La historia de Christine Chubbuck es extremadamente popular en los Estados Unidos. La mayoría de los estadounidenses saben cómo termina - y por eso la construcción de la misma es aún más
interesante para aquellos que nunca han oído hablar de esta periodista. La increíble actuación de Rebecca Hall y dirección de Antonio Campos hacen de esta película una de las grandes sorpresas de 2016.
El 15 de julio de 1974, Christine Chubbuck (Rebecca Hall) se suicidó en vivo en su programa de televisión. Ella tenía un historial de depresión, tanto a causa de un problema en un ovario, que poco a poco termina su sueño de ser madre. Después de perder una oportunidad de trabajo en Baltimore, hizo este episodio una forma de protesta en contra de la nueva política de periodismo de su canal, la promoción de la sangre y la violencia para conseguir audiencia.
La primera vez que vemos a Christine, está filmándose a sí misma, haciendo un simulacro de entrevista con Richard Nixon. Mas tarde la vemos examinar cada pequeño gesto, analizándose a sí misma, aparte de rediseñarse a sí misma en algo mejor para llegar a la perfección, sin embargo, no importa el número de veces que Jean Reed (María Dizzia) le repita que todo lo que hace está más que correcto, Christine no deja de auto evaluarse a diario. Reed es tal vez la única persona en WZRB que podría ser considerada como una amiga, dado a la personalidad antisocial de Christine, el día-día se hace cada vez mas difícil.
Está claro que muchas personas llegan a esta película debido a la curiosidad de ver una escena icónica que causo shock en la cabeza de la gente en la década de 1970 hasta hoy, el video del suicidio nunca fue publicado, y lo que quedaba era la descripción de detalles del caso más allá de los espectadores y colegas involucrados aquel fatídico día. La gran guión Craig Shilowich trae una serie de diálogos que aclaran muchos puntos detrás de muchas leyendas urbanas creadas en el Internet. La clave es entender todo el contexto detrás del suicidio. No fue un acto aislado, Christine no vino en la estación de televisión y decidió poner fin a su vida de una hora para otra. Si bien no puedo leer los pensamientos de Christine, su comportamiento y sus dramas personales dar pistas que se recogen en los episodios contados a lo largo de los dos horas (especialmente con respecto a su decepción en el amor y la vida profesional).
Antonio Campos gusta explorar la psiquis de sus personajes y mostrar qué tan violentos estos pueden llegar a ser. En “Aftershock” (2008) su opera prima, explora el lado oscuro de un adolescente en secundaria, una curiosidad macabra muy parecida a “Benny’s Video” (1992) de Michael Haneke. En “Christine” utiliza el estilo de “bola de nieve”, en donde somos testigos de cómo el personaje va en una evolución en picada hasta que termina en el fondo, totalmente destruido. Por momentos, no sentimos la desesperación y la excusa del personaje para estar de acuerdo con su desenlace, pero luego del hecho, las repercusiones en las personas que rodeaban a Christine, se hacen contundentes.
En general, Christine es un retrato de una mujer que intenta desesperadamente hacer algo de sí misma, pero debido a un desequilibrio químico, parece que no puede sincronizar con las personas y las situaciones que ocurren a su alrededor. Liderado por Rebecca Hall, Christine también es secundada por un excelente elenco de reparto (María Dizzia y J. Smith Cameron), una fuerte dirección y un incisivo guion.
"Christine" fue presentada en el marco de GEMS Miami Film Festival 2016