Maria Mealla es una cineasta de origen boliviano. A pesar de su juventud, posee una amplia experiencia, no solo en largometrajes, sino también en series y cortometrajes. Es una fiel defensora de la diversidad y sus proyectos suelen estar impregnados de elementos propios de la identidad latina.
Su mas reciente obra como directora, Bring Me an Avocado, es una historia familiar que va más allá: una película sobre el ser humano, sus debilidades, su gran capacidad de lidiar con el dolor y, sobre todo, su gran capacidad de sacar lo mejor en los peores momentos.
El largometraje, cuyo guión también fue escrito por ella, es un filme muy personal, ya que está basado en gran parte en sus propias experiencias familiares. Tendrá su estreno este 8 de marzo, en el marco del Cinequest Festival en California, donde además tendrá otras proyecciones los días 10, 16 y 17 de marzo.
A continuación les compartimos una breve entrevista en la que nos dió mas detalles de Bring Me an Avocado:
Como mujer y latina, ¿cuáles han sido los mayores retos a los que te has enfrentado siendo cineasta en una ciudad como San Francisco?
Los retos que he tenido son más como mujer que como latina la verdad, y casi todos solo cuando se trata de financiamiento. La razón por la cual esta película existe es porque la comunidad de cine en el Bay Area es increíblemente unida y deliciosamente diversa. Hay mucho apoyo para intentar contratar a más mujeres y compartir oportunidades. Hay mucho apoyo para proyectos indies e historias independientes, en gran parte porque la mayor parte del trabajo disponible aquí son videos corporativos y comerciales y la gran mayoría de la comunidad quiere hacer arte y lo hacemos sin importar que obstáculo haya.
¿Cuál fue tu inspiración para escribir Bring Me an Avocado? ¿Cómo surge la historia?
Empecé a escribir Bring me an Avocado en el 2014, un año lleno de tragedias que sacudieron a mi familia como nada lo había hecho antes. Entre aquellas, ese año diagnosticaron a mi mama con una enfermedad terminal. Y aunque lo más probable es que nunca termine de procesar y sanar esa herida, lo que sí quise explorar fue cómo reaccionaron todos en mi familia – yo incluida – a la noticia. Estar en duelo por una persona que sigue viva, estar en duelo por años, es algo muy diferente al duelo que se siente cuando un ser querido fallece. No hay manera correcta de procesarlo, y como todos los personajes en Bring Me an Avocado, es la vida diaria la que mas te agarra desapercibida, con el mundo que no deja de girar y los ataques de trauma y pena que te llegan en olas inesperadas.
Bring Me an Avocado es un drama familiar, pero además es una historia de mujeres; podemos ver que los personajes femeninos, incluso las niñas, mueven la historia, hacen que las cosas pasen. ¿Tenias clara esa intención al momento de concebir la historia? ¿O fue algo que surgió en el proceso, a medida que ibas escribiendo/dirigiendo?
En mi familia reinan las mujeres. Mi mamá tuvo dos hijas, y tiene dos hermanas. Mis tías ambas tuvieron hijas. Por el lado de mi papá tengo una media hermana y ella tiene una hija que es la luz de mis ojos. Crecí rodeada de mujeres, todas increíblemente fuertes, simpáticas y apasionadas. Llenas de vida. Cuando empiezo a crear personajes siempre empiezo por ahí. Las niñas están basadas en mi hermana menor y en mi cuando éramos pequeñas. La escena en la que faltan a la escuela y se quedan comiendo galletas en cama con el papá es sacada directamente de mi baúl de memorias. No había vacación que no empezara con mi papa haciéndonos faltar a clases para pasar un día con el! (Risas).
Hay muchos ingredientes de la identidad latina en esta película. ¿Qué tan importante es para ti que tus filmes contengan elementos de la identidad latinoamericana en general y boliviana en particular?
Habiendo crecido en Bolivia he visto películas hechas en todo sur américa; la linea en común a través de estas para mi siempre ha sido el calor y cariño latino que trasciende a través de las culturas latinoamericanas. Ya sean historias latinas de trópico o latinas de los Andes, el cariño siempre se siente. Creo que sin duda mis filmes siempre van a tener rastros de la personalidad boliviana, ese sentido del humor medio sarcástico y astuto que tenemos lo llevo muy dentro de mi, y es lo primero que queda marcado en la hoja al escribir. Pero para mi, siempre que exista la oportunidad de poner personajes latinos frente a las cámaras, lo voy a hacer. No solo por la gran necesidad de representar en el medio, si no porque hay tanta variedad, tanto detalle, ¡y tanta magia en ellas que todavía no ha llegado a las pantallas grandes aquí! Las historias latinas son como una mina de oro en el cine.
En Bring Me an Avocado tenemos a Greece, la tía que pone el orden y le da estructura a la vida familiar durante el coma de su hermana, y a Jada, la mejor amiga, que es la chispa, la que vive el ahora disfrutándolo al máximo. ¿al momento de dirigir eres más como Greece o más como Jada?
Al momento de dirigir soy mas como Isabel (risas). Me gustaría pensar que soy una mezcla de las dos. Llego al rodaje sabiendo exactamente lo que quiero de cada personaje y de la historia. Y especialmente en el cine independiente, el saber que tus recursos son limitados te hace trabajar con bastante disciplina y un toque de neurosis jaja. Pero a la vez, es súper importante para mi que todos disfruten de la experiencia. El hacer películas es de valientes, y a los valientes hay que recompensarlos con buena comida, buena experiencia y muy buen humor.
Tanto tu largometraje anterior, Women and Cigarrettes, como Bring Me an Avocado, han sido en parte financiados por campañas de fundraising; ¿Cuáles ventajas y desventajas ha tenido para ti trabajar bajo este sistema de financiamiento?
La gran desventaja es el estrés que acompaña a la campaña. Si alguien entra a crowdfunding pensando que va a ser fácil, les espera una dura realidad. Es como tener un segundo trabajo un mes entero y requiere muchísima preparación de antemano para sacarla adelante exitosamente. Pero si te preparas, y estás lista para meterle ganas, es una gran manera no solo de recaudar fondos, si no de empezar a crear audiencia para tu proyecto. Gran parte de las personas que empezaron a seguir el proyecto durante su campaña de crowdfunding, son las que mas entusiasmadas están de verla terminada y estar a punto de estrenarse exitosamente.
Tenemos 5 premios Oscar para directores latinos en los últimos 6 años… ¿Cómo te hace sentir eso como directora y como latina?
¡¡¡¡¡Llena de orgullo!!!!! Yo amo demasiado a esos tres hombres y los voy amando hace mucho. Amores Perros fue una de las películas que me hizo querer dedicarme al cine. El Laberinto del Fauno es una obra de arte que me cambió la vida. Claro que todavía da para largo en llegar a la representación adecuada de latinos en la pantalla grande. Queda un continente entero que casi no tiene representación en los premios mas grandes del cine. ¡Y mujeres latinas ni hablar! Hay mucho trabajo por delante. Pero por lo menos tener a los three amigos coleccionando premios y representándonos a todos inspira y da impulso para volver con mas fuerza.