Happy as Lazzaro es una de esas atípicas películas que más le gustan al cine italiano. La película narra la vida de Lazzaro en Inviolata a principios de siglo. Inviolata es una finca aislada en ninguna parte, aquí, la despiadada Marquesa Alfonsina de Luna (Nicoletta Braschi) gobierna duramente sobre sus innumerables trabajadores, porque aunque la servidumbre ya hace mucho que fue abolida y prohibida por la ley, sus empleados no saben nada al respecto. Trabajan en los campos y cultivan tabaco, que a su vez es recogido por el administrador.
Entre estos trabajadores rurales se encuentra Lazzaro (Adriano Tardiolo), que tiene alrededor de 18 años y que puede ser descrito como la perfecta definición de buena persona. Él ayuda donde puede, es explotado pero le gusta ayudar, porque no puede evitarlo. Un día, Tancredi (Luca Chikovani) viene de visita, quien conoce muy bien las actividades de su madre La Marquesa. Se hace amigo de Lazzaro, simula un secuestro y luego da luz a la policía. Esto finalmente revela las condiciones tremendas de la finca, pero de repente carece de todos los rastros de Lazzaro.
El filme juega con las temporalidades. Propone un viaje en dos etapas, dos películas en una. Por supuesto, el interés principal radica en esta estructura de dos partes, en donde la primera tiene aún más sentido gracias a la segunda. Lazzaro se verá inmerso en un mundo nuevo que no es el suyo. Sin embargo, hay muchos aspectos de sus orígenes, y su familia no está tan lejos. La película es un viaje personal para Lazzaro, una introspección sobre la familia y su evolución. Hay reflexiones sobre diversos temas como la esclavitud, la bondad y el servicio. Sin embargo, hay que destacar que es un trabajo que puede ser perturbador. La estructura narrativa y su elemento fantástico pueden desestabilizar al público. El ritmo y los elementos mencionados anteriormente pueden ser más que molestos, pero para aquellos que tengan el coraje de embarcarse, hay un viaje interesante y mágico.
Lazzaro, en el centro de la historia, es el ojo demacrado de una directora que desempeña un papel de testigo. En los mundos que él no comprende, el héroe debe ser adaptable a los cambios de costumbres. E verdadero pilar emocional de la película debe mucho a la excelente interpretación de Adriano Tardiolo. Este distanciamiento con la realidad del personaje permite que su trabajo florezca con el universo del relato. En su primera hora somos testigos de los hermosos paisajes de campo en la región de Viterbo y en Castel Giorgio. La segunda parte muestra la industrialización gracias a un rodaje en Milán y Turín. Es esa herramienta que utiliza la directora Alice Rohrwacher para dejarnos claros de los sentimientos y situaciones de nuestro heroe. Con su ritmo lento es probable que se pierda el hilo de una historia rica en símbolos, afortunadamente, a la película no le falta humor para colgar a la audiencia al conductor de la historia en momentos de desorientación.
Esta obra tiene un reparto excelente que incluye, entre otros, a Alba Rohrwacher (la hermana de la directora, una famosa actriz del cine italiano) y al español Sergi López que nunca falla. Por supuesto, de lo que tenemos que hablar es del intérprete de Lazzaro, el novicio Adriano Tardiolo, en esta que es su primera película.
Es obvio que Happy as Lazzaro no es una película que va satisfacer a todos, es una especie de pequeño cuento de hadas, con una crítica social clara. Juega en dos épocas y está interesada en temas que no necesariamente sean fáciles, pero es la clara prueba de que el cine italiano tiene una riqueza enorme, a veces insospechada.