El escritor/director Shane Black sin duda sabe cómo hacer una buena película de duplas. Se atribuyó las primeras y más exitosas duplas de Hollywood con "Arma letal" (1987), la historia de dos
detectives de la policía de Los Ángeles con “gatillo fácil”, que ahora se considera una piedra angular del género. Su compañero en ese proyecto fue el productor (ahora super-productor) Joel Silver, con el que siguió colaborando en el género con "Arma letal 2", "El último Boy Scout" y la aclamada "Kiss Kiss Bang Bang" (la película que podría decirse que llevó a Robert Downey Jr. de nuevo al estrellato).
Una ausencia de ocho años como director prosiguió esta fabulosa cinta, hasta que estuvo a cargo en 2013 del gran éxito comercial "Iron Man 3" (de nuevo protagonizada por Downey Jr.), que recaudó más de $ 1.2 millones a nivel mundial (la décima película más taquillera de todos los tiempos). Como consecuencia de este violento éxito de taquilla, uno esperaría que Black tuviera las puertas abiertas para elegir su próximo proyecto. Su elección: el retorno a sus raíces de películas de investigación, y un estilo muy particular de mostrar las altas tasas de criminalidad de Los Ángeles, así que en 2016 presenta “The Nice Guys”.
Situada en 1977, Jackson Hayley (Russell Crowe) es un matón pero funcional detective de L. A., ganando dinero con los puños, persuadiendo personas de la manera más amable posible para que dejen de molestar a un tercero. Uno de sus clientes le apunta hacia Holland March (Ryan Gosling), un detective privado que gusta aprovecharse de la buena voluntad de sus clientes, principalmente si son envejecientes.
Una visita “profesional” da resultados no muy placenteros, evento que termina separándolos. Una nueva y particular situación trae a los dos personajes juntos de nuevo después que la fiscal del gobierno, Judith Kutner (Kim Basinger), necesita emplear las "habilidades" combinadas de investigación del par, para localizar a su hija perdida Amelia (Margaret Qualley), que se ha visto envuelta en los bajos fondos de pornografía de Los Ángeles. Así se crea el equipo de "Nice Guys"; acompañándose la hija de March, Holly (Angourie Rice), que les proporciona una conexión emocional con la lógica. La película se siente en unas aguas seguras y tranquilas. Black es un experto del género, y su conocimiento de la ciudad nos transporta en un viaje Noir bien guiado a través L. A. El diseño de los años 70 esta magníficamente creado, y la trama toma prestado el ritmo de un clásico del género Noir "Chinatown" de Roman Polanski.
The Nice Guys centra su atención en la bufonería de su dúo, y exhiben una verdadera química cómica en todas partes. Crowe interpreta el tipo rudo pero recto, en contraste con Gosling que parece "The Dude" cruzado con el inspector Clouseau. Gosling, que después del año pasado con "The Big Short" ha reafirmado sus credenciales como un verdadero talento cómico, muestra que debería ser un personaje deplorable (egoísta, deshonesto, no fiable), pero sin perder el encanto que atrae al público a las salas. Crowe no alcanza los mismos niveles de risa cuando esta desconectado (no es un actor cómico natural), pero funciona bien cuando está a dúo con el personaje de Gosling. Los chistes se hacen progresivamente más extremos a lo largo de la película, tan largos que de momento llegan a cansar y a sacar de contexto a la narrativa. Afortunadamente, el humor negro no disminuye su tono, ya que mezcla las características de películas noir y películas stoner (Drogadictos). Sin embargo, la película habita en las dos zonas muy bien y sin menoscabo del disfrute de cualquiera de los dos. A pesar de anunciar su final en el segundo acto, esta se transporta a lo largo de casi dos horas con buen ritmo, y llega a un clímax de acción satisfactorio.
“The Nice Guys” no es ni sombra de lo mejor del director Black y sus primerísimos actores, pero es un resultado agradable, refrescante y un toque diferente al sombrío género Noir.
