Despedirse significa cerrar ciclos, pasar página o decirle adiós para siempre a un ser importante que marcó de un modo u otro nuestras vidas. Ese desprendimiento puede ser, quizás, uno de los momentos más dramáticos o significativos de nuestra historia, pues aunque en ocasiones el adiós puede venir acompañado de un trasfondo optimista por lo que implica cerrar una historia para abrir otra, la emotividad se asoma por nuestras vías lagrimales ante el hecho de ver partir a una persona sin poder hacer otra cosa más que observar cómo su silueta se va desvaneciendo, ante la incertidumbre de no saber si la volveremos a ver en otro capítulo de nuestra existencia.
El cine conoce a la perfección lo dramático que puede significar este acto y ha sabido explotar nuestras emociones para regalarnos algunas de las despedidas más icónicas del séptimo arte, en las que el adiós entre los personajes dejó un semiamargo vacío en nuestro corazón cinéfilo.
A continuación te presentamos las 15 despedidas más memorables en la historia del cine:
“Ghost” (1990)
Jerry Zucker
Esta película de los 90 es considerada una de las películas más cursis y melosas dentro del género romántico, incluso hasta el día de hoy, siendo uno de los filmes perfectos para disfrutar en una primera cita. La despedida entre el personaje de Demi Moore y el espíritu de Patrick Swayze es capaz de provocar un nudo en nuestra garganta por lo significativo que resulta que estos enamorados hayan tenido la oportunidad para despedirse, ya que ella puede verlo y oírlo (en el resto de la película tenían que comunicarse a través de una médium), y porque mientras suena la clásica melodía de “Unchained melody”, él le dice: “I love you”; un te amo muy significativo dado que en vida el personaje nunca le había dicho tal cual esa palabra. Acto seguido, el espíritu del héroe de la película se aleja diciendo ” Es increíble, Molly; cuánto amor me llevo”, mientras las lágrimas de Demi Moore brotan una vez más.
“Almost Famous” (2000)
Cameron Crowe
Una despedida sencilla, sin profundizar en el drama ni emitir alguna rimbombante frase, las cuales suelen ser muy efectivas en este tipo de secuencias; quizás eso es lo que la hace tan especial. En la escena podemos apreciar como la groupie Penny Lane y el reportero William Miller después de vivir juntos una gira musical. Funciona como un cierre para esa aventura, ya que saben que a pesar de que volvieran a reunirse, las cosas no serían las mismas, pues su amistad fue productor de aquellos momentos particulares. Es un momento memorable cuando William corre por los pasillos del aeropuerto para ser captado por la mirada de Penny Lane, quien le sonríe desde la ventanilla del avión una vez más, dibujando en el rostro del espectador una sonrisa melancólica.
“The Dead Poets Society” (1989)
Peter Weir
Todos tenemos un profesor que marcó nuestras vidas y que siempre evoca lo mejor de nuestra formación académica. “La Sociedad de los Poetas Muertos” explota el poder emocional de dichas memorias y nos invita a asistir a una de las despedidas/homenajes más inspiradoras del cine, cuando el profesor Keating (a cargo del recién fallecido Robin Williams), quien implantó en sus alumnos la devoción por el mundo de las letras y la literatura, es despedido, ya que que el consejo académico considera que sus enseñanzas fueron catalizadoras para que un estudiante se suicidara. En la última escena, cuando Keating va a recoger sus cosas antes de abandonar el aula, sus alumnos interrumpen la clase y se paran en sus pupitres para exclamar: “Oh Capitán, Mi Capitán”, agradeciéndole a su maestro por última vez mientras éste deja escapar una agridulce sonrisa y los observa una vez más.
“Pocahontas” (1995)
Eric Goldberg, Mike Gabriel
Si existe una joya del cine animado que rompió con el idílico final: “juntos y felices para siempre”, sin duda esa historia es Pocahontas. A pesar de estar firmada por Disney nos regaló uno de los desenlaces más trágicos pero también más hermosos de nuestra infancia. En una época en que todos estábamos acostumbrados a los cuentos de hadas, Disney nos sorprendió con esta película de contenido dramático y un poco más maduro de lo habitual. Aun de adultos, es imposible no sumergirse en la emotividad del momento cuando las magistrales notas de Alan Meken amenizan la carrera con la que Pocahontas se muestra en el horizonte despidiéndose de John Smith con el mismo gesto con el que se conocieron; concluyendo así un romance que triunfó más allá de las barreras culturales.
“Lost In Traslation” (2003)
Sofia Coppola
Quizá gran parte del encanto de esta película recae en que a pesar del palpable romance de los protagonistas, en ningún momento logran consumar su amor, ni siquiera en el momento de la despedida. “Lost In Traslation” relata la historia de dos seres en soledad que se encuentran, fascinándose y llenando ese vacío que acecha sus vidas. A pesar de que en más de un momento pareciera que van a dar el siguiente paso, nunca sucede, de modo que lo único que les queda es darse el adiós que se merecen. Después del frío adiós que se brindaron en la recepción del hotel en que se hospedaban, el personaje de Bill Murray alcanza a Scarlet Johansson en medio de un tumultuoso callejón en Tokio, y a pesar de lo reconfortante que les resulta verse una vez más, ambos saben que no tendrán un final de cuento de hadas, por lo que se limitan a darse un último abrazo mientras él susurra al oído algo que el público no puede distinguir. Acto seguido: se separan y caminan en rumbos distintos hasta perderse en medio de la mancha urbana.
“The Purple Color” (1985)
Generalmente asociamos las despedidas con el desenlace de una historia, y en la mayoría de las ocasiones es así, por eso la escena a la que nos referimos ahora es atípica, no sólo por ocurrir casi al principio del filme “El Color Púrpura”, también porque éste es un adiós sumamente abrupto, trágico y hasta cierto punto violento, que nos estrella en cara lo cruel que puede ser la naturaleza humana. Nattie y Ceci son dos hermanas que han crecido juntas y que son vendidas a un hombre que las maltrata física y psicológicamente, quien, al ser rechazado por una de ellas cuando intentaba violarla, decide separarlas desterrando a una de las hermanas. La escena es sumamente desgarradora y a pruebas de lágrimas: al principio las dos mujeres se aferran con fuerza para no ser separadas, pero una vez que el hombre empieza a golpearlas con el afán de que se desprendan, las hermanas resignadas sin poder contener el llanto comienzan a entonar la canción del juego de manos que cantaban desde que eran pequeñas; “Solo la muerte impedirá que te escriba”, sentencia la pequeña una vez que es exiliada y comienza a alejarse de la vista de su hermana.
Before the Sunrise (1995)
Richard Linklater
Una despedida sencilla, pero sublime por la sinceridad y nostalgia impregnada en esta secuencia: la pareja en cuestión, una vez que toma caminos separados, comienza a recordar todos los lugares y momentos que vivieron juntos y que desde ese momento tendrían un valor especial para ellos. Las despedidas implican a veces mirar en retrospectiva, y esta escena juega muy acertadamente con esa premisa, ya que a pesar de que no vemos la sucesión de flashbacks respecto a lo que compartió la pareja, sí recorremos por última vez los escenarios que fueron testigos de su romance.
“Cinema Paradiso” (1988)
Giuseppe Tornatore
“Cinema Paradiso” es como una postal y una carta de amor al séptimo arte, por lo que la despedida que acontece al final del filme, además de prevalecer, obedece a esa devoción al cine por la que se caracteriza la película. Tras narrarnos la muy inusual amistad entre Alfredo y Toto, éste último parte del pueblo en el que acontece la historia, y no regresa hasta que se entera de la muerte de Alfredo, quien, aunque nunca expresó abiertamente el cariño que le tenía al pequeño, le dejó como despedida el famoso montaje de los besos, una de las secuencias más hermosas y memorables del cine con el que Toto puede cerrar así un capítulo de su vida.
“Eternal Sunshine of a Spotless Mind” (2004)
Michel Gondry
Un adiós que transcurre en el plano mental de los personajes principales en este filme de corte surrealista, en el que la pareja de Clementine y Joel solicitan que eliminen de su memoria el recuerdo de una persona, siendo el otro a quien deciden borrar mutuamente. Cuando Joe se somete a dicho procedimiento podemos ser testigos de los momentos más importantes de su relación, hasta que llega el momento en que sólo queda un recuerdo por suprimir: el momento en que se conocieron, y es así que en la casa abandonada donde tuvieron su primer encuentro se perdonan y procuran aferrarse a su recuerdo, sabiendo que pronto no recordarán nada más de ellos.
“Out of Africa” (1995)
Sydney Pollack
Este adiós prevalecerá en la memoria gracias a lo poético que resulta el momento. Karen se despide de su amado Dennis, quien fallece tras obsequiarle uno de los mejores regalos de su existencia: sobrevolar las llanuras de Africa. En su funeral, la devastada mujer lee un poema de Housman, y con lágrimas en los ojos, sosteniendo un puñado de tierra termina diciendo: “Él no nos perteneció, no me perteneció”, mientras el atardecer africano crea una de las postales más hermosas del cine contemporáneo.
“American Graffiti” (1973)
George Lucas
No es una película en la que haya una despedida explícita, son inferidas porque después de todo, este filme representa un adiós a la juventud, mostrándonos a un grupo de jóvenes que disfruta una última noche de fiesta antes de partir a la universidad y comenzar otra etapa en sus vidas. Lo que hace de esta historia una joya del cine es que a pesar del ambiente de celebración que predomina en el filme, se puede percibir la incertidumbre y nostalgia de los protagonistas, quienes saben que al finalizar la velada estarán abandonando su adolescencia para dar el primer paso al mundo de los adultos.
Las despedidas no se enuncian, pero se transmiten a través de las miradas de los personajes, y se ven acentuadas en momentos como cuando uno de los personajes trata de abrir el que fue su locker durante el bachillerato, dándose cuenta que ya no es suyo, o cuando al terminar la velada el grupo de amigos se despide de la manera más cotidiana posible, aun sabiendo que probablemente sea la última vez que se reúnan como parte de esa fraternidad, que inevitablemente se verá fracturada por la barrera de la distancia.
“The Schindler List” (1993)
Considerado uno de los filmes más impactantes de todos los tiempos. Esta película tiene dos secuencias de despedida: una muy desgarradora y otra mucho más solemne y conmovedora. Justo en la recta final de la historia, el protagonista Oskar Schindler se despide de los judíos a quienes salvó la vida, y aunque durante todo el metraje lo vimos como un hombre de temple sereno, en esta escena se desmorona arrepintiéndose que no hizo todo lo que estaba a su alcance por salvar a más personas, convirtiéndose en memorable el momento en que desconsolado solloza reflexionando que con uno de los anillos que carga pudo haber salvado a “un judío más”, mientras es observado por las cientos de individuos que le deben la vida. La segunda despedida ocurre en la escena final de la película, en que los descendientes reales de aquellos que sobrevivieron gracias a Schindler desfilan alrededor de su tumba colocando una piedra dando pie así a un particular homenaje.
“Sophie’s Choice” (1992)
Alan J. Pakula
En la misma línea que de “The Purple Color”, este adiós es capaz de derretir cualquier corazón por el impacto emocional de la secuencia. La protagonista (Meryl Streep en el papel que le valió el Oscar) se despide de uno de los hombres más especiales en su vida, y al momento de hacerlo, también rememora uno de los adioses que marcaron su existencia para siempre. Sophie es una sobreviviente polaca de un campo de concentración en Auschwitz, lugar en que se vio forzada a tomar una de las decisiones que la han atormentado y que la mantuvieron “muerta en vida”: durante su estancia en ese sitio los guardias alemanes la obligan a decidir cuál de sus dos hijos debe morir en la hoguera, con la eminente amenaza de que si no elige, ambos pequeños serán asesinados. Después de forcejear y sollozar “I can’t choose” quebrando el alma del público, Sophie indica que se lleven a su hija menor por lo que en medio de gritos y el desmorone a cargo de Streep, esta escena se convierte quizá en el adiós más devastador que hemos podio apreciar en la pantalla grande.
“Gone With The Wind” (1939)
Victor Fleming, George Cukor, Sam Wood
Podríamos decir que así como ” Pocahontas” desafió la regla de los finales felices en el cine animado, “Lo Que El Viento Se Llevó” hizo lo mismo en una época en que el público no sólo estaba acostumbrado a ese tipo de desenlaces, sino que acudía a las salas para ver al amor triunfar por encima de todo, por lo que la última secuencia de este clásico dejó devastada a la sociedad de los años 30. Después de luchar durante muchos años por el amor de su vida, Rhett, cansado de los desplantes y ambición de Scarlett, renuncia a ella a pesar del cariño que le profesa, dando pie a la que es considerada una de las frases más simbólicas del cine (y que estuvo a punto de ser censurada por contener una mala palabra para los estándares de esa época). Marginada y en ruinas, Scarlett, en un intento por llamar la atención de Rhett una vez más, le pregunta a dónde puede ir y que será de ella tras perderlo todo, a lo que él le contesta “Frankly my dear, I don’t give a dam“, dejándonos uno de los adioses más amargos, mientras somos testigos de cómo Scarlett se desmorona ante la cámara procurando asimilar esa despedida.
“The Lord of The Rings: The Return of the King” (2003)
Despedir a personajes entrañables siempre es duro, pero cuando los hemos acompañado durante más de una película, decir adiós es de lo más difícil. “El Señor de los anillos” es una prueba de ello; después de ser testigos de cómo la comunidad del anillo se disuelve, la despedida más emotiva viene de la mano de Frodo quien deja a un desconsolado Sam cuando aborda un navío con destino incierto, y aunque la escena guarda un profundo sentimiento de tristeza, la solemnidad no se pierde en ningún momento, mientras vemos que Frodo sonríe una vez más a sus amigos antes de partir. Las poderosas notas de Howard Shore intentan que el público, en medio de la nostalgia, procure asimilar que una de las más grandes aventuras cinematográficas ha llegado a su fin.
Decir adiós no es fácil, y estas películas nos lo demuestran: diversos escenarios, circunstancias y maneras de vivirlo, pero siempre dejan un pequeño nudo en la garganta.