El formato de "falso documental" (Mockumentary) se ha presentado muchas veces desde que “This is Spinal Tap” fue lanzado en 1984. Aún así, es un formato que puede ser efectivo y realizado con altos estándares cinematográficos. “Popstar: Never Stop Stopping” es el debut del trío de cómicos (Andy Samberg, Jorma Taccone y Akiva Schaffer) que crearon algunos de los más memorables “sketches” de Saturday Night Live y han lanzado varios temas cómicos musicales en CD. Ellos utilizan el estilo de falso documental para ofrecer una parodia de tono perfecto, tanto de la escena de la música de hoy en día como de la cultura de los medios obsesionados con las llamadas celebridades.
Samberg es Conner4Real, un cantante pop “Justinbieberiano” con un séquito de aduladores completo. Él pertenecía a una banda formada con sus mejores amigos, pero su ego se hizo demasiado grande y decidió seguir en solitario. Su compañero de banda Owen (Taccone) es ahora su DJ. Lawrence (Schaffer) dejó el mundo del espectáculo para convertirse en un agricultor; está claro que todavía se resiente de Conner por tomar el crédito de las canciones que escribió. El "documental" sigue a Conner tras las consecuencias del éxito de su primer álbum. Su nuevo álbum sufre de malas críticas y ventas débiles, que lo llevan a probar una variedad de trucos diseñados para mantenerlo en el centro de atención. Ellos incluyen conseguir un nuevo rapero llamado Hunter (Chris Redd) para que abra sus conciertos y una falsa propuesta de matrimonio para su novia Ashley (Imogen Poots) delante de los medios de comunicación.
Popstar tiene un montón de música que satiriza toda la cultura contemporánea. El estilo de Conner podría ser mejor descrito como "una canción de acuerdo a lo que esta de moda’’. La mayoría de sus canciones son fascinantes tanto en su incoherencia y despiste como en sus letras y bailes. Uno de los más divertidos es un R & B que compara favorablemente un encuentro sexual con el asesinato de los militares de EE.UU. a Osama Bin Laden. Otra argumenta a favor de la igualdad de matrimonio al tiempo que ofrece protestas subliminales repetidas que repiten que Conner "no es gay." (Debe tenerse en cuenta que todas las parodias de canciones en la película son temas conocidos mundialmente.) La película se burla, además, del ego que a menudo acompaña a la celebridad. Conner carece de un filtro y una conciencia. Él cree que su fama le da derecho a decir o hacer lo que le plazca, sin repercusión.
Una particular escena viene de un corto inspirado por la nefasta visita de Justin Bieber a la casa de Ana Frank. Todo esto sería suficiente tema para la mayoría de las comedias de estos días, pero Popstar va un paso más allá. La película también ridiculiza el deseo de fama que parece haber calado en nuestra sociedad. Conner se vuelve casi loco cuando ve su fama tambalear. En consecuencia, gasta más tiempo en buscar maneras de conseguir la atención de los medios que en hacer buena música. Algunas de sus travesuras te harán reír descontroladamente debido a la forma en que mezclan extravagancia con una buena dosis de verdad.
La película pinta a Conner como un tipo que siente la necesidad compulsiva de compartir todo con sus seguidores de redes sociales, sin importar lo mundano o inapropiado que pueda ser. Popstar sugiere que tales cosas pueden llegar a ser adictivas cuando se quiere que todo el mundo le preste atención a todo lo que haces, y lo que podría ser realmente destacable se pierde en esa confusión. Popstar se burla de todo y de todos: las colaboraciones musicales innecesarias (esperen hasta que vean con quien Conner se une al final), la forma en que los cantantes a menudo toman el crédito de las canciones que en realidad no escriben, lo absurdo de sus séquitos, las demandas extrañas de los fans, y mucho más. También tendrán varios cameos de celebridades que ayudan a vender la ilusión documental, mientras que también proporciona otra capa de comedia.
La relación de chistes por minuto es impresionantemente alta. Las estrellas del pop son diferentes hoy en día de lo que solían ser. La música pop esta llamada a atraer la mayor parte del público, por sus letras o sus extravagantes artistas, no por la necesidad de llamar la atención por tonterías. Una necesidad de preservar una imagen propia se hace difícil cuando tienes a TMZ, Us Weekly, y la totalidad del Internet observando cada paso de estos artistas. Popstar: Never Stop stopping pone puntos sobre la ridiculez de todo esto de una manera sin límites y continua que genera gracia y raya en lo absurdo, pero dentro de su absurdez, encuentra algo de sentido, y muy gracioso por cierto.