Adaptación de la novela de Meg Wolitzer , The Wife cuenta la historia de Joan Castleman (Glenn Close) , cuyo marido, Joseph Castleman (Jonathan Pryce ) recibe una llamada de Estocolmo para anunciarle que ha ganado el premio Nobel de literatura. Como esposa y madre solícita, Joan ha aprendido a lo largo de las décadas a vivir en el fondo, a la sombra del pródigo novelista. Pero este viaje a Europa resultará revelador, tras la necesidad de deshacerse de un peso que arrastra y la ha hecho sufrir durante demasiado tiempo. Apasionada por la literatura, Joan Castleman vivió la realidad de los años 50 y 60, como el sofocamiento de sus ambiciones y su sueño de convertirse en escritora. Sin embargo, desanimada a participar en esta profesión, que para la época, era enfocada en el género masculino, es su pluma la que se esconde detrás de las obras de éxito de su esposo.
En su primera parte, la película examina el pasado de esta pareja y regresa al 1958 cuando Joseph conoce a Joan, una de sus alumnas, por quien abandonará a su esposa de ese momento. Jugando en un paralelo entre el pasado y el presente, la historia ilumina el presente a la luz de este pasado ya no convencional. La incomodidad de la familia se va formando gradualmente de un lado a otro, a la manera de un thriller, maravillosamente escrito y muy bien interpretado.
En estos momentos en que, motivados quizás incluso por el uso diario de las redes sociales, nos inclinamos cada vez más a tomar bandos, abriéndonos a opiniones de todo el mundo, es bueno redescubrir que el cine todavía es capaz de hacer preguntas, instando al espectador a reflexionar y no ser demasiado rígido en sus juicios. “The Wife” es una película que podría parecer inteligente en estos tiempos de dilemas, ya que todo se centra en el papel "clásico" de la esposa del artista. El proverbio que reza, que "detrás de cada gran hombre, siempre hay una gran mujer" estaría perfectamente adaptado a esta historia.
Aunque permanece siempre del lado de su protagonista (y también, sin duda, su homólogo masculino), la película de Runge se inserta entre los pliegues de su atractiva narrativa, a veces teatral, creando una serie de preguntas espinosas que cuestionan la integridad moral de la mujer. Y en su investigación sobre el personaje femenino, “The Wife” resulta ser una narrativa lineal, bajo la cual, se encuentran entre la mentira y el engaño, errores de la vida tal vez irremediables, pero dictados por la fragilidad y los temores humanos.
La dirección de Björn Runge (Happy End, Mouth to Mouth) es convencional; este sigue el viaje de la pareja con el hijo a Estocolmo para la entrega del premio mientras que los enfrenta con un inescrupuloso biógrafo, Nathaniel Bone (Christian Slater).
Uno se pregunta qué sería de esta película sin Glenn Close. Cómo trabajaría una actriz en funciones menos magistralmente matizada? Close le debe todo a esta película. Para Joan, el viaje a Estocolmo, donde todos ríen de cada broma que hace su esposo Joe y se humilla sutilmente a sí misma, es la oportunidad que toma para revisar el concepto de su vida.
Jonathan Pryce crea su personaje Joe, suspendido entre el de esposo amoroso y la caricatura de un novelista egocéntrico y mujeriego, mientras que el papel de Slater, se encuentra en una oscilación constante entre el cliché y maldad, proponiendo una película con ambiciones "generales" pero con más soluciones autorales.
El orgullo y la dignidad de Joan son la columna vertebral imaginaria de esta película. En la figura de Glenn Close es que se concentran temas extremadamente complejos, como reflexiones sobre la posición de las mujeres en el mundo del arte en el pasado y en el presente y en la tensión entre la identidad pública y privada. En última instancia, The Wife se trata del precio de la fama y todo lo que ocurre tras bastidores.