Después de una breve estadía en prisión después de una pelea callejera que se convirtio en asalto violento hacia 
otra persona, Collin no pretende estropear su libertad condicional e intenta mantenerse alejado de los problemas. Pero tres días antes de que su periodo de libertad condicional termine, un evento cambiará la vision de este joven.
Rafael Casal y Daveed Diggs se conocen desde la infancia. Habiendo crecido en Oakland, habían soñado durante mucho tiempo en contar una historia de su ciudad y su gentrificación paralelamente a la pobreza, la de una América en la que se intensifican las insinuaciones racistas y las protestas contra la policía se vuelven comunes.
La mayor parte de la película es presentada como una comedia de amigos, y los amigos de toda la vida, Diggs y Casal, simplemente se divierten con sus personajes, con diálogos tan espontáneo que pareciere que todo fue improvisado en el acto. Nadie más podría desempeñar estos roles, excepto ellos, y su química salta de la pantalla. Casal obtiene la mayor parte del material de comedia como el amigo divertido que siempre te mete en problemas, pero no puedes evitar seguir saliendo con él. Pero es Daveed Diggs, quien se lleva todo el peso narrativo. Diggs aporta una profundidad casi autobiográfica a su papel, con una secuencia final que nos robará la respiración. Diggs es ganador de un premio Emmy y Tony por su participacion en el musical "Hamilton".
El director Carlos López Estrada hace un buen uso de su experiencia haciendo videos musicales, ya que los personajes se deslizan hacia los estilos libres de palabras habladas cuando tienen algo importante que expresar. Esto podría fácilmente volverse cursi y desagradable, pero el guión parece rítmico, y López Estrada hace que esas escenas se sientan como videos musicales.
Con inteligencia y originalidad, "Blindspotting" rompe los códigos para llevar al más alto nivel su mensaje de protesta. Con la misma pizca de humor e innovación visual que presentaron los primeros trabajos de Spike Lee, la energía con que se comunica tiene una efectividad impresionante, una crónica furiosa y poética de las relaciones de clase y conflictos étnicos. En la forma de un bromance delirante, donde las digresiones son numerosas, el director nunca pierde el hilo de su trama, hasta una apoteosis de secuencias finales: intensa, elocuente, incisiva y sorprendente. Con la puesta de una impresionante estética, su edición tensa y su rap de protesta, esta opera prima impresionará corazones y mentes.
