Dom (Vin Diesel) y Letty (Michelle Rodriguez) están de luna de miel en Cuba. Brian (Paul Walker) y Mia (Jordana Brewster) están escondidos en algún lugar, lejos de la acción. El 
resto del equipo ha sido exonerado de todo crimen cometido y la banda trotamundos tiene la apariencia de una vida normal. Pero cuando una misteriosa mujer llamada Cypher (Charlize Theron) hace que Dom deje de ser superhéroe y se una al mundo del crimen, traicionando a su familia, estos van a afrontar pruebas que nunca habían conocido. Desde las hermosas costas de Cuba a las (aparentemente no tan caóticas) calles de Nueva York, cruzando a las heladas llanuras del Mar Ártico, nuestro equipo va a viajar por el mundo para evitar un atentado mundial y llevar a casa a la supuesta oveja descarriada.
En realidad, nadie sabe quién está detrás de la ciber-terrorista, por no hablar de lo que ellos realmente quieren. Cuando ella da su catedra, explicando su plan y el fin de este, no pude negar quedarme aturdido, ¿Realmente ella dijo eso? ¿Por qué el equipo se une de nuevo para luchar en contra de esto? ¿Por qué Dom se va en contra de sus “valores”, cuando el real motivo sale a relucir después que el decidió a que bando irse?. La verdad es que no se para qué preocupo a mi neuronas. La franquicia ‘’Fast & Furious’’ es uno de los grandes misterios cinematográficos en la actualidad. No porque las películas sean complejas o llenas de extraordinarias actuaciones. Es probable que ni los mismos fans tengan alguna explicación a este fenómeno. El misterio está en saber cómo una serie que, por sí misma, a través de los años es cada vez más simple, pero a la misma vez es cada vez más grande y popular. Donde otras franquicias evitan caer en la monotonía y deciden incluso cambiar de actores periódicamente (Bond), la saga de la familia Toretto ni se preocupa en llevar cosas nuevas, más que nuevos vehículos y faldas más cortas.
Pero eso no significa necesariamente que el resultado puede ser descrito como satisfactorio, al menos cuando se trata de vértices individuales de una obra completa. En este caso, mi atención se centra en la historia que apenas está por encima del nivel de cierta serie de acción, utilizando descaradamente la fórmula de las películas del mismo género de la década de los ochenta. Del mismo modo, la obra de F. Gary Gray (Straight Outta Compton, Be Cool, The Italian Job), ha estado plagadas de altos y bajos dentro del género de acción, pero al menos siempre mantuvo la constante, una lógica narrativa. En esta ocasión vendió su alma al universo cinematográfico “Fast& Furious” y decidió olvidar este principio importante dentro del séptimo arte.
Es entendible que ‘’The fate of the Furious’’ toma la vía del sin sentido, porque al igual que nuestros programas favoritos de la infancia, el enfoque no esta en una única trama, si no que sus figuras y la acción corren a través de toda una aventura cinematográfica, por lo que la historia y la forma en que se cuenta, es suficiente.
La visión del creador de esta serie es llenar cada vez más las demandas y deseos de los aficionados, lo que le da una vida útil extremadamente larga a la franquicia. El público dejará el cerebro en la puerta y lo reemplazará con palomitas de maíz, de hecho puede ser aconsejable.
Las escenas de acción, que son muy buenas, son el pilar importante de la franquicia. Los aficionados pueden esperar muchos retornos: además de Dom y Letty, regresa Luke Hobbs (Dwayne Johnson), Deckard Shaw (Jason Statham), Roman Pearce (Tyrese Gibson), Tej Parker (Ludacris) y Ramsey (Nathalie Emmanuel). También hay un par de apariciones especiales de algunos personajes de sagas anteriores. Si de algo estoy seguro es que para los fans, esta película será más divertida que la anterior, las falditas serán más cortas, los vehículos serán impresionantes, la estampida de carros azotando a Nueva York es de leyenda y, como mencioné, la acción será más trepidante que las películas anteriores. Almuerzo tras almuerzo, oración tras oración, carrera tras carrera, misión tras misión, la saga vuelve a repetir la misma dosis que conecta a sus fans con sus personajes y les regala el video de hip hop más largo de la historia.
Pero a pesar de sus deficiencias (un villano bastante débil y una dirección que tiende al anonimato), "The Fate of the Furious" no falla en su quid: las persecuciones. Las últimas seis películas vienen de la inagotable imaginación del guionista Chris Morgan, quien escribe y coreografía para saciar la voracidad de los que miran, como es obligatorio ante un producto dedicado al entretenimiento más grandilocuente, pues el público quiere ser sorprendido en su butaca del cine. Pero creo que ya somos una audiencia que no se conformará con un octavo capítulo.
