Un poeta dijo alguna vez que la belleza y la maldad son casi lo mismo. Si coincides con esta sentencia es porque alguna vez encontraste a una mujer de admirable estética que te condujo por caminos inexplicables para realizar algún acto pecaminoso. Y tal vez al leer estas palabras una pesada lágrima de sudor recorra tu cuerpo al recordarte el pasado que querías dejar sepultado a varios metros bajo tierra.
Pero despreocúpate, al igual que tú, muchos hombres también cayeron en los encantos de las femmes fatales, porque si algo es seguro, es que nadie se resiste a una relieve de valles y montañas, y mucho menos a unos seductores ojos que aparentan inocencia y recato. Este arquetipo que hasta la fecha sigue rompiendo ingenuos corazones, fue perfeccionado con el esplendor del cine negro, donde el símbolo de la maldad es representada por una mujer altamente seductora que esconde siniestros deseos bajo su pronunciado escote.
Si el hombre se vio obligado a plasmar estas problemáticas en el cine es porque indudablemente derramó muchas lágrimas a causa de la condición femenina. Estas palabras no son para señalar el carácter malvado de las mujeres, al contrario, se destaca la ingenuidad y necedad del hombre por no poder separarse de ellas. Se sufre por ellas, pero hasta la fecha son necesarias para la vida.
Para recordar los grandes personajes que murieron, o casi mueren, por una mujer, se evocarán las más grandes femmes fatales del cine negro.
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“The Lady from Shanghai” (1947)
En esta película conocemos a la bella Elsa Bannister, una mujer que pretende ser ingenua e inocente, pero en realidad esconde un tenebroso pasado. Ella dice nunca haber utilizado un arma u algún otro objeto para hacer daño, pero mientras avanza la cinta se descubre que vivió en una de las ciudades más peligrosas y malvadas del mundo, y de alguna u otra forma, tuvo que sobrevivir.
Aparte de su belleza, tiene el don de cantar como las sirenas, hipnotizando a cualquier hombre que le preste un poco de atención a sus melodías. Para hacer más marcada este macabro don, Orson Welles pone a Elsa a cantar durante un viaje por el mar, trayéndonos de vuelta la escena mitológica de Odisea cuando se enfrenta a Circe, el momento más tenso del libro de “La Odisea”.
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“Sunset Boulevard” (1950) – Billy Wilder
Norma Desmond es una antigua estrella de cine mudo que siempre soñó vivir en un palacio rodeada de halagos y aplausos, pero ahora está más sola que nunca y está dispuesta a conseguir una presa a toda costa. Ella es una mujer apasionada, pero también es altamente narcisista y cuenta con todas las características de la perfecta “viuda negra”.
Para seducir a Joe Gillis construye todo un escenario oscuro. Su mansión deshabitada se vuelve el lugar perfecto para un engaño. En cada muro hay una imagen que sugiere algo de pasión al ingenuo Joe, quien buscará librarse de ella desesperadamente. Pero una vez que uno se interna en el hogar de una femme fatal, es casi imposible salir con vida.
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“The Big Sleep” (1946) – Howard Hawks
Esta película presenta a dos femmes fatales al mismo tiempo. Las hermanas Carmen y Vivianne Sternwood son hermosas, ricas y están involucradas en delitos siniestros. Cada una tiene su encanto y sabe en qué momento atacar a su presa.
Carmen es muy joven, salvaje e imprudente, por ello sus actos son impulsados por el aburrimiento, sin importar que en su camino arrastre a algún inocente hombre. Por su parte, Vivianne es mucho más inteligente y en un punto de la película sufre una transformación radical gracias al amor. No las subestimes, porque cuando menos te lo esperes, te atacarán por la espalda.
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“Leave Her to Heave” (1945) – John M. Stahl
Richard Harland, un joven escritor, conoce en un tren a Ellen, una bellísima mujer con la que se casa a los pocos días. Parece que la vida les sonríe, pero inevitablemente la verdad se destapa cuando la femme fatal ha capturado a su víctima.
Ellen es posesiva y sus celos son tan enfermizos que no está dispuesta a compartir a Richard con nadie y con esto se refiere tanto a amigos como familiares. Al igual que Ellen, hay mujeres que ocultan sus verdaderas intenciones en las sombras y sólo están esperando el momento perfecto para sacar a luz tu peor pesadilla.
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“Detour” (1945) – Edgar G. Ulmer
Vera es probablemente la más agresiva, corrupta y arrogante femme fatale que el cine ha presenciado. Ella se propone un objetivo y no se detendrá hasta conseguir la fortuna que quiere entre sus manos, porque si tiene algún único valor en este mundo, es el de reconocer que carece de dinero y por ello actúa de esa forma.
Detrás de esa mirada hipnotizante y ese cuerpo seductor se encuentra una verdadera bestia que te arrancará el corazón si es necesario.
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“Laura” (1944) – Otto Preminger
Conoceremos a Laura a través de las anécdotas de los hombres que sucumbieron ante sus encantos, por lo tanto, su figura es muy ambigua y sólo coincide en un aspecto: el sufrimiento que queda después de conocerla.
La historia comienza con el relato del viejo, rico y confiado Waldo Lydecker, quien afirma haberla criado desde muy pequeña. Ante el misterio del paradero de los seductores ojos de Laura, un detective baja hasta las habitaciones más oscuras de los recuerdos para darle forma a un laberinto de traiciones. Si no tienes cuidado con el pasado, de las sombras serás atacado por esta femme fatale.
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“Double Indemnity” (1944) – Billy Wilder
Phyllis Dietrichson es una mujer fatal, inteligentes y voraz que vive en un matrimonio aparantemente tranquilo. Sus deseos por la libertad harán que quiera buscar el seguro de vida de su marido Walter, sin importar que tenga que acabar con su vida.
La inexpresividad que tiene al momento de matar a su marido te dejará pálido y sin aire, pensando que podrías ser tú la siguiente víctima de las otras femmes fatales que están al acecho en este basto mundo.
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“The Strange Love of Martha Ivers” (1946) – Lewis Milestone
Muy pocas cintas muestran el pasado traumático de la mujer fatal, en esta cinta conoceremos a fondo los traumas de Martha Ivers. Ella es una figura absolutamente compleja debido a que sufrió fuertes daños psicológicos, los que la hacen una mujer oscura y confusa.
Como recurso clásico del cine negro, Martha tiene un siniestro lazo mortal con su marido, quien es igual de malvado que ella. Ellos están unidos entre sí en la vida o en la muerte y no les importará arrastrar a alguien a las sombras con tal de conseguir su principal objetivo.
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“Out of the Past” (1947) – Jacques Tourneur
La historia del detective privado Jeff y la mujer que lo llevará a la perdición, Kathie. Esta mujer aparece por primera vez con un vestido largo y blanco, con ojos grandes e inocentes, pero bajo este disfraz se encuentra una maldad que está a punto de estallar.
Ella tiene un poder absoluto sobre los hombres que la miran. Sólo tiene su belleza como arma, pero la usará sin preocuparse de los daños que pueda casar. Desde el primer momento que la conozcas estás condenado como Jeff.
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“Gilda” (1946) – Charles Vidor
Esta película es una rara combinación entre el género del romance y el cine negro, lo que hace que el ambiente se vuelva menos sombrío y un poco más seductor. Aún así, Gilda sumergirá a su esposo y a su amante en un triángulo amoroso donde no existe resultado benéfico para alguno de los integrantes.
Ella ama a Johnny, pero está casada desde mucho tiempo atrás con el hombre de negocios Ballin. Su implacable deseo le hará enredar la triada en un juego de celos y disputas que se combinan en perfecta armonía con escenas de baile y cantos en un club nocturno. Al conocer a Gilda sabrás que lo mejor es no enamorarse de una mujer bella.
Fuente: Cultura Colectiva
