encamina al derroche más grande de acción jamás antes visto, sin exagerar.
Durante mucho tiempo, no ha existido una película que pudiera reunir una cantidad de actores de la lista A de Hollywood. Casi todos los rostros que han desempeñado un papel importante en la saga de los últimos once años, reciben su periodo de brillantez.
Debido a toda esta estructura hiper-serial del Universo Marvel, Avengers: Endgame no es una película simple en el sentido tradicional. Ya en Infinity Wars tuvimos la sensación de ver la banda más grande de superhéroes jamás vista, pero “Endgame” rompe ese record, por mucho. Cualquiera que no conozca al menos las películas más importantes de Marvel, abrirá varios signos de interrogación y esos no disfrutaran la magnitud de este evento. Es decir, la saga “Avengers” sigue siendo una película de acción al servicio de fans con su público objetivo. Cada personaje recibe su desarrollo relevante para la acción final, incluso Black Widow (Scarlett Johansson), que ha creado más vínculos emocionales con los Vengadores en las películas recientes, recibe varias de las líneas y frases más fuertes por parte de los guionistas. La palabra originalidad ya no se puede usar en “Endgame” porque sigue siendo el final de una serie que se ha trabajado repetidamente. Aquí solo se hace homenaje.
Lo que hace que la película sea tan placenteramente refrescante para el género, es el personaje de Thanos como un poderoso antagonista. Su plan no persigue ninguna lujuria loca por obtener poder, o la autodestrucción del universo, sino una especie de convicción espiritual. Brolin crea a la poderosa figura del Titán loco con sus expresiones faciales, pero deja que sus ojos narren lo suficiente como para predecir cosas. Si Infinity Wars fue la película donde Thanos brillaba, “Endgame” es claramente del equipo fundador de los Vengadores: Iron Man, Thor y Capitán América; sin embargo, Thanos también sigue siendo uno de los villanos más impresionantes de las historia del cine de superhéroes. No solo completa su plan con previsión, sino que lo analiza y se renueva constantemente. Sigue siendo, por supuesto, un grueso registro que depende de sus poderes, pero su presencia casi budista todavía lo convierte en una amenaza ubicua.
Con Avengers Endgame se ha llevado a su final (temporal) un mundo complejo y de larga data. Se logra usar el tiempo en pantalla, aparentemente extenso, de manera óptima y así poder unir todos los hilos. Incluso si surgen algunas dificultades menores en el ultimo acto, nos ofrece un final absolutamente digno, proporcionando un buen entretenimiento en todos los niveles y probablemente no dejando atrás a un fan insatisfecho. La esperanza, el sentido del deber, la amistad y la fraternidad son los "superpoderes" humanos que cada individuo favorece, incluso cuando todo parece acabado y el destino parece inevitablemente marcado. Un mensaje simple, casi infantil, tan antiguo como el mundo, pero de una autenticidad y pureza inmutables, que nos lleva a los orígenes de la historia de los cómics en sí. En esta película vemos como la esperanza se ha convertido en el objeto del ridículo y la posibilidad de reconstrucción sobre los escombros ahora se reduce a un espejismo. Pero Avengers: Endgame nos enseña en tres horas llenas de patetismo y emociones, que es correcto y apropiado aferrarse a la luz más ligera al final del túnel, luchar por ella y estar dispuesto a sacrificarse incluso por el bien común.
Esta definitivamente no es una película perfecta. El trabajo de los hermanos Russo tiene algunas debilidades en la trama y, a veces, incluso en el estilo narrativo general. Sin embargo, estos puntos negativos forman una minoría significativa, que se desvanece por la gran representación de los personajes, la atención al detalle, la buena comedia, la impresionante acción y muchas, muchas ideas de primera clase en la implementación. Un final digno y una carta de amor a los millones de fanáticos, que al final lamentablemente carece de las ideas ocasionales que distinguen el trabajo de su predecesor. Créanme cuando les digo, que van disfrutar hasta el último minuto, sin importar mi opinión.
