Elizabeth Banks ha abierto un debate muy interesante en Hollywood diciendo que Spielberg discrimina a la mujer en el cine. Tiene razón… Y no es el único. Elizabeth Banks ya se ha arrepentido y ha perdido perdón por decir que Spielberg nunca ha hecho una película liderada por una mujer.
“Cuando hice esas declaraciones estaba pensando en las últimas películas que ha dirigido Spielberg. No era mi intención quitarle importancia a la icónica ‘El color púrpura’”
Vale, El color púrpura es una película donde la mujer tiene su espacio, es cierto. Y Loca evasión o Mi amigo el gigante también están protagonizadas por roles femeninos. Está bien que Banks haya pedido perdón ya que en estos asuntos hay que hilar muy fino. Ella dijo que “Spielberg nunca ha hecho una película liderada por una mujer” cuando lo que tenía que haber dicho es que Spielberg sólo ha hecho 3 películas de 30 con una mujer como protagonista. Y para un tipo con historias tan universales en su filmografía es muy poco.
Da igual lo que diga Banks, ya no hay vuelta a atrás… La actriz ha abierto un melón que era necesario abrir.
¿QUIÉN ES LA MADRE DE INDIANA JONES?
El periodista cultural y político Emilio Doménech dice en su artículo para Vanity Fair ‘No, Spielberg no ha hecho lo suficiente por las mujeres en el cine’ que “sería injusto juzgar la carrera de Spielberg por sus decisiones creativas de rodar casi exclusivamente historias protagonizadas por hombres porque él es uno”. Y en un exhaustivo ejercicio de recuento el periodista lleva esa discriminación a su faceta como productor, donde de 92 películas, solo han tenido una protagonista femenina.
Pero aunque Banks haya señalado el número de títulos, el debate realmente interesante sobre el papel de la mujer está en otro sitio. Por qué es obvio que Hollywood es machista, es una industria creada por hombres para hombres aunque dentro de su público la mitad sean mujeres. Hay más directores que directoras, más productores que productoras y muchos más actores de más de 47 años que actrices de más de 47 años. Así que es perfectamente normal que la mayoría de las películas estén protagonizadas por hombres, algo que seguirá siendo así hasta que la industria sufra un cambio radical.
Pero más allá del número de protagonistas femeninas en la filmografía de Spielberg, es normal que un hombre dirija películas con universos de hombres, es importante caer en la cuenta del papel que tienen sus personajes femeninos en sus películas, sean secundarios, coprotagonistas o extras. Y ahí es donde no es para nada irrazonable poner en duda su responsabilidad como creador.
En la filmografía de Spielberg la mayoría de las mujeres que aparecen son madres preocupadas por su familia, en E.T. en Hook, en Inteligencia Artificial, en La Guerra de los mundos… O son mujeres enamoradas de un gran hombre, todas las chicas de Indiana Jones (¿Por qué no hay rastro de la madre de Indy en La última cruzada?), La Terminal, Atrápame si puedes, Jurassic Park. En el cine de Spielberg ella no importan demasiado, no tienen un espacio realmente relevante en la historia y si lo tienen, como Frances O’ Connor en A.I. acaban por asumir un rol negativo… ¡En Inteligencia Artificial O’ Connor abandona a su hijo en medio del bosque! Por muy robot que sea el niño eso es una canallada.
¿DÓNDE ESTÁ TU LADO FEMENINO, MARTY?
Juliette Binoche es una mujer que cuida cada papel que hace al milímetro. Ella rechazó el papel de Laura Dern en Parque Jurásico porque no quería que la definieran por ello. Y por supuesto siempre ha reclamado el espacio de la mujer en el cine. A parte de darle un tirón de orejas a Spielberg por el tema en el Festival de Cannes de 2016, hizo lo propio con Martin Scorsese, del que dice que tiene un lado femenino pero que nunca lo explora en su trabajo.
Ese lado femenino está muy oculto, en sus títulos importantes las mujeres son prostitutas o estiradas como en Taxi Driver, mujeres de mafiosos sin escrúpulos como en Uno de los Nuestros, personajes completamente desdibujados e intrascendentes como el de Cameron Díaz en Gangs of New York y no hablemos ya de esa mujer florero interpretada por Margot Robbie en El lobo de Wall Street… A veces muestra un poco de carácter, lo justo para ser sexy. Diréis La edad de la inocencia, que es una de las obras maestras del director. Pero ni esa se salva, precisamente porque aporta el otro rol más extendido de las mujeres en el cine a parte del de madre o el de novia enamorada, es el de robamaridos. Efectivamente, como dice Lucía Lijtmaer en Yo también soy una chica lista:
“Si hay dos mujeres en una narrativa de ficción lo más probable es que sean antagonistas. Es decir, siempre enfrentadas. ¿Y por qué? Porque el discurso, como la industria, jamás está construido por mujeres”.
Pero lo peor viene, precisamente, con uno de los personajes femeninos más importantes de su filmografía: Ginger. Sharon Stone no ha estado mejor nunca y durante la primera hora de metraje, Ginger se revela como un personaje fuerte, independiente e inteligente. Una fuerza de la naturaleza. Y sin embargo, poco a poco se revela que vive bajo el yugo de un imbécil, un macarra idiota que la domina.
¿QUIÉN QUIERE CIENCIA CUANDO EXISTE EL AMOR?
Muchos no le perdonamos a Christopher Nolan que en Interstellar una película repleta de interesantísimas teorías astrofísicas con agujeros negros, colas de gusano y demostraciones prácticas de la ley de la relatividad el director tirara todo por la borda para resolver la extinción de la humanidad a través del amor. Y precisamente es uno de los personajes femeninos, el de Anne Hathaway, el que lidera esta corriente melodramática que estropea un poco todo.
O sea, que tres astronautas hombres y una astronauta mujer se van a salvar el mundo al espacio exterior, arriesgando su vida por la ciencia y es justamente ella la que tiene un objetivo romántico. QUÉ CASUALIDAD.
En el cine de Nolan en general, como en Batman Begins o El caballero oscuro el rol femenino solo está para desear suerte al héroe. Scarlett Johansson solo es un interés romántico en El truco final y el papel de Ellen Page, que tanto prometía en Origen, es anecdótico, sin interés y que podría no haber estado ahí. Que por cierto, en Origen, Leonardo DiCaprio y Marion Cotillard deciden vivir entre sueños pero ahí la que comete el pecado, la que se vuelve loca y se pierde por el infinito del subconsciente provocando la salida del paraíso es ella, como no. Ya sabéis, la manzana de Eva.
¿PUEDE UNA MUJER SER ROCKNROLLA?
Tampoco podíamos esperar mucho del tipo que se atrevió a decirle a Madonna que dejara esa tontería de la música para ocuparse de su familia. De hecho, Madonna habló en su momento de coacción y claro, así acabó la cosa.
Y sí, el cine de Guy Ritchy es un reflejo de su carácter machirulo y rancio. Ojo, nos divierte muchísimo Snach o RocknRolla pero tampoco pasaría nada si los personajes femeninos reclamaran su espacio en este cine de historias cruzadas. Lo tiene fácil, casi siempre sus guiones evitan lo lineal… Pero ni con esas consigue dotar a un personaje femenino de carácter.
Nos faltaba por definir el último rol femenino en el cine moderno.
Teníamos las madres preocupadas.
Teníamos las novias enamoradas.
Teníamos las amigas robamaridos.
Y por supuesto nos faltaba las femme fatales.
En el cine de Guy Ritchie si sale una mujer es una femme fatal. No hay más espacio en su universo. No hay mujeres que hablen entre ellas. No hay mujeres que cometan crímenes o que pillen a los criminales…
EL CAMPEÓN ES MICHAEL BAY
En el cine de Michael Bay no hay intención de colocar a la mujer en ningún rol. Ni siquiera en el equivocado. La mujer solo está para seducir al público masculino, por eso sale con poca ropa, por eso siempre son súper sexys y súper ardientes. Digamos que la imagen de Megan Fox abriendo el capó del coche en Transformer es el resumen del papel de la mujer en el cine de Michael Bay.
Y volviendo a Lijtmaer: “Hace tiempo que Hollywood dio por hecho que si no sale una tipa en biquini, ningún hombre tiene interés en la película, lo cual resulta más ofensivo casi para los hombres que para las mujeres”.
Y ahí está la clave, esto es un problema que debería ofendernos a todos, no solo a las mujeres. Porque al fin y al cabo ser un hombre amante de las películas y darte cuenta ahora que Spielberg, uno de tus directores favoritos, discrimina a la mujer puede significar que tú también eres cómplice.