No parece que el jurado del 70 festival de Cannes vaya a tenerlo fácil a la hora de encontrar el consenso para definir 
su palmarés. Sobre el papel, su eclecticismo era patente: a Pedro Almodóvar, presidente, le acompañan Maren Ade, Jessica Chastain, Fan Bingbing, Agnès Jaoui, Park Chan-wook, Will Smith, Paolo Sorrentino y Gabriel Yared. Pero en la rueda de prensa conjunta que ofrecieron en la primera jornada del certamen, saltaron a la vista las distintas formas que algunos de sus componentes tienen de entender la experiencia cinematográfica y las circunstancias industriales que la rodean.
Cuando una periodista ha preguntado a Almodóvar su opinión acerca del debate motivado por la presencia de dos filmes producidos por Netflix en la sección oficial –Okja, de Bon Joon-ho, y The Meyerowitz Stories, de Noah Baumbach-, que estrenarán directamente en la plataforma digital, sin pasar antes por salas comerciales, el autor de Julieta ha querido leer un escrito que debemos entender como una auténtica declaración de intenciones respecto a los valores que defenderá en la deliberación final: “Para mí sería una enorme paradoja que la Palma de Oro, o cualquier otro premio, no pudiera verse en cines. Mientras viva, defenderé algo que las nuevas generaciones empiezan a no tener tan presente: el poder de hipnosis de las salas de cine. La pantalla en que ves una película por primera vez no debería ser más pequeña que tu silla, no ha de ser parte de tu mobiliario. El espectador debe sentirse diminuto frente a la imagen que tiene frente a él”.
Pese a que el director manchego afirma celebrar y apoyar las plataformas digitales, “estas no pueden tratar de suprimir las ya existentes, como por ejemplo ir al cine. No deben alterarar los hábitos de los espectadores, y creo que ese es el debate ahora mismo. Para mí, la solución es simple: las nuevas plataformas deben asumir y aceptar las reglas del juego ya existentes, que implican respetar las distintas ventanas de exhibición, así como las obligaciones de inversión que actualmente rigen en Europa”.
Por su parte, Will Smith ha querido ofrecer un contrapunto a las palabras de Almodóvar, explicando que, según su propia experiencia, los servicios que ofrece la cadena digital no interfiere en los hábitos del espectador: “Mis hijos van varias veces a la semana a ver película al cine, y luego miran otras cosas en casa”. Para el protagonista de Independence Day, que en diciembre estrenará Bright a través de Netflix, la plataforma “ha sido una bendición que ha ampliado las miras cinematográficas de mi familia, permitiéndoles ver cosas a las que no habrían tenido acceso de otro modo”.
Las diferencias de opinión respecto a la cuestión Netflix son solo una parte de las diferentes personalidades, culturas y puntos de vista que, en palabras de Smith, enriquecen la configuración del jurado: “El sentido de juntar a personas tan distintas es que todas aportemos nuestra experiencia personal, y que las colisiones que podamos tener generen el debate intelectual que debería prevenir y evitar cualquier tipo de conflicto físico”. El actor ha querido insistir en el honor que supone para él participar en las deliberaciones del certamen: “voy a tomármelo muy en serio, aunque será duro: ¡desde los 14 años que no veía dos o tres películas en un mismo día! Y prometo llegar bien despierto a las proyecciones de las ocho y media de la mañana”.
Una emoción que comparten los otros componentes del jurado: “Mi carrera como actriz empezó realmente en Cannes”, ha recordado Jessica Chastain, señalando El árbol de la vida (Palma de Oro en 2011) como el filme más importante de su trayectoria. Por su parte, Almodóvar explicó que si, en su juventud, hacer cine ya le parecía difícil, participar en Cannes se le antojaba un sueño irrealizable: “desde 1982, cuando empecé a venir como espectador, para mí Cannes siempre es una gran fiesta. Es el lugar por excelencia donde se celebra el cine de autor. Y ahora espero tener la misma sensación que tuvieron los jurados que en su día vieron Viridiana, La dolce vita o Apocalypse Now. Espero que ese milagro ocurra, y que nosotros seamos los primeros testigos».
Fuente: Sensacine
