Laura Amelia es la verdadera mujer maravilla del cine dominicano. De fotógrafa pasó a gaffer, asistente de cámara, directora de fotografía, y ahora es directora, esposa y madre, aún mientras hay rodaje, y productora líder de tres productoras. Ella, junto a su esposo Israel Cárdenas, se han dado a la tarea de innovar constantemente el cine dominicano, brindando dramas sociales, inspirados en las historias y personajes que les rodea
Su próxima película Sambá estrena el 29 de junio en los cines dominicanos.
P1. ¿Como es tu salto de la fotografía al cine?
Sentía que necesitaba contar un poco más que una sola imagen. Cuando estaba estudiando, empezó la época de las cámaras digitales. Entonces de yo hacer una o dos fotos bien pensadas con mi cámara análoga, pasé a tomar un montón de fotos, una detrás de otras, con mi cámara digital. Eso me abrió un mundo para contar. Ahí fue que empecé a dar mis primeros pasos de narrativa.
P2. ¿Consideras que el hecho de que tus padres eran directores de arte influyó en que incursionaras por el cine?
Claro que sí. Yo en principio lo rechacé, pues no me imaginaba para nada haciendo cine. Tampoco me imaginaba siendo directora de fotografía, porque mi tío Peyi Guzmán es director de fotografía y no me identificaba tanto con su trabajo. Entonces fue raro que de repente entré a la Escuela de Cine de Cuba a estudiar dirección de fotografía, no dirección.
“No sentía que tenía ese estilo de directora para dirigir un equipo grande de gente y todos esos detalles que hacen los directores. Elegí dirección de fotografía porque me gusta la fotografía, porque este rol participa mucho en la puesta en escena, trabaja muy de cerca con el director (entre los dos juntos cuentan la historia). Pero después de graduarme, me di cuenta que trabajar en el mundo de la dirección de fotografía era sumamente difícil para una mujer, porque el director de fotografía es jefe de todo un equipo personal y para ellos era difícil aceptar que la jefa era una mujer. Pero para llegar a ser directora de fotografía hay que pasar por todas las etapas y hacer de segunda o primera de cámara es un trabajo rudísimo para una mujer, y ni hablemos de ser gaffer”.
Cochochi, la opera prima de Laura Amelia e Israel...
“Saliendo de una asistencia de cámara en un rodaje al norte de México, Israel y yo nos fuimos a conocer una región y ahí se nos ocurrió hacer algo que no sabíamos si iba a hacer un largometraje, un corto o un documental. Escribimos un par de líneas y arrancamos a filmarlas. Teníamos material de sobra de esos videos. Cuando los vimos, nos dimos cuenta que ahí había una historia fuerte, por los paisajes impresionantes y una atmósfera chulísima. Pero sobretodo mucha curiosidad de parte nuestra. Eso fue lo que motivó a hacer esa primera película, Cochochi (2007). Fue producida por Canana, con un presupuesto de 3000 dólares.”
P3. Eres de las pocas mujeres en la industria de cine dominicana, ¿cuáles son los pros y contra de esto?
Siento que el hecho de ser “de las pocas” me ha abierto muchas puertas, sobretodo ahora en estos últimos años (quizás no tanto cuando empecé), porque las instituciones que financian buscan igualdad. No se me ha cerrado puertas por eso.
P4. Eres también una de los pocos directores dominicanos que ha realizado únicamente películas de tipo independiente o autoral, ¿cómo ves la recepción del público a tus historias?
Yo siento que hay público para todo tipo de historias y también siento que siempre he sido parte de un nicho pequeño de la sociedad dominicana. Eso me ha acostumbrado al poco público, que me da la sensación de que le hablo a un grupo de personas que no necesariamente está acostumbrado al tipo de cine que llama a masas.
P5. ¿Cómo conoces a Israel y cómo inicia su carrera en el cine juntos?
Nos conocimos en la Escuela de cine de Cuba, donde él fue a hacer un curso corto. Y cuando estaba a punto de graduarme, quería vivir alguna experiencia en otro país (que no fuese República Dominicana), donde hubiese una industria de cine de autor y más avanzada. Me fui a México con mi hermana, quien fue a estudiar allá. Y ahí me volví a encontrar con Israel, quien trabajaba en video. Así arrancó.
P6. ¿Cómo es la química laboral entre tu y tu esposo cuando están en el set o en la pre-producción de un proyecto?
Nosotros no dividimos roles en ninguno de nuestros proyectos, sino que vamos llevando el proceso juntos, y a medida que vamos avanzando, nos damos cuenta a quien le gusta más que. Escribimos juntos nuestras historias, pero por lo general a mi me gusta más la investigación, y a él le gusta más la lectura, estructura y reescritura.
P7. ¿Cómo fue tu experiencia filmando Dólares de Arena (2014) junto a Geraldine Chaplin?
Llegar a Geraldine fue un golpe de suerte. Ella vio Jean Gentil (2010) en un festival de cine en Lima, donde era jurado. Cuando vino al Festival de Cine Global Dominicano, habló mucho de nuestra película a la prensa, que le gustó muchísimo. Entonces, le escribí para que trabajara con nosotros en Dólares de Arena. Me la imaginaba en un papel pequeño en esta película, porque en realidad era una historia entre dos hombres. Pero al ver su disposición y su buena voluntad para trabajar con nosotros, nos propusimos hacer un ejercicio del guión para darle un giro. Nos empoderamos con esa nueva historia.
P8. ¿Cómo surge la productora Aurora Dominicana?
Esta productora la creó mi tío Peyi. Cuando íbamos a aplicar al fondo Ibermedia para el desarrollo de Jean Gentil, necesitábamos como requisito una productora que tuviese varios años constituida. Y como queríamos una productora dominicana, tomé prestada Aurora Dominicana. Originalmente se llamaba Aurora Films Dominicana. De modo que mi tío se quedó con esa, y para la siguiente película (Dólares de Arena) registramos Aurora Dominicana.
P9. ¿Cuál de todas tus producciones es la que más ha influido en tu vida?
Todas. Cada una de ellas ha sido una gran aventura y ha marcado un momento muy importante de nuestras vidas. Cada película ha sido una mudanza de país o ciudad, y hemos arriesgado mucho en cada una, tanto a nivel personal, como familiar y profesional.
P10. ¿Cómo nace Sambá?
Un 30 de diciembre, un chico que no conocíamos (Ettore D'Alessandro) nos escribió para presentarnos un guión. Israel lo recibió y lo leyó de primero. A él le gustó y Ettore le preguntó si le parecía para dirigirla. Israel me pidió que lo leyera también y ya te puedes imaginar: un drama deportivo de boxeo… en mi vida había visto boxeo, mucho menos me imaginaba dirigiendo algo sobre eso. Cuando lo leí, comenzamos a trabajar el guión y él me propuso trabajar la dirección juntos. Arrancamos el año con un nuevo proyecto.
P11. ¿Expectativas de la crítica y el público?
Yo tengo la impresión que, por el hecho de ser drama deportivo y boxeo (que aquí gusta mucho), le va a ir bien aquí en República Dominicana. Con el estreno de la película en el Festival de New York (Tribeca) y en Argentina, nos sorprendimos lo bien recibida que fue por la crítica, sobretodo por los latinoamericanos.
P12. ¿Qué esperar de Laura Amelia para los siguientes cinco años? ¿Te visualizas realizando producciones en RD o en México?
Yo no sé… sabrá Dios. En México quizás, pues como Israel es mexicano y él se ha quedado con ese sentimiento de no haber pertenecido a su generación de allá, la cual fue una generación de historias rurales, que para nosotros fue importante y eso nos mantiene participando y colaborando en proyectos mexicanos. Pero también RD ha sido muy generosa, pues nos ha permitido hacer las historias que queremos...
Más de Laura Amelia
Una película: Eastern Boys (2013), de Robin Campillo. Fue la última que vi y la tengo muy presente
Un director o directora: Sería muy injusto elegir uno nada más
Un actor o actriz: Geraldine Chaplin
Un clásico: Cualsea de Charlie Chaplin
Un género: Drama
Una escena: En la película rusa “Soy Cuba” (1964), hay un plano que empieza encima de un edificio, la cámara siguiendo una chica. La chica se hace un clavado en una piscina y la cámara la sigue hasta ahí.
Próximamente, iniciará el rodaje de su nueva película, Reinado de Belleza, en la que va a participar Geraldine Chaplin nueva vez con ellos.