La realidad es sorprendentemente silenciosa si la comparamos con una película. Incluso en los films en los que no hay efectos visuales destacables, el trabajo de sonido, por contra, es intensivo. Colarse en el interior de un estudio de grabación cuando preparan un nuevo film es asistir a un espectáculo fascinante y a la vez un poco absurdo.
The Secret World of Foley es un encantador corto que ya ha ganado varios premios. En el vídeo a continuación se puede apreciar el trabajo de sonido que lleva.
Para empezar, resulta curioso como un estudio artesanal de sonido para cine puede almacenar tal cantidad de objetos de atrezzo con los que realizar diversos sonidos de forma realista. La mayor parte de los sonidos se graban siguiendo lo que sucede en pantalla. Un técnico se encarga de integrarlos o ajustar sus características según se necesite.
Por supuesto, muchos estudios trabajan con materiales pregrabados o sintetizadores, pero ver el trabajo de los estudios cuando graban sonido en directo tiene una extraña cualidad relajante. [vía Short of the Week]