Contiene SPOILERS de Juego de tronos hasta T7E7
Nunca se han llevado bien. Normal, porque tanto Sansa Stark (Sophie Turner) como Arya Stark (Maisie Williams) son tan distintas como la noche y el día: por mucho tiempo que hayan pasado alejadas la una de la otra, el reencuentro entre la conspiradora en ciernes y la asesina más joven y letal de los Siete Reinos tenía que parecerse a un choque de trenes. Pero, ¿de verdad está la más pequeña dispuesta a matar a su hermana mayor, por muy mal que le caiga esta?
Tras ver el último capítulo emitido de la serie, la respuesta a la pregunta sería un “sí”. Al fin y al cabo, Arya ya está más que acostumbrada a degollar gente, y el hecho de descubrir que su hermana fue un títere de Cersei Lannister puede ser la excusa perfecta para quitársela de en medio. ¿A qué, si no, esas insinuaciones sobre el “juego de los rostros”, ese jugar con el puñal, ese dejarle ver las caras arrancadas de sus víctimas…? Para colmo, si esto fuese el resultado de un plan de Littlefinger, estaríamos llegando al colmo del recochineo.
Pero una teoría de fan, recogida por Slashfilm, cambia del todo el significado de la escena. Y, lo mejor de todo, resulta bastante verosímil en un mundo tan retorcido como el de Game of Thrones. Según esta versión, Arya no estaba amenazando a Sansa: estaba ofreciéndole una alianza para matar a Littlefinger.
Recordemos algo muy importante: a diferencia de otras casas nobles de los Siete Reinos, como los Lannister o los Greyjoy, los Stark son como los Corleone. Es decir, que pueden ser unos hijos de loba huargo, pero nunca toman partido por nadie que vaya contra la familia. Por mucho que los Hombres Sin Rostro tratasen de lavarle el cerebro, y por muy loca que esté, podemos estar seguros de que Arya sigue siendo una Stark.
Otra premisa: Littlefinger lo sabe todo y se entera de todo. El personaje de Aidan Gillen ha provocado una guerra civil, ha reventado la economía del reino, ha convencido a una mujer para que asesinase a su marido… ¿Qué le cuesta a nuestro proxeneta y usurero favorito untar un par de manos en Invernalia, asegurándose así de saber en qué andan Lady Stark y su hermanita?
¿Van cayendo? Seguro que sí: mirándola con cara siniestra y hablándole sobre el juego de los rostros (“Tú intentas mentirme, y yo intento adivinar qué partes de tu historia no son verdad”), Arya estaba proponiéndole a su hermana una forma de comunicarse en clave. De este modo, sus amenazas son en realidad todo lo contrario. Y, finalmente, cuando pone el puñal en manos de su hermana, está ofreciéndole la posibilidad de aliarse con ella.
Siguiendo estas premisas, incluso la decisión de Sansa de enviar a Brienne a Desembarco del Rey tiene cierta lógica. Tal vez crea que la guerrera está a sueldo de Littlefinger, pero esto es poco probable: Brienne no es excesivamente lista, pero es leal hasta las últimas consecuencias. Y también es honorable, algo que podría haber motivado su destierro. Enterarse de que esas dos niñas a las que juró proteger piensan matar a un hombre a sangre fría, para después arrancarle la cara del cráneo y usarla como máscara, no es algo que vaya a sentarle muy bien.
Creado por George R. R. Martin como un homenaje a Scott Fitzgerald y El gran Gatsby, LittleFinger se ha confirmado como el personaje más despreciable de Game of Thrones temporada tras temporada. No es sólo un arribista social, algo casi inconcebible en la sociedad de Poniente: también es un asesino que nunca se mancha las manos. Seguro que, tras leer esta hipótesis, más de un espectador de la serie está deseando ver cómo Arya se hace una cara nueva… Con su pellejo.