Las películas de boxeo siempre presentan una fórmula: el boxeador que busca algo (dinero, fama, poder, venganza) y el sabio entrenador, que en muchos casos fue una estrella dentro del mismo 
deporte. Siempre se le suma un interés amoroso porque es necesario para la parte final, y en algunos caso, le suma motivos a la pelea, y dicho personaje (generalmente femenino), representa la reacción del público. Al final, este tipo de películas dejan el buen sabor de gloria y entretenimiento que el público pide. Pero el tema no ha sido explotado dentro del cine latino, ya que desde este lado del mundo, las situaciones y motivos podrían ser diferentes a la de grandes urbes.
Francisco "Cisco" Castillo (Algenis Pérez Soto) acaba de salir de la cárcel en los Estados Unidos y regresa a su casa en un barrio de la ciudad de Santo Domingo. Cuando entra por la puerta, su madre lo abraza y llora por su pasada ausencia, ya que no lo ha visto en 15 años. Francisco no se inmuta y no le da muchas explicaciones de donde estaba o lo que hizo, solo habla con Leury (Ricardo Ariel Toribio), quien parece ser su hermano menor. Sin la plena conciliación con los miembros de su familia, Francisco decide enderezar su rumbo y buscar trabajo, consiguiendo un puesto en el muelle de la ciudad.
Mientras tanto, Nichi (Ettore D'Alessandro) es un italiano, ex-campeón de boxeo con un carácter agresivo, un ojo arruinado y muchas deudas. Le debe dinero a Suarez (Gerardo Mercedes) por razones que son desconocidas. En una de sus andanzas, ve a Francisco en una pelea callejera, lo recluta y le promete entrenarlo a cambio de recibir una ganancia económica. Hasta ese punto entendemos las razones de ambos, uno está desesperado por hacer dinero, el otro posee la misma desesperación, pero quiere forjar algo diferente para su futuro. Con una velocidad impresionante, Francisco ya es un boxeador profesional y va en muy buen camino por el título.
El dúo de Laura Amelia Guzmán e Israel Cárdenas (Jean Gentil. Dolares de Arena), fue contratado para hacer una película de género que proporcione el esquema y los requisitos, centrándose en sus personajes. El ‘’Nichi’’ de Ettore D’ Alessandro es más intrigante que el ‘’Francisco’’ de Algenis Pérez Soto: Nichi esta relajado, sabe que tiene una deuda pero no se desespera, él busca soluciones. Conoce su mundo y es conocido en él, se mueve en este, pero parece distante a la misma vez. Pérez Soto no muestra una pizca de emoción. No sentimos su rabia, ni nos sentimos inspirados por su personaje, e incluso cuando gana algunas peleas nos alegramos más porque sabemos que Nichi podrá pagar sus deudas. De una manera irónica, el destino de Francisco parece estar sellado. Nos preocupan e interesan más los motivos y forma de vida del italiano. El problema de Francisco es Leury, el de Nichi es pagar a tiempo.
Este filme no tiene las clásicas secuencias de entrenamiento que conocemos del género, y los cineastas enfocan su narrativa en los motivos de sus protagonistas, en el concepto de que nada importa más que hacer dinero. La poca fuerza que se le da a Luna Torres (Laura Gomez), es notable, quien mayormente es utilizada como posible punto de disputa entre Nichi y Francisco.
La ciudad de Santo domingo también resulta ser otra interesante protagonista en la historia, aprovechada al máximo por los directores, quienes presentan una urbe oscura pero con personalidad. Esto va acompañado por una correcta musicalización y aprovechamiento de su trasfondo.
Las peleas son manifestaciones de motivos y sentimientos de sus personajes, todos pelean por ser mejores y demostrar algo. Es por eso que las mejores películas del deporte, (las de boxeo) resultan ser las más violentas y existencialistas.
“Sambá” (el nombre refiere al término "Sandbag") es una película que funciona, a pesar de su prisa narrativa. En su primera parte se dedica a presentar a sus personajes y motivos, para llevarnos de la mano a una segunda mitad, donde sin remedio, cae en los clichés del género de Boxeo, pero lo hace con honestidad y sin descuidar su ritmo. No es una película de redención, es una película de supervivencia. Es una historia que presenta, tal vez de una manera egoísta, la naturaleza humana de cuidar de si mismo. Francisco en su búsqueda de hacer lo correcto, se ve tentado a hacer lo opuesto. Nichi no sabe lo que busca, pues su único aparente propósito es pagar su deuda. Incluso, cuando ambos están juntos, es cuando la película toma importancia, mas no sentimos empatía por sus resultados, algo fatal en este tipo de historias, que es rescatada por el buen pulso de dos experimentados directores.
